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Especial #4: Sempiterno, parte dos

🌹-- Hoy tenemos tres canciónes sugeridas para la lectura, las cuales irán apareciendo según avance el capítulo indicandoles cuando reproducirlas. Lamento la tardanza, pero le he puesto mucho amor a esto... Espero que les guste --🌹

💖- Primera canción: Payphone - Maroon 5

🔥 -Segunda canción: Animals - Maroon 5

🌻🦋 -Tercera canción: Girl Crush - Harry Styles (se recomienda versión de spotify)

-¡Siéntelo Perla! -Suelta Horacio entre risas, meneando sus caderas de un lado a otro frente a su hermano ligeramente ruborizado que ha comenzado a seguirle el rollo. Una suave risa se me escapa producto de su linda imagen animada, cuando de pronto Michelle aclara su garganta a mi lado llamando mi atención por algo que se bien, por algo que me pone demasiado nervioso.

-Joder, ¿De verdad es necesario? -Pregunto en un suspiro pesado ante la ansiedad que me provoca lo que se viene.

-Los novios suelen bailar una pieza musical a solas en la pista, Volkov. -Me recalca con el ceño fruncido y los brazos cruzados, y yo bajo la mirada en negación. No puedo bailar, no frente a tantas personas. Jamás lo he hecho y esperaba que así se mantuviera para siempre. Un suspiro abandona los labios de Michelle, y abro los ojos nuevamente para conectar con ella. -Olvídalo, sé que a Horacio esto le habría hecho mucha ilusión, pero entenderá que no te sientes cómodo con algo así. Él siempre lo hace. -Me dice.

Su expresión molesta se transforma hasta tal punto que denota la decepción de forma evidente en él, y ella gira en su lugar con intenciones de marcharse de mi lado y del de Conway, que nos mira silenciosamente. Paso mi mano por mi cabello por los nervios y mi estómago se revuelve en su sitio; Joder, de verdad siento que no puedo hacerlo. Mi cuerpo pareciera pesar, cuando de pronto mis ojos viajan hasta el chico de cresta que baila sin siquiera detenerse en la pista. Entonces todo lo negativo desaparece, siendo reemplazado inmediatamente por sentimientos cálidos que parecieran sofocar mi corazón. Ambos hemos bailado a solas antes, él tiene bastante claro que soy terrible haciéndolo. Pero ¿Qué importa? ¿En serio voy a negarle algo a Horacio? Rio al pensarlo.

Nunca podré hacer tal cosa.

-No tiene nada que entender. -Me apresuro a decir, evitando la marcha de Michelle que ahora me mira con los ojos abiertos de par en par. -Yo... Yo bailare con él. -Le informo sin creerlo, y su rostro pareciera iluminarse de repente robándome una tímida sonrisa infantil.

-¡Menos mal has recapacitado, o te juro que te metía una hostia! -Me dice en un tono que no logro distinguir si es en broma, o totalmente en serio. Nos dedica una última sonrisa radiante antes de desaparecer entre los invitados por algún motivo, y yo suspiro pesadamente.

Aun no puedo creer nada de esto. No puedo creer que si haya llegado, que haya dicho todas esas cosas maravillosas sobre mi delante de tantas personas. No puedo creer que haya aceptado siquiera. Muerdo mi labio inferior cuando una pequeña presión hostiga mi pecho, y cierro los ojos. ¿Esto está bien? ¿Realmente es lo que él merece? Niego rápidamente con la cabeza en un vago intento por dispersar esas inseguridades que tanto le apenan, y toda mi piel pareciera erizarse por el miedo de un momento a otro.

Horacio Pérez, la luz más brillante de esta ciudad, casado con el comisario amargado que nadie quiere cerca.

Paso saliva ante el pensamiento; La verdad me importa tres cojones no agradarle a la gente, pero con él es diferente. Cada que vamos juntos no puedo evitar sentir que todo el mundo sabe con certeza que se merece mil veces más de lo que yo puedo darle. Porque así es, Horacio merece que cada una de las estrellas del universo brillen cuando él lo pida.