La luz de mi vida (ObiRin)

¿Quién eres?

Obito abrió los ojos lentamente, no entendía lo que sucedía. ¿Por qué no estaba en casa? ¿Qué había ocurrido?

En ese momento se topó con los ojos de un anciano observándolo.

- ¿Dó-Dónde estoy?

Obito sintió una gran tensión al ver que los ojos del anciano tenían el Sharingan. - No puede ser, ¿eres un Uchiha, abuelo?

- Bueno, quien sabe...

- ¿Qué hago aquí? ¿Él me secuestró? ¿O por qué no estoy en casa? - pensó Obito. -¿Dónde estoy? ¿Y quién rayos eres? ¿Qué hago aquí? ... No me digas que estoy muerto. - Obito río. - ¡AH! ¡Tsunade-sama me dijo que aún no me había salvado! Puede que mi cuerpo no aguanto las operaciones y hoy morí...

Obito observó que el anciano llevaba una guadaña, cosa que llevan los shinigamis.

- ¡No! ¡Todavía no quiero morir! - decía el Uchiha mientras sus lágrimas salían. - ¡Ay! - Obito se retorció un poco por el dolor que sintió en su cuerpo.

- Si aún sientes dolor significa que sigues vivo.  Pero el que vivas se puede considerar un milagro, por el hecho de que tus heridas fueron tratadas por médicos de Konoha, pero tarde o temprano morirías porque tu cuerpo no lo resistiría, puede que en un año o máximo dos.

- ¿Pero qué hago yo aquí?

- Supe que un miembro de los Uchihas había sufrido un accidente. La piel de tu lado derecho estaba completamente débil inclusive después de ser tratada por los mejores médicos de la hoja. Los zetsus te trajeron y aunque pude tratarte de todos modos tenías medio cuerpo aplastado. Pero será suficiente para sobrevivir.

- ¿Tú me trajiste aquí?

- Así es. Le pedí a los zetsus que te trajeran.

- ¿Los zetsus? Bueno, no puedo reprocharte, después de todo tú me salvaste ¿No es así? Gracias.

- Aun es pronto para darme las gracias, porque vas a devolverme ese favor. Con ese cuerpo no podrás volver a ser shinobi ¿Te lo dijeron no?

Obito se tensó nuevamente.

- Observa la realidad. El mundo está lleno de cosas que no son como queremos. Cuánto más vivimos más nos damos cuenta de la realidad, no es más que penas, dolor y vacío.

- ¿Qué le pasa a este abuelo? - pensó Obito.

- En este mundo, allá donde hay luz, tiene que haber sombra.

Obito recordó a Rin, él había dicho que ella era la luz de su vida, pero... ¿Y sí esa luz se apagaba por la sombra de la que hablaba ese anciano?

- Mientras exista la idea de vencedor igualmente existirá la de perdedor. La idea egoísta de defender la paz es la que provoca guerras. El odio nace de proteger a los que amamos.

- Y bien, ¿Dónde estoy exactamente? - dijo Obito interrumpiendo al anciano.

- A cambio de salir herido, otros se salvaron ¿No es así?

- ¡¿Quién eres?! ¿Y por qué de repente me dices todo esto?

- Soy Madara Uchiha.

Obito abrió los ojos como platos, comenzó a temblar. - ¡¿Ma-Madara?! Pero Madara.. ¿Madara Uchiha mi antepasado? ¡Es imposible! ¡Madara murió hace mucho!

- ¿Te resultaría más fácil creer que soy el shinigami? Claro, en cierto sentido podría serlo... porque esta realidad es un infierno. Es evidente que sí dejase de recibir chakra de la estatua demoniaca que está atrás de mi, moriría al instante.

Obito se asustó al ver todo lo que había detrás de él. - ¡Me voy a casa!. - el Uchiha menor comenzaba a deslizarse por la cama.

- Déjalo, este lugar no tiene salida. No puedes salir de aquí, no con el cuerpo así. Sí te mueves el cuerpo artificial de Hashirama que te he puesto se soltara... ¿Quieres morir? Quiero que hagas muchas cosas para mi, en lo que te queda de vida. Después de haberte salvado no te lances a la muerte.

-¡¿Qué quieres?! ¡¿Qué quiere hacer un viejo de mierda con un niño al que ha secuestrado?!

- Romper el ciclo de este mundo. Un mundo solo de vencedores, solo de paz, solo de amor. Construiré un mundo solo con eso.

- ¡¿Y a mi que me importa?! ¡Solo quiero volver con los míos!

- ¿No te dije ya que las cosas no son queremos? Lo descubrirás tarde o temprano, la oscuridad apagará a la luz. Sí quieres morir a pesar de todo, adelante. Pero dame antes tú sharingan.

- ¿Pero qué mierda? ¡Tú ya tienes sharingan! - dijo Obito deslizando por el suelo.

- No, le entregué mi propio Sharingan a otra persona. Ese ojo no es más que un resto que me implanté. No me vendría mal tener de reserva, aún no tengo ojo derecho. Debo tener Sharingan en ambos ojos para liberar mi auténtico poder.

- No puedo quedarme aquí... ¡Junto con Kakashi sería más fuerte que antes! ¡Los dos podemos proteger a Rin! Rin, Kakashi, espérenme. - pensaba el Uchiha mientras seguía deslizándose con un gran esfuerzo.

...

Mientras más avanzaba Obito, se daba cuenta de que era imposible, solo se sobre esforzaba sin obtener resultados. Era cierto, no había salida, por más que buscara no encontraba nada, al final cayó rendido, se desmayó.

Para cuando abrió nuevamente los ojos, se encontraba de nuevo en aquella cama en la que en primer lugar había estado.

- Hola.

- ¿Te encuentras bien?

Dijeron dos personas color blanco, bueno... a decir verdad no tenían forma humana, Obito no sabía lo que eran esos dos exactamente.

- ¿Cómo voy a estar bien? ¿Cuánto ha pasado desde que llegué aquí?

- Si es por alquiler no te preocupes.

- Como estamos hechos del mazou ni siquiera necesitamos comer, ni comprar comida, ni ir al baño, ¡ni siquiera tenemos que hacer caca!

- No me comparen con ustedes. Solo tengo medio cuerpo de esto, lo cual no acabo de entender.

- Gracias a eso puedes vivir sin comer ni beber, así que al contrario, deberíamos agradecerlo.

- Así es, y no queremos que te compares con nosotros, ¡Tú eres un cuerpo modificado sin sentimientos! Nosotros somos humanos artificiales con sentimientos. Además, comprendemos la risa mejor que tú. Tenemos mejor cabeza y se nos da mejor el vocabulario... pero no hacemos caca.

- ¡Pesados! Pues sí es verdad que están por encima de mí, demuéstrenlo.

- Nosotros te tenemos controlado. - dijeron ambos a la vez.

- ¡No hablen a la vez!

- Nos ordenaron que te ayudemos con la rehabilitación hasta que Madara despierte para que puedas ayudarle cuando estés recuperado.

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Nos vemos en la próxima actualización 👀
Los tqm uwu