🔅Cuatro🔅

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—Si, Felix...¿Puedes venir a cuidarlo? Anda muy inseguro y no quiere quedarse solo—Habló bajo el peliazul con una voz algo molesta.—Si, claro, le avisaré...Adiós—Cortó y suspiró guardando su celular en el bolsillo, dio la vuelta y entró a la casa nuevamente.

Subió las escaleras en silencio como de costumbre y se asomó en la puerta, su novio se encontraba sentado jugando con sus dedos mientras escuchaba atento el video de terror que habia tocado aleatoriamente.

—Esto que vas a ver, no es un top

—Hyunjin—El chico dio un saltito y puso su mano en su pecho.

—¿Si, amor?—Sonrió.

—¿Puedes ponerle pausa?—El chico asintió y arrastrando su dedo por el teclado hasta reconocer la tecla de pausa y la apretó.

—¿Si?—Se acomodó en su asiento.

—Ya debo irme—La sonrisa del menor se fue.—Pero vendrá Felix en una hora, aún no sale del curso, pero dijo que cuando salga vendría directo aquí, recuerda que tiene llave, así que no bajes

—Claro—Sonrió apenas.

—Bueno, debo irme—Hizo una corta reverencia que fue correspondida por costumbre.

—Oh, Binnie—Recordó el menor.—¿Me compras pastillas? Me duele la cabeza—No hubo respuesta, el menor frunció el ceño.—¿Amor?—La puerta de la entrada se escuchó cerrarse.—Ya te fuiste...—Hizo un puchero.—También quería que cambies de video, este me da mucho miedo...

Le quitó la pausa y escuchó todo con precisión, la reproducción automática estaba activaba por lo que videos de ese tipo se fueron reproduciendo, Hyunjin estaba confundido y asustado, no entendía la mayoria de las cosas, estaba seguro que estaban mostrando imágenes y videos pero el no los podía ver.

Un fuerte grito en el video lo hizo caer de la silla, su cuerpo se puso alerta y su respiración se volvió errática, buscó con desesperación algo de que aferrarse y se topó con su peluche de oso, lo atrajo a él y lo abrazó con fuerza.

—Bi-Binnie—Cerró sus ojos esperando que los gritos pararan, que el video se deje de reproducir, quería que se detenga, sin darse cuenta estuvo así por mucho tiempo.

—Hyunjin, ya llegué—Dijo lo suficientemente alto el pecoso para ser escuchado, pero se extrañó al no recibir un griterío del mayor pidiendo que subiera, cerró la puerta y algo preocupado apresuró sus pasos mientras subía las escaleras, al llegar al cuarto se encontró con una escena preocupante.

Hyunjin estaba en el suelo, sentado en posición fetal, abrazando su peluche mientras lagrimas caían de sus bellos ojitos, un molesto sonido acompañaba la habitación, era una publicidad ¿Desde cuando se a estado reproduciendo?

Se acercó a la computadora y quito el anuncio poniendo pausa al video, notando que eran de terror, mordió su labio.

—¿Hm...?—El pelinegro se separó del peluche levantando la mirada.—¿Binnie, eres tu?—Estiró su mano esperando que esta sea tomada.

—No, Jin, soy Felix—El mayor abrió su boca sorprendido para luego sonreír en grande, haciendo sus ojos se hagan media lunas.

—Felix, te extrañé mucho ¿Dónde estas?—Dejó el peluche en el suelo e intentó levantarse, inmediatamente el australiano se acercó a él ayudándolo, lo sentó en la cama y le acarició la mejilla.

—¿Qué sucedió, hyung?—Miró la computadora y luego a él.

—O-Oh, bueno, estaba en el trabajo y el jefe no me dejó salir antes de la nevaba...

The Blind Boy《ChangJin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora