🔅Catorce 🔅

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Al llegar a su casa, como su amigo había aclarado, allí se encontraba Hyunjin, totalmente dormido en la mesa soltando suspiros de vez en cuando.

Mierda, al día siguiente le dolería el cuello como el infierno.

Changbin se acercó y removió el cabello sobre el bello rostro del chico, no tuvo que prender la luz, de todos modos ya había amanecido.
Se dedicó a observar las facciones de su novio por un momento para luego alejarse e ir al baño.

A los minutos Hyunjin pareció despertar, con lentitud junto con un quejido de dolor se sentó correctamente, masajeó su nuca y cuello con una mueca.

—¿Qué hora será...?—Murmuró ronco, corrió la silla hacia atrás y se levantó para luego estirarse, un largo bostezo le acompañó.

La puerta del baño se abrió y todo el cuerpo de Hyunjin sufrió una corriente extraña, el miedo no tardó en aparecer al igual que la ansiedad que comenzaba a atacarle.

—¿Qu-Quién anda ahí...?—Preguntó inseguro, retrocediendo hacía la cocina.

El peliazul le miró sorprendido ¿En qué momento había despertado, se acercó curioso.
Llevaba su toalla atada en la cintura y las gotas se deslizó por su cuerpo para perderse en esta.

—¡Ngh...!—El menor se aterró en demasía al escuchar vagos pasos acercarse a él y más aún cuando chocó con la mesada, ya no tenía escapatoria.—¿¡Quién es!?—Algo pasó por la cabeza del mayor.

¿Y si probaba la supervivencia de su novio? No pasaría nada ¿No?

Sonriente se acercó más, quedando a solo un metro, la respiración del pelinegro estaba agitada al igual que su corazón, cada vez le costaba más concentrarse en los sonidos o posibles ataques.

Sin previo aviso, Changbin le tomó de la muñeca, un grito fue lo que recibió.

—¡Ahhh! N-No ¡No me toques!—Intentó soltarse, el mayor levantó sus cejas sorprendido al notar que su novio había comenzado a llorar pero por alguna razón no se detuvo, apretó su muñeca secándole un quejido, estaba tan concentrado en la carita de su chico que no notó la mano escabulléndose en la mesada.—¡Suélteme...!—Gritó tomando la cuchilla y levantandola en el aire con claras intenciones de clavarla, los ojos del peliazul se agradaron.

—¡N-No! ¡Tranquilo, Hyunjin! So-Soy Changbin—Le soltó rápidamente y el menor levantó sus cejas.

—¿Cariño?—Llevó su mano libre al cuerpo del mayor inspeccionando su cuerpo, reconociéndolo.—Binnie~—Sonrió dulcemente sin notar que se había aterrador con el cuchillo en su mano.

—Si, soy yo...—Se acercó arrebatando el arma de la mano del menor para dejarla en la mesada nuevamente.

—Hyung ¿Por qué no me contestaba?—Preguntó extrañado.

—Hacía una clase de exámen...—Rascó su nuca apenado.

—¿Examen?—Frunció su ceño confundido.

—Si, era para ver como manejabas un ataque o una situación parecida...—Hyunjin se sintió raro.

—Está bien...Pero no vuelva a hacerlo—Pidió secando los restos de lágrimas.—Me asustó mucho...—Hizo una mueca queriendo llorar de nuevo.

-Lo siento, cariño, no volverá a suceder ¿Si?-Tomó su mano con delicadeza.-Vamos a dormir-Asintió lentamente dejándose llevar por su hyung.

—¿Qué hora es, cariño?—Miró tu celular, las 06:15 am.

—Apenas son las tres, llegué temprano—Hyunjin sonrió en grande quitando todo resto de preocupación y tristeza.

Subieron las escaleras con cuidado y el primero en acostarse fue el menor, quien se tapó hasta la cabeza al pasar tanto frío esperando a su novio, Changbin se desvistió tranquilamente pensando en mil cosas, pero la que más se repetía, como un casete, era ese chico pelirosa.

Bufó tirando su remera al suelo con molestia.

—¿Qué sucede, amor?—Preguntó preocupado su novio asomando su cabeza entre las mantas.

—Nada, Jin...Solo fue...Un día largo...—Suspiró.

—Ven aquí, voy a aliviarlo—Dijo sonriente.

—No estoy de ánimos—Respondió rápidamente, la sonrisa desapareció.

—¿Tampoco mimos...?—El peliazul suspiró, el menor sonrió dolido.

—Iré a dormir en el sillón...—Abrió el armario y comenzó a sacar mantas.

—¿Po-Por qué haría eso...?—Se destapó rápidamente sentándose en la cama, sintiéndose abrumado junto con la inseguridad jugandole en contra.

—Solo, quiero tiempo solo ¿Si?—Cerró el armario.

—Pe-Pero, al menos duerma aquí—Pidió.—No le molestaré, lo prometo—Seo lo pensó.

—De acuerdo...Pero nada de tocar—El pelinegro hizo una mueca, desde que dio el primer paso fuera de la casa necesitó abrazarle, pero quizás debería dejarlo para otro día.

—Cla-Claro...—Mordió su labio inferior, al poco tiempo sintió un peso a su lado por lo que supuso que su novio se había acostado, con cuidado de ni siquiera rozar su cuerpo también lo hizo, con un nudo en su garganta dejó que la inseguridad carcomiera sus pensamientos e ideas.

—Hy-Hyung...—Sin notarlo había comenzado a llorar.

—Hm...

—Por.... ¿Por qué me dice Jin y no como so-Solía hacerlo...?—Los segundos pasaron y no recibió respuesta.—¿Ca-Cariño?—Nada.—Bi-Binnie...—Un solloro involuntario se escapó de sus labios, con necesidad llevó su mano a la del mayor y la apretó, eso fue la gota que colmó el vaso para que su novio se levantara y se fuera del cuarto azotando la puerta.—¡Changbin...!—Comenzó a temblar mientras se sentaba en la cama.—Ca-Cariño vuelve, perdóname...Lo siento, cerraré la boca ¿Si? Por favor no duerma abajo, se enfermará, ha-Hace mucho frío—Suplicó el pelinegro entre lágrimas.-Binnie, dulzura ¡Por favor...!

Así estuvo toda la mañana sin notarlo, hasta que literalmente cayó dormido de tanto esperar.

Dos veces en un día ¿Hyunjin comenzará a hacerlo más seguido? ¿Esperará todas las noches a su novio desde esta noche? Quizás si.

The Blind Boy《ChangJin》Where stories live. Discover now