Parte 1

9 1 0
                                    


SUR DE AFRICA: 30 de Diciembre de 1999

El sol vehemente alisaba una sombra amarilla por todo el espacio del desértico paisaje. El viento tórrido, se hacinaba delante de los sujetos que trataban por todos los medios de llegar a su vehículo con el gran hallazgo en sus manos. Ambos tenían la convicción de que con este develamiento acertarían con las respuestas a las preguntas que todos tenemos en mente.

Llegaron a su vehículo, y con tracción en las cuatro ruedas el rústico emprendrió el camino de regreso como si fuese una suave lancha sobre las crestas del mar. Los pensamientos de ambos investigadores; se tramaban de un lado a otro. Preguntas tras otras viajaban dinámicamente por sus poderosas mentes; la transpiración los mantenía húmedos, pero se evaporaban rápidamente por el intransigene sol que no sostenía ningún tipo de contemplación con los duros hombres, que a pesar de casi estar en niveles bárbaros en ese estéril paisaje; sentían que por fin habían logrado el cometido del proyecto.

LABORATORIOS BELTRON: 15 horas 12 minutos.

Dejaron el Jeep mal estacionado, apresuradamente los húmedos hombres desembocaron por el pasillo principal; arribaron a una puerta de par de metros de alto. El paleontólogo y matemático Sueco Wilmer Klasov, pasó su tarjeta electrónica a través del señalizador que se encontraba al lado derecho de la puerta. Una luz que estaba titilando, cambio de color rojo a verde y además se mostró continuo dando a entender que el chequeo era el correcto; al cabo de dos segundos la puerta se separó por la mitad. Siguieron por un pasadizo de más de cinco metros de longitud, esta vez fue el físico, psicólogo y filósofo español Jhonny Andrade el que colocó su tarjeta identificadora en el señalizador, que se encontraba del lado izquierdo de la puerta, que se abrió igualmente como la anterior. Irrumpieron precipitadamente y dos personas que se encontraban dentro de la gran habitación, se volvieron al momento de la entrada de los científicos. Dentro de la habitación todo era de color blanco y metálico; no había otros colores a excepción de las vestiduras de las personas que se hallaban allí. La temperatura de 24º C; era muy peligrosa para los empapados hombres que sin prestar deferencia a la misma entraron sobreexcitados con el extraño artefacto en sus manos.

Una joven aunque con ojos vivaces y varios doctorados en su haber sonrió plácidamente y tomando su silla se acercó al mecanismo que ya se encontraba dentro de un contenedor. Este se encontraba realizando pruebas de toxicología, radiación, estática, temperatura interna, conductibilidad eléctrica y otros numerosos datos que el poderoso computador anexo al aparato registraba con una vertiginosa velocidad. Cambiándose de terminal, la joven y simpática chica; se arregla sus pequeños anteojos y verifica el diseño extraño del aparato a través del escáner, que a pesar de ser evidentemente macizo y robusto, en ocasiones cambiaba de configuración externa.

- En mi vida había visto algo parecido. Es de origen metálico pero, al parecer está vivo, con una patente capacidad orgánica.

- Eso no puede ser admisible doctora - interrumpió Militenko Klinsmanov, químico e ingeniero en genética molecular, aunque en las más de las veces un gran escéptico - la naturaleza no podría soportar tal tipo de composición orgánica, eso provocaría un colapso en la complexión del ecosistema, en el planeta no existe probabilidad de la existencia del tal fenómeno.

- No en el nuestro - intervino secamente Klasov, cuando salía del baño adjunto a la habitación; ya no venía sudoroso, se había dado una ducha de máxima velocidad y se había cambiado de ropa - es plausible que tal evaluación sea válida en nuestro planeta, pero ¿fuera de ella?

Todos hicieron silencio y enfilaron sus miradas a Klinsmanov. Este se cohibió de realizar otra paráfrasis y apretó sus labios. La tensión del momento fue perturbada por una señal del computador principal que realizaba y verificaba al artilugio dentro del contenedor. El monitor daba señales de algún tipo de vida dentro del artefacto, pero que además; para la sorpresa de todos estaba tratando de comunicarse con ellos. Jhonny se encontraba en el teclado del súper computador que realizaba las comprobaciones, trataba de buscar algo pero por la gesticulación que mostraba no lograba dar con lo que buscaba.

CIUDAD BELTRONWhere stories live. Discover now