CIUDAD BELTRON

Parte 2

22 horas 54 minutos.

- ... la cuestión es - seguía tecleando Dana en su Mac portátil - que aún desconozco realmente el fenómeno, no sabría explicarte sinceramente cómo es el funcionamiento de dicho organismo EBEs. Usaré este término al estilo X-File; para que me entiendas mejor. En verdad me gustaría que estuvieras aquí; es el tipo de cosas que té mejor que yo encontrarías una gran fascinación.

Despúes de revisar nuevamente lo escrito, se dirigió a la opción de la dirección de correo electrónico a quien enviaría dicha información, escribio lentamente: RogerWIVIC, el sistema se encargó de terminar la frase completa del correo que ella ya tenía entre los habituales de sus contactos. Le dió clic en la opcíon enviar. El portátil mostró una imagen de una casa y de ella saliendo unos sobres hacia el espacio, en señal de que estaba enviando el E-Mail. 

El software emitió un pequeño sonido indicando que dicho E-Mail había sido recibido por el destinatario correctamente. Estuvo allí pensando en lo ocurrido durante esa tarde cuando sintió pasos en el pasillo, bajo la luz un poco y lentamente se asomo a la puerta. Pudo ver que Militenko cruzaba en una de las esquinas hacia la derecha dirigiéndose al ascensor; rápidamente se colocó unos zapatos deportivos y un mono, encima calzaba una franelilla que tapaban solamente sus sostenes blancos. Llegó a la esquina y se asomó con precaución. Observó cuando se cerraba la puerta del ascensor y estuvo allí para ver hasta qué piso llegaría.

Piso principal.

¡Se dirigía al laboratorio!

Se movió suavemente por el mismo pasillo pero en dirección opuesta hacia las otras habitaciones. Llegó a la de Jhonny y tocó suavemente de tal forma que los otros no pudieran oir. Al cabo de casi un minuto Jhonny medio dormido aún; se sorprende al ver a Dana parada en la puerta.

- ¿Qué ocurre Dra.?

- ¿Puedo pasar?

- Si, claro pasa; ¿qué sucede?

- No podía dormir y escuché unos pasos en el pasillo, me asomé y vi a Militenko dirigiéndose al ascensor.

- ¿Y qué tiene de raro eso Dra.? - preguntó ya malhumorado Jhonny.

- Que se dirige al laboratorio.

Éstas últimas palabras hicieron reaccionar a Jhonny, abrió tremendamente sus ojos y rápidamente se vistió adecuadamente. Salieron silenciosamente y subieron al ascensor dirigiéndose al laboratorio. Veinte segundos después estaban en el piso del laboratorio. Caminaron presurosamente hasta la puerta y Jhonny pasó su tarjeta por la rendija identificadora. La puerta se deslizó suavemente y efectivamente se encontraba Militenko dentro del gran laboratorio.

- ¿No crees que es muy tarde para trabajar; Klinsmanov?

- ¿Y no crees que es demasiado tarde para estar espiándome; Andrade?

Contestó secamente el ruso, que mostraba una corpulencia mayor que la de costumbre; aún de espaldas a ellos continuó diciendo.

- Somos una raza superior - dejó una pausa larga y continuó - lo que ocurrió fue que fuimos fragmentados y lanzado en diferentes galaxias y constelaciones; nuestro trabajo es encontrar todas las partes para unirlos como es debido y usarlo según nuestras convicciones que consideremos correctas o incorrectas.

Jhonny y Dana se miraron confundidos, estas palabras no eran normales en él. Un robusto pero brillante científico que siempre encontraba dudas a todas las cosas; que ahora reconocía ciertos parámetros que el mismo refutaba cuando salía a relucir el tema. Los dos científicos penetraron cautelosamente, en eso Militenko se voltea calmadamente con una sonrisa en sus labios; su rostro estaba más tonificante de hecho estaba más joven. Y en su mano tenía parte del organismo que se encontraba dentro del contenedor. Los dos sorprendidos se dieron cuenta que el robusto hombre se había comido parte del elemento orgánico.

- ¡Esto!

Levantando el trozo de organismo que le quedaba en su mano derecha que seguía cambiando de color.

- ¡Es nuestro complemento! Ahora soy invencible puedo hasta ser un Dios en toda su extensión y para mostrarles que no soy tan vanidoso, ofrezco este trozo para compartan conmigo el poder supremo del hombre.

Militenko con su mano izquierda señaló hacia la puerta y esta se cerró al instante. Los dos científicos estaban petrificados, Jhonny trató de calmarse y le preguntó a Militenko.

- Pero ¿por qué de esta forma? Si hubiésemos investigado más podríamos haber hecho hasta la mayor cura del mundo entero.

- ¡Tonto! - refutó el ruso, con una voz más aguda - no comprendes que esta investigación no nos pertenece, en lo que descubran lo que hemos encontrado vendrán por él y nos lanzaran al basurero del sistema; ¡toma! Dominemos el mundo a nuestro modo.

Dana se acercó al gran hombre que aún sostenía el resto del organismo en su mano. Tomó un trozo y comenzó a comerlo; otro y comió y otro más. Miró a Jhonny en señal de ¿¡Qué esperas!? Y comenzó a cambiar sus facciones. Se endurecieron sus senos, sus glúteos, tomo más altura y su belleza aumentó tremendamente; miró a Militenko que sonreía complacido. Luego ambos miraron a Jhonny que todavía estaba indeciso. Jhonny bajó su mirada al piso y se quedó pensativo.