Bella vista

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Durante el camino no hablamos demasiado, pero no es algo que me preocupe o moleste, por el contrario, me he sentido muy tranquila y en paz con el silencio, y la compañía de Tom.

Tom me ha traído a Brighton, y para ser honesta esté con él o no, es algo que me emociona, pues, desde que llegamos con Lucy no hemos recorrido más que Londres, bueno, sin contar la vez que el mismo Tom me llevó a Lacock.

Tras andar unos minutos más Tom estaciona a las afueras de una casa, luego volte a verme.

-Espero que no te moleste caminar hasta la playa.

-Para nada -respondo-

Asiente con una pequeña sonrisa en su rostro. Acto seguido desabrocha su cinturón, y baja del auto, a lo que yo decido imitarlo.

-Dame un momento.

Voltea entrando en la casa en la cual ha estacionado, supongo que es suya, o la arrendado. ¿Hace cuánto está aquí? si hace un día o menos lo ví...

Su figura vuelve a aparecer por esa puerta, esta vez sus ojos se encuentran cubiertos por sus lentes de sol, y en su mano carga lo que asumo es una manta.

-La arena es algo incómoda -explica-

Lo miro sin poder responder, no sé por qué mi lengua ha decidido no articular ni una sola palabra.

Comienza a caminar en dirección a la playa, y yo me limito a seguirlo.

-¿Has estado aquí antes? -pregunta-

-Jamás.

-Te gustará.

No puedo evitar sentirme extraña con todo esto, no me molesta estar así con él, para nada, pero imaginé de todo menos esto cuando vi su mensaje.

___

Para mí sorpresa no tardamos mucho en llegar a la playa. Una vez allí, Tom estira la manta que ha traído en un espacio cercano al mar.

Decido quitar mis zapatos, para acercarme al agua y tocar esta con mis pies. Cuando finalmente lo hago, un escalofrío recorre mi cuerpo, no está del todo helada, pero tampoco es un jacuzzi.

El viento sopla jugando con mi cabello, intento moverlo para poder aprovechar la vista que entrega el lugar, pero definitivamente no da resultado.

La presencia de Tom interrumpe mi lucha.

-¿Qué tal?

-Es hermoso, pero esto no está ayudando -señalo el cabello en mi rostro-

-Creo que eso podría ayudarte -señala la liga que llevo en mi muñeca-

-Lo había olvidado.

Cojo la liga, y con ambas manos me hago una coleta, lo que es todo un alivio, pues mi cabello deja de molestar.

Observo a Tom, quien ahora se encuentra mirando fijamente el mar. No puedo explicarme lo guapo que es, y lo estúpida que he sido al alejarlo de mí.

-¿Te molesta si nos sentamos?

Tom vuelve su mirada a mí, negando con su cabeza. Ambos volteamos para dirigirnos a la manta, sentandonos uno frente al otro.

-¿Qué es lo que quieres hablar?

-Veo que sigues igual -dice con una sonrisa-

-¿A qué te refieres? -pregunto confundida-

-No puedes aguantar estar sin saber que me traigo entre manos -me mira fijamente-

La sensación de rareza comienza a abandonarme de a poco. Había olvidado lo bien que se sentía tener su mirada puesta en la mía, y es que lo que han sido algunos días sin él, ahora se sienten como años.

-Pues no -hago una mueca-. lo siento.

-Da igual -su expresión cambia-. he estado pensando mucho en nosotros, en cómo terminó todo y... bueno, entiendo que nuestra relación no haya funcionado porque todo lo de mi mundo no te acomoda, pero te has convertido en la mejor amiga de mi hermano, por lo que nos seguiremos viendo, y no quiero que sea siempre igual de incómodo como ayer, o que te sientas mal al verme o que yo me sienta mal al verte -resopla-. lo siento, no soy bueno con las palabras -sonríe nervioso-

Las palabras de Tom se quedan deambulando en mi mente. Por algún momento pensé que la conversación iría hacia otro sentido, pero ¿por qué tendría que hacerlo? si he sido yo quien ha arruinado todo.

Por cómo me mira, puedo notar que mi silencio le inquieta.

-¿Te sientes mal al verme?

-No ahora.

-¿Antes sí?

-No ha sido fácil borrarte.

-No tienes que hacerlo.

-¿Qué? -pregunta-

No sólo lo pensé, sino que también lo dije, genial. Desvío la mirada hacia la bella vista que nos otorga el mar, y sin pensarlo demasiado vuelvo a hablar.

-No tienes que hacerlo -suspiro-. escucha Tom -vuelvo a mirarlo-. suelo arruinar todo, porque hay situaciones que no sé cómo manejarlas, mi ansiedad me supera y actúo bajo mis impulsos -guardo silencio y él me mira atento-. pero, desde que me alejé de ti, no he podido simplemente resignarme con que he cometido un error. Quizás ya es tarde, quizás no merezca que escuches lo que tengo para decir, sin embargo, quiero que lo hagas, quiero que me escuches, necesito que me escuches -río nerviosa-. e-estoy -muerdo mi labio inferior-. estoy enamorada de ti Tom, no me importa todo lo que tenga que pasar para estar contigo, no quiero esconderme, y definitivamente no quiero seguir lejos de ti, porque perderte a ti es mucho peor que perder mi privacidad. Ya nada me importa, sólo estar contigo, porque tú... tú Tom, eres todo lo que está bien en este mundo.

Cuando seas mía // Tom Holland & túWhere stories live. Discover now