𝐌𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐲𝐨𝐮 [𝐥𝐚𝐫𝐫𝐲]

𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚: 𝐋𝐚 𝐛𝐨𝐝𝐚 (𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞).

Louis estaba nervioso. Eso era todo. Definía cada cosa que estuvo haciendo durante el fin de semana.

Habían pasado cinco meses completos desde que casi se propusieron matrimonio mutuamente.

Luego de esa mañana y de el viaje familiar a las montañas del que Harry lo obligó a participar, ambos habían hecho una cena una semana después, donde le informaron a todos sus amigos cercanos sobre las buenas cosas: Harry y Louis se casarían.

Recibieron buenos deseos, abrazos, besos y, bueno, Louis recibió más que un par de advertencias, donde, para resumir, peligraba cierta parte de su anatomía si se atrevía a dañar de cualquier forma a Harry Styles.

Y, no era que esperara menos. Louis sabía con quién estaba pensando casarse: el querido policía de la cuidad; un hombre gentil, decente, responsable, bueno, caballeroso, buen vecino, padre, hermano y amigo, y muy querido. Y Louis era, bueno, fue por mucho tiempo un dolor de cabeza para muchos. De hecho, había conocido a amigos de Harry antes que al Harry mismo.

Es gracioso cuando se ponía a pensarlo; se topó con Camila en un bar de mala muerte y el encuentro terminó con la castaña bañando su apreciada chaqueta de cerveza; fue arrestado por Jesy Nelson y ella arrojó con fuerza su pecho sobre la patrulla para que cerrara la boca; Liam casi le rompe la cara en un casino; él casi le rompe la cara a Zayn en un juego de béisbol donde se cruzaron; Gigi le encajó un puñetazo que casi le desencaja la mandíbula por defender a Zayn; Jade estuvo cerca de romper uno de sus brazos porque esa chica era salvaje.

Todo esto al menos cuatro meses antes de encontrarse con Harry en ese grupo de ayuda y decidir ofrecerse como apoyo porque, por primera vez, no quiso ser un imbécil con alguien; por primera vez, sentía que podía ser y dar algo más que malos recuerdos.

Y esa había sido la mejor decisión de su vida.

Louis recordaba cuando Harry lo presentó ante sus amistades en la cena de navidad en la granja de los Malik luego de ser pareja por dos meses. La mitad de los invitados casi se van contra él, pero Harry lo defendió y el criterio de Harry era muy respetado allí. Y, con el tiempo, Louis había sido aceptado.

Casi.

Por algunos, al menos.

En el presente, no podía presumir la amistad de todos; los menos rencorosos aceptaron llevar la paz, algunos todavía lo miraban como si quisieran rebanar su garganta. Alguien en especial, lo miraba como si quisiera clavarle una flecha en el trasero.

Y Louis entendía.

Pero, honestamente, la única mirada que le importaba era la de Harry. Ver el verde jade de sus ojos brillando con adoración, ver cómo admiraba a un hombre como él; ver el amor era suficiente.

Bueno, habían tres pares de ojos de los que necesitaba aprobación y, gracias a cualquier Dios, la tenía, Victoria y Oliver Styles. No necesitaba a nadie más.

Durante los cinco meses que pasaron, estuvieron dividiendo sus tiempos en sus trabajos, los niños, problemas de sus amigos, su relación y los preparativos para la ceremonia. Bueno, realmente ni Harry ni él eran muy buenos en eso.

Todos los demás se involucraron para ayudar, porque sabían que ambos eran unos tontos simples que no harían de esa una boda perfecta. Y eso era porque tanto Harry como él, sabían que lo perfecto no existía. A menos que se tratara del otro ante sus ojos.

Niall, Josh, Gigi, Zayn y Leigh-Anne fueron los más interesados en la decoración y preparación. Lauren se encargó del banquete, Liam del licor, Jade de la música, Nick se hizo útil y cuidó de Victoria y Oliver cuando Louis y Harry fueron arrastrados a los lugares que tenían que revisar.