EGOÍSTA ~ Harco [ADAPTACION]

EGOÍSTA

Este capítulo es el último y está totalmente narrado desde la vista de Harry al fin :).

Era evidente su estado deplorable o tal vez no era tanto, pero el desastre de la casa no ayudaba, pero era lo que se esperaba, después de que Draco lo dejara hace una semana... 

Así que solo podía verlo llorar, sabía que no existían las palabras para calmar su tristeza, pero esperaba que mi compañía le ayudara aunque sea a no derrumbarse más. 

—Gracias Harry—miré a mi amigo para regalarle una breve sonrisa, y no porque me haya agradecido, sino por la triste imagen que daba.  

—No agradezcas es todo lo que puedo hacer... pero, mejor dime ¿cómo te sientes?—sinceramente no sabía ni qué decirle...

—Estúpido, confundido, mal, HORRIBLE —gritó lo último, mientras notaba su desesperación—de verdad Harry, no sé qué paso, trate de hablar con Draco pero ¡no lo encontré!, y su padrino...sé que nunca le agrade, así que tampoco me quiso decir donde estaba, y siempre fue reservado con lo personal, así que no tenía muchos amigos. Y los que tenía tampoco saben dónde está, es como si hubiera desaparecido...—cada palabra que pronunciaba al parecer era como una aguja en su ser, ya que poco a poco se volvía a quebrar, volviendo a soltar las lágrimas que desde hace unos minutos habían parado pero que ahora regresaban—¡De verdad no sé cómo paso!, se-e supone que solo le estábamos sirviendo jugo a Albus y cuando menos me di cuenta estaba en ¡NUESTRA CAMA!, ¿entiendes?, estaba con un hombre teniendo sexo, ¡EN LA CAMA QUE COMPARTÍA CON LA PERSONA QUE AMO!—gritó mientras volví a sollozar.

Era triste ver como estaba mi amigo, así que puse una mano sobre su hombro para brindarle algo de apoyo.  

—Sé que siempre he sido un imbécil, y por eso lo lastime mucho cuando comenzamos nuestra relación, pero había veces que no lo podía evitar, me había acostumbrado a engañar a mis parejas y que estas me dejaran al descubrirlo, pero...Draco...él... aún después de haberlo engañado varias veces, él seguía conmigo, y no lo entendía, como alguien tan lindo... quería estar con alguien como yo...—limpió las lágrimas que aun caían de sus ojos con la manga de su sudadera antes de continuar—pero él se hartó así que me advirtió que si lo volvía a engañar todo terminaría...y cuando me lo dijo...fue la primera vez que me sentí asustado como un niño y me di cuenta que era él a quien quería para el resto de mi vida, me asustaba el solo pensar que el ya no estaría junto a mí, así que le propuse mudarnos juntos y más que hacerlo para estar juntos, se lo propuse para ver la razón por la cual dejaba atrás mi antiguo yo...—

El llanto que trato retener, termino soltándolo, así que lo abrace, por largos minutos, ya que su voz no era capaz de salir sin algún sonido de dolor.  

—Así que deje todo atrás, y cuando por fin estuve listo para algo serio, le propuse matrimonio y ya no faltaba mucho para nuestra boda...de verdad no sé cómo pasó, era obvio que me dejaría si rompí mi promesa, pero de verdad, sé que yo no la hubiera roto, no lo hubiera hecho porque si lo hacía eso significaba lo que ahora está pasando, que me dejara...y eso es lo último que quiero, yo de verdad quería que fuéramos una familia, ¿sabías que él puede engendrar?—me dijo y lo mire sorprendido, y solo negué con la cabeza.—cuando me lo dijo también me sorprendí que fuera uno de esos que llaman "Donceles", pero sobre todo estaba asustado, ¿yo teniendo un hijo? era algo tan...tan...¡irreal!, ¿qué bueno le podría enseñar a ese niño?, no quería una mini copia mía, era lo que menos deseaba, por eso había decidido no acostarme con Draco antes de la boda, obvio nunca le dije la verdadera razón, solo le había dicho que "él novio tiene que llegar virgen a la boda", pero cuando llegaste y vi como Draco se relacionaba con Albus, la felicidad que desprendía cada vez que lo cuidaba, alimentaba o jugaba con él, claro todo a su manera pero siempre siendo cuidadoso, me quito ese miedo y sabía que si llegábamos a tener un hijo, no sería como yo...porque estaría Draco y... podría ser igual de maravilloso que él...pero ahora todo se fue a la mierda— lanzó con fuerza la botella que se encontraba aún lado, escuchando como el cristal se rompía y el silencio comenzaba a reinar pero no por mucho tiempo, ya que mi teléfono comenzó a sonar.