Treinta y Siete🍁

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Toda la sala era un silencio total. El consejo no podía oponerse ante la petición de YoonGi.

- Pediré que arreglen tu habitación para que...- la mujer Omega habló y YoonGi negó de inmediato abrazando a su pareja y con su mano libre acariciando el cabello oscuro de su Lobita que le miraba con emoción y determinación.

- No planeo quedarme en Daegu- dijo sin más- Tengo cosas que atender en donde estoy viviendo, y no puedo descuidarlas- habló serio, con un tono de voz que no daba lugar a réplicas o siquiera a sugerencias. Todos los Alfas del consejo no supieron que mas decir.

- Pero... debes presentarte de nuevo frente a todos, junto a tu.. Omega e hija- volvió a hablar la mujer Omega, mirando siempre de forma despectiva al Omega que estaba siendo resguardado en los brazos de su hijo mayor.

- Aunque eres la Omega que me trajo a este mundo- le miró sin compasión, y con esas orbes que delataban que una palabra mas y pondría a todos en su lugar, la mujer se encogió en su lugar, no soportaba la mirada del que ahora llamaba hijo- Aquí y ahora solo eres ShynIn, una Omega sin valor ante mí... dije que no voy a quedarme en Daegu, no me obliguen a explicarlo de otra manera...- decretó, su Lobo Alfa estaba entrando en un momento de agresividad, JiMin lo notó y acarició el pecho de YoonGi, sosteniendo a Hyangie con un solo brazo. Al sentir las caricias de su Omega sobre sí, volvió a relajarse.

YoonGi solo le dirigió una mirada a su padre, esperando una respuesta.
Su padre, miró a su madre y la mujer mayor esquivó su mirada. Ella no sabía realmente por qué YoonGi estaba en Daegu, ni siquiera tuvo tiempo de prepararse para ver a su nieto convertido en ese gran Lobo plateado. Mucho menos para ver a la cachorrita transformarse en un Lobo adulto casi desarrollado.

- Puedes venir a mi despacho- dijo luego de unos minutos prolongados de un pesado silencio. YoonGi solo asintió, se levantó del lugar donde había estado sentado por breves instantes y acercó a JiMin a su cuerpo, Hyangie les gruñó a todos aquellos que miraban a su papá Omega y le hacían sentir inquieta. El Lobo de YoonGi sonreía de satisfacción pura, de ver la personalidad que su bebé cargaba.

YoonGi no quería que JiMin se viera aún mas presionado por estar junto a su padre, y le pidió a su abuela que lo cuidara. La mujer asintió.

- Yoon...- JiMin negó levemente, su Omega se sentía incómodo, y la actitud a la defensiva que Hyangie tenía, le preocupaba, y el cachorro que llevaba en su vientre, tampoco parecía de acuerdo.

- Te prometo que seré rápido- le aseguró- No te asustes, el cuarto de mi abuela solo está a tres puertas, esperame allí...- susurró cerca del oído de su pareja, besó su frente y le transmitió con una sonrisa y por el lazo, traquilidad que verdaderamente JiMin necesitaba con urgencia. Se separaron y JiMin siguió su camino junto a la Alfa.

YoonGi vio entrar a JiMin junto a su hija a la habitación de su abuela y luego entró al despacho donde su padre ya lo estaba esperando. La plática sería corta, después de todo, planeaba regresar al amanecer, un viaje de noche, sería ponerse en bandeja de plata para cualquiera que quisiera atentar contra su vida y la de su familia.

- No te preocupes, JiMin...- la mujer sonrió- YoonGi ha crecido mucho, me enorgullece verlo con ese porte adulto y seguro de sí mismo...- dijo de manera amable y con su Lobo agitando su cola de un lado a otro.

- Siempre es atento- dijo JiMin en un susurro, dejando a Hyangie en el piso y que pudiera mostrarle a la mujer mayor, el hecho de que sabía dar algunos pasos sola, la mujer Alfa le extendió los brazos para que se dirigiera hasta ella.- Él y Hyangie siempre me sorprenden...- dijo dando una leve caricia a su vientre, sonriendo al sentir como Hyangie volvía hasta él, y tocaba su vientre y miraba a la mujer mayor, como diciendo que allí estaba su hermanito y debía cuidar a su papá Omega cuando papá Min no estaba.

Error [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora