¿POR QUÉ YO?

Capítulo 53 - Aclaraciones -

— ¡Que apa! No me mire así, pues si no es mío — se escondió de la mirada que le da el señor Joaquín

— A mí ni me mires — miro a Ale quien de inmediato salió a su defensa.

— Es de Alfredo — le dijo la señora Consuelo entre risas.

— Mijo que paso pues porque no me dice algo, me hubiera evitado la preguntadera — se acercó a él dándole un abrazo — felicidades mijo ahora si a cuidar bien a la familia.

— Claro que si apa es lo primero.

— Mija pues muchas felicidades — solo se limitó a darme la mano, es el único que puede notar mi incomodidad.

Compartimos la mesa con el algunos ya habíamos terminado antes de que el llegara, pero por educación no nos podemos retirar, comenzó a platicar con ellos de cosas que creo son de trabajo, solo pasara la noche y se retirara.

— Me enteré que la detuvieron — comento el señor Joaquín recargándose en la silla.

— Si — le dije ya que era obvio que se refiere a mí, mire detrás de mí para ver si se ve Alfredo.

— Le preguntaron por este — señalo a Alfredo quien regreso a su lugar.

— Así es.

— Dígame la verdad — me miro y no sé si mirarlo — yo ya lo sé, pero quiero que me lo diga usted a eso he venido.

— No es necesario apa, ya me encargué de eso— le dijo Alfredo, tomando mi mano por debajo de la mesa.

— Si ya sé que lo arreglaste, pero algo no cuadra y pues tengo tiempo para escucharla.

Tomo un trago a su baso.

— Señor, Damaso está aquí — se acercaron a él.

— Después hablamos — se levantó de su lugar para irse.

Se retiro de la mesa nosotros hicimos los mismo nos pasamos a retirar a la recamara, Alfredo me pidió que recordara lo que pude olvidar, pero por más que le doy vueltas a ese asunto no logro nada porque mi único temor es la amenaza de Favel.

— ¿Qué crees que se te pudo olvidar? — me dijo mientras se desabotona su camisa.

— Sigo en lo mismo, en el aeropuerto no me preguntaron nada hasta que no llegue a la fiscalía, como te dije me pusieron un abogado de oficio de esos públicos el solo me dijo que contestar si sabía la respuesta.

Busque en la maleta mi ropa para dormir y le pase a Alfredo su ropa, de la nada me abrazo dándome la vuelta.

— No pasara nada mientras yo este contigo.

— Tu papá cree que pude haber dicho algo, pero te juro que no dije nada todo lo negué.

— No pasa nada, yo te creo siempre te has mantenido al margen de todo esto así que lo que pueda ser que mi padre sabe, solo es cuestión de hablarlo yo me encargo de hablar con él — me dio un beso en la frente.

Entro al baño con sus cosas dejándome sola con mis pensamientos, quiero hacer lo posible por recordar que se me pudo haber pasado, algo que no dije algo que dije, tome mi teléfono lo desbloquee y volví a bloquearlo, - ¡y si se encontraron el teléfono! Que bote en el taxi si fue así pudieron recuperar su contenido pero que podrían encontrar con él, mis contactos son puros familiares, realmente nunca tuve el teléfono de Alfredo en mis manos y en mensajes menos - ¿Qué puede ser?

— Tienes que apagar tu teléfono — me dijo Alfredo al salir del baño con su pijama puesta y el cabello mojado — precaución, si quieres hablar con tu familia te doy otro teléfono con el que podrás hablar.

— Vigilaras todo lo que diga y haga.

— Si, si es necesario.

No me voy a poner a discutir con el de esto apague el teléfono y lo puse en mi bolsa de mano, tome mi pijama y unas toallas para entrar en el baño y darme una ducha, Alfredo se quiso pasar de listo queriendo ayudarme. - ¡el taxista! Ahora que lo recuerdo apareció de la nada en la fiscalía como si ya supiera que alguien lo podría ocupar en ese momento, pero puede que Favel lo pudo haber mandado el me lo dijo que reacciono primero que Alfredo, pero no en qué sentido, el guardia de seguridad, el que me dijo que él le avisaría al "patrón" de cuando acá le llamarían patrón a Alfredo. -

— Bruno y Alfredo — Sali de la recamara.

— En la sala hablando con el señor Joaquín, ¿ocupas algo?

— Si habar con Alfredo.

Recorrí el pasillo pasé de un lugar a otro, pero antes de poner un pie en la sala Bruno me detuvo.

— No puedes interrumpirlos, regresa a la recamara.

— Ve y dile a Alfredo que tengo que hablar con él.

— No, y además Favel está aquí y es mejor que no te vea.

— ¿Qué? Ese que hace aquí.

— Es escolta de seguridad, si te ve es capaz de molestarte

— Si te ve aquí claro que sabrá que estoy aquí.

Me regrese a la recamara en compañía de Bruno, le pedí que le hiciera llegar a Alfredo que necesito hablar con él, pero respuesta por parte de Alfredo ninguna, me toco quedarme un buen rato casi que escondida.

Alfredo apareció al fin de cuentas, le comenté lo que creo es importante o quizás no, quedo en averiguar que onda con lo del Taxista y del abogado le comente igual del guardia de seguridad aquel que me hablo de la nada. Me pido que no volviera hablar de ese tema, que lo dejara en sus manos.

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