🌼 N u e v e 🌼

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[Narra Tn]

Eran seis meses ya los que habían pasado sin saber nada de Kevlex, supe que está yendo a terapia por qué Jazz me lo dijo en una de nuestras llamadas diarias, pero quería saber cuál era el lugar donde las tomaba, quería ir a verlo.

¿Por qué no le preguntas, eh?— insistí a Jazz para que le preguntara el lugar la próxima vez que hablara con él.

—Esta bien, le preguntaré, pero no te prometo nada amiga— respondió con resignación.

—Gracias amiga, te quiero— le mandé un beso a través de la línea.

—También te quiero, tonta— me devolvió el beso.

—Ahora tengo que irme— avisé —debo ir a mi cita mensual con el ginecólogo.

—¡Ay! ¡Cierto, tus bebés¡ ¿Ya sabes que serán?— grito emocionada.

—Aún no, puede verse en el ultrasonido ya, pero prefiero que sea sorpresa— también estaba emocionada —ahora, si me disculpas, debo irme, chau— dije antes de colgar

Camine hacia las escaleras y me encontré con papá.

—¿Irás a tu cita?— preguntó algo emocionado.

—Si— respondí del mismo modo.

—Bien, te llevaré— tomo mi brazo con delicadeza y bajamos ambos las escaleras.

—Hoda mami— saludó Addison desde el sofá donde se encontraba sentada con mamá.

—Hola, pequeña— la abracé como pude, mi gran vientre no me lo permitía muy bien.

—¿Idas a vel a mish helmanitos?— pregunto comiendo una palomita de maíz.

—Si, bebé— me senté junto a ella.

—Espero que todo esté bien— dijo mamá.

—También espero lo mismo— sonreí.

—¿Vamos?— pregunto papá.

—Vamos— me levanté y me despedí de Addison y de mamá.

Mientras papá conducía hacia el hospital íbamos charlando y riendo como hace mucho tiempo no lo hacíamos. Encendimos la radio y comenzamos a cantar juntos. Fue la mejor tarde de mi vida.

Llegamos y papá me ayudó a bajarme del auto y a entrar al hospital y al consultorio.

—Buenas tardes, Tn— saludo el doctor —buenas tardes, señor Ta— saludo a mi padre.

—Buenas tardes— respondimos al unísono.

—Bien, hoy veremos si los bebés se están desarrollando de manera correcta y si no hay ninguna complicación en cuanto a ello— me explico.

—Si— respondí.

—Okay, ¿Puedes descubrir tu vientre, por favor?

Lo hice y me recosté en la camilla que ahí había.

El doctor colocó el típico gel viscoso de color morado en mi estómago para después esparcirlo y así poder comenzar con el ultrasonido. Papá observaba todo en silencio.

—Su desarrollo va perfecto, no hay enredos ni complicaciones, todo está correcto— anuncio el médico —¿Quiere saber el sexo ahora?— pregunto.

—Genial— sonreí —no no, así está bien doctor.

—De acuerdo— dejo el aparato a un lado y camino hacia su escritorio.

Me coloque bien la blusa y lo seguí.

—Recuerde seguir bien las indicaciones dadas hasta ahora y eso sería todo por hoy— asentí —nos vemos la próxima semana para el nacimiento de sus gemelos o mellizos— sonrió.

—De acuerdo, nos vemos dentro de una semana— devolví la sonrisa —vamos papá.

—¿Por qué no quisiste saber el sexo, hija?— pregunto mientras íbamos en el ascensor.

—Quiero que sea una sorpresa, papá— llegamos al primer piso y nos dirigimos al estacionamiento.

(…)

Habían pasado tres días desde que convencí a Jazz de preguntarle a Kevlex y no había tenido éxito en saber el lugar, me resigne y trate de pensar y convencerme de que pronto nos buscaría.

—Mami, no encuento mi muñeca— Addison la había buscado por todas partes y nunca apareció.

—Creo que se quedó en casa, mi niña— la levanté del suelo y la lleve a la cama —Más tarde iremos a buscarla ¿Si?.

—Shiii— comenzó a aplaudir y bajo a la cocina con mamá.

Después de la hora de la comida me dirigí a la habitación y duche a Addison para después hacerlo yo, luego de estar listas partimos al apartamento para buscar su muñeca.

Tomamos un taxi y llegamos en unos cuantos minutos, saludamos al guardia que se encontraba en recepción y subimos al ascensor.

Al estar ya frente a la puerta del apartamento rogué por qué Kevlex no se encontrara y para mí suerte al parecer lo estaba.

—Anda, ve por tu muñeca, bebé— Addison corrió a su habitación y yo la seguí.

Vi la luz de mi habitación encendida y me dio curiosidad el saber por qué lo estaba, gire el pomo de la puerta y lo que vi me dejó completamente en shock.

Estaba Kevlex semidesnudo sobre una mujer que estaba completamente desnuda pero cubierta con MIS sábanas.

—¿Api?— pregunto Addison, ni siquiera me di cuenta en qué momento llegó junto a mi.

Kevlex al escuchar la voz de Addison, de su hija, se separó de esa mujer que evidentemente era mayor que él, y se cubrió con una de las sábanas para evitar que Addison lo viera de esa manera, mientras que la mujer se cubría por completo con las sábanas sin saber que hacer.

—¡Tn! ¡Tn, esto no es lo que parece!— intento excusarse.

—¡¿No es lo que parece?!— grité —¡Ah! Ahora entiendo por qué no habíamos sabido nada de ti, estabas tan feliz revolcandote con esta que te olvidaste de nosotras— tome a Addison y salí de ahí.

—¡No! ¡Eso no es así!— corrió detrás de mi mientras se vestía.

—No te preocupes, te dejaremos en paz, adiós— entramos al ascensor y bajamos al primer piso, salimos y tomamos un taxi.

Ahora sí nos perdió para siempre...

Holiiiii
¿Cómo están?
Espero que estén súper, súper, supeeeeer bien.
Aquí otro capítulo
Espero leer sus comentarios
Los amu bebus U3U

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Culpa de los Celos /Kevlex y Tú/ [AP #2] Where stories live. Discover now