Culpa de los Celos /Kevlex y Tú/ [AP #2]

🌼 V e i n t e 🌼 parte 2

[Narra Tn]

El nudo en mi estómago crecía más y más.

Las dudas no dejaban de rondar por mi cabeza, ¿Sería él? ¿Será su cuerpo? ¿Puede que esté vivo? ¿Puede que esté muerto?.

Me dio un ataque de pánico y ansiedad, comence a hiperventilar, sentía que la respiración se me iba, sentía que en cualquier momento caería al suelo, y así fue, me desmaye y lo último que escuche fue el llanto de Addison.

Desperté en el hospital, no sabía que estaba haciendo ahí si yo debería estar con mis hijos.

—¿Por qué estoy aquí?— le pregunté a la madre de Kevlex que se encontraba a mi lado.

—Oh, que bueno que despertaste, el doctor tuvo que colocarte un par de tranquilizantes ya que no parabas de gritar que tú deberías estar con Kevlex y no aquí— ahora recordaba todo.

Flashback

—¡Sueltenme!— gritaba a los paramédicos que me introdujeron al hospital en la camilla —¡Déjenme ir! ¡Yo no debo estar aquí! Yo debo estar con Kevlex, déjenme ir con él.

Los paramédicos hicieron caso omiso a mis súplicas y me recostarón sobre la cama sosteniendóme con fuerza mientras el doctor entraba en la habitación.

—Calmese señorita, todo estará bien— inyectó algo en mi brazo y después comence a sentirme adormilada.

Fin Flashback

—¿Kevlex? ¿Donde está él?— me sentía aún desorientada.

—Tn, no lo sabemos... Así como tampoco sabemos si el cuerpo que encontraron es él o no, pero una cosa si debemos tener en cuenta, debemos tener Fe en que él está bien, en que él regresará sano y salvo de dónde quiera que se encuentre si es que está vivo por qué a estas alturas yo ya estoy perdiendo la esperanza— agachó la mirada intentando no llorar.

—Él está vivo, yo lo sé— asegure —Addison... ¿Donde está?— susurré.

—No te preocupes, ella y los niños se quedaron con Carla, Diego y Jazz en la casa, están bien— tomo mi mano —¿Debo preguntarte algo?— pregunto de manera muy seria. Me asusté.

Yo solo asentí en respuesta.

—¿Te arrepientes de haberte casado con mi hijo?.

—Por dios, señora ¡Claro que no!— exclamé —de lo que si me arrepiento es de haberme separado de él, de haberle pedido el divorcio, por qué lo amo y lo amaré, más a qué a nada ni nadie, siempre— estaba siendo realmente sincera —pero también debe entender que yo ya no podía aguantar más tiempo sus maltratos y que haberlo encontrado ese día en MI cama con otra mujer fue la gota que colmo el vaso por qué Addison también lo vio.

—Si, te entiendo— desvío la mirada —ya me enteré de todo eso, y estoy de acuerdo en que no deberías estar con alguien así pero si lo encuentran vivo no quiero que estés con él por lástima...

—Si lo encuentran vivo y si él quiere estar de nuevo conmigo estaré agradecida por qué nos daremos una nueva oportunidad de ser felices, amarnos y amar a nuestros hijos, no será por lástima, será por amor— en ese momento entro el doctor en la habitación.

—Señorita Tn, vo que ya despertó— sonreí —bien, solo un chequeo rápido, si todo se encuentra en orden podrá irse hoy mismo a su casa.

Comenzó a revisarme, me checo los latidos del corazón, mi respiración, entre otras cosas.

—Todo bien— anoto algo en unas hojas que se encontraban a los pies de la cama —hare el papeleo para firmar el alta y puede irse.

Una media hora más tarde ya estábamos saliendo del hospital, llegamos a casa y lo único que quería era estar con mis hijos.

(…)

Los días se pasaron lentamente.

Estábamos en la sala de estar viendo televisión con los niños cuando llegó un oficial a la casa.

—¿Pueden ir está tarde a reconocer el cuerpo?— pregunto a los padres de Kevlex.

—Claro, pero... ¿Solo podemos ir nosotros o también puede ir su esposa?— me acerque.

—También puede ir su esposa— me miró y se marchó.

Todos esperábamos a qué fuesen las cuatro de la tarde para poder ir, estábamos ansiosos, nerviosos, asustados.

Tic tac, tic tac, tic tac, Ding, ding, ding, ding la campana del reloj sonó cuatro veces indicando que eran las cuatro, salimos todos de la casa y nos dirigimos al lugar que nos había indicado el oficial, solo entramos mis “suegros” y yo, Jazz se quedó con Carla, Diego y los niños en el auto.

—Bien, pasen por aquí por favor— nos indico una señorita.

Entramos y una especie de doctor quitó la sábana blanca que cubría el cuerpo.

Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo...

Continuara...

FIN
(De la segunda temporada)

Holaaaaaa de nuevo
Bien hemos terminado con esto

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Los amu Bebus

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