01 - Mi último cliente

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—Ughm... J-Jungkook... —gimió el rubio ante las últimas embestidas proporcionadas por su amante.

Jeon sonrió ladino cuando el interior del mayor le apretó deliciosamente en su forma de hacerle saber el éxtasis que sentía, y sin esperar más, descargó su esencia dentro del condón siguiendo al rubio, el cuál reposaba sobre la gran vitrina de cristal con la vista fija en los tatuajes bajo él.

—Hermoso. —murmuró éste, saliendo de su interior y proporcionando una buena nalgada al contrario.

Un momento.

¿Cómo llegaron a esto?

Si rememoramos unos meses atrás, aproximadamente dos y medio, nos encontraríamos con un Jimin deprimido, aburrido de la monotonía compartida con su chica y a un Jungkook algo cansado de la vida común.

¿Por qué se sometieron de esta manera?

La respuesta está y permanecerá en Jeon's Tattoos. El local y/o apartamento que vivió desde primera perspectiva todo lo ocurrido con la pareja de amantes.

Flashback

Tan solo llegaba unos minutos tarde a la cita con el tatuador, pero no esperó, ni mucho menos, ver a un joven chico casi de su edad parado frente a él para abrirle la puerta del local. Una suave y ronca voz musitando un "adelante" y una camiseta negra ceñida que dejaba a ver unos cuantos tatuajes sobre la piel ajena.

Horas más tarde, Jeon daba por terminado el trabajo del primer tatuaje sobre la piel de las costillas del muchacho, éste se miró al espejo y sonrió, aunque seguía sintiéndose vacío.

Vaciló mirando la mirada que le dedicaba Jungkook tras sus espaldas y volteó su cuerpo para enfrentarlo. Había que aceptarlo, era un chico hormonal y bisexual y no pudo evitar repasar todo el cuerpo de Jungkook antes de caer a la tentación.

—¿A qué hora cierras?

—Tú eras mi último cliente.

Park asintió, de acuerdo con el chico y acercándose. No hicieron falta palabras ni mucho menos gestos para estampar sus labios en un necesitado beso. Ninguno sabían lo que estaban haciendo o sintiendo, pero sí notaban la tensión visible entre sus cuerpos, y no iba a ser ignorada.

Empujó el cuerpo del pelinegro para sentarlo sobre la silla de tatuar y poder sentarse sobre su regazo sin separar sus labios mientras comenzaba un suave vaivén rozando ambas caderas.

No hace falta aclarar como acabó aquello.

No siquiera que ambos se usaban para satirfacerse sexualmente sin sentimientos ni relaciones de por medio. Salvo la de Jimin con la cantante.

En otra ocasión si podríamos entrar en debate sobre cuando Jungkook admitió estar enamorado del rubio casi al mes y medio de conocerlo, pero... ¿y si le decía y éste huía?

Game Over ➶︎ Jikookmin AUTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang