Capítulo 4: El tiempo pasa

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5 años después.

-¡Elizabeth! - Escucho mi nombre a lo lejos, reconozco la voz, es Dalia, eso me tranquiliza.

-Llegas tarde por mí - Comento al acercarme a la chica de cabello negro por la ventana del auto -¿Tuviste algún problema en la Universidad? - pregunto preocupándome por sus notas, nunca ha sido una gran estudiante.

-En realidad un chico me pidió ayuda en la salida y pues...

-Si claro, te pidió ayuda - Sonrio sabiendo que es mentira - Seguramente en matemáticas conociendo tus grandes cualidades - me burlo con tono sarcastico.

- Bueno quizás yo le pedí ayuda a él, con mis grandiosas notas parece que lo necesito - Contesta con una sonrisa muy grande.

-¿Desde cuando te preocupa tanto la escuela? Aunque de ser así lo agradecería, muchas personas no tenemos esa suerte - Suspiro subiendo al auto.

-¡Vamos Eli!, tu meta es entrar este año, ¿A caso ya te rendiste? - pregunta recordándome con la mirada ponerme el cinturón.

-No, claro que no, aunque me desanima saber que ya cumpliré los 23, muchos entran a los 18 o 19 años - Admito al fin.

-¿Y eso qué? Muchos repetimos y seguimos en 3er semestre a los 22 - Se ríe ruidosamente sabiendo que se refiere a ella, algo que me da gracia - No importa la edad, importa la dedicación que le pones, y tu querida amiga, eres la persona más decidida del mundo.

Sus palabras me hicieron pensar, ¿Soy decidida?. Habían pasado 5 años desde que decidí arriesgarme a vivir sola. Pasé de residir en la ciudad de México a vivir en Baja California, allí aprendí inglés debido a la cercana frontera con Estados Unidos, muchas de las personas eran bilingües y pasó 1 año para que de igual manera yo lo fuera.

Trabajé como lava platos, vendedora de demostrador, en panaderías y lavandería. Fue entonces que conocí a Dalia cuando decidí viajar a Baja California Sur, el estado vecino. Tenía muchos ahorros con los cuales con el tiempo Dalia y yo empezamos a rentar una casa.

Fue entonces que Dalia me convenció para regresar a la Ciudad de México, cuando decidió transferirse de la Universidad de Baja California Sur a una Pública este estado. El cambio no me hacía feliz pero no tenía quejas, gracias a eso pude tomar otros cursos de Artes, literatura e inscribirme a un bachillerato abierto, donde podía terminar en sólo 5 meses.

- ¿Y como te fue en el trabajo? - Su pregunta interrumpe mis pensamientos y dude en contestar.

-La verdad no he tenido problemas, ser camarera es algo nuevo y cansado pero tampoco tan malo - Podría ser mejor si tuviera algunos amigos pero al bar solo frecuentaba hombres, la paga era buena aunque la jornada 10 horas de 2PM a 12 Am era cansada.

-Te acostumbraras, así lo hice yo, trabajar de día y estudiar de noche es pesado pero no imposible, además con nuestros ahorros podremos comprar una casa como siempre hemos soñado ¿no? - Intenta animarme a lo que yo asiento - Y sobre Di...

-No quiero hablar de él - La interrumpo -Acordamos en ya no hablar de él.

-Lo sé Eli pero han pasado 3 meses desde que terminaron y nos mudamos, no has mencionado nada de ese tema, se suponía que él también nos acompañaría - Insiste a lo que yo me resigno.

-Lo descubrí enseñándome - Confieso - Y no me refiero una infidelidad sino sobre mis padres, parece que están muertos y nunca me dijo esa información, claramente me sentí traicionada y lo mandé al carajo.

- Hey, hey, ¿Y Esas palabras?, ¿la Santa de Elizabeth diciendo eso?, diablos debí grabarlo - Evade el tema sabiendo que tal vez no debió insistir

-Pudrete Dalia - Niego con la cabeza mirando por la ventanilla del auto, la madrugada podía ser muy hermosa siempre que existiera la luna pálida.

-Tranquila, solo él no era el indicado, ya llegará quien lo sea y sobre tus padres, Elizabeth, no puedes pasarte toda la vida buscando a quienes no quieren ser encontrados

-No te preocupes, ya me rendí con ese asunto - La tranquilizo, cosa que no era mentira. Había invertido mucho dinero en investigadores, acudiendo al ministerio público, y gaste mucho tiempo con Diego, pensando que por ser Policía podría ayudarme.

-Dalia, ¿Siempre seremos amigas?

-Eli, nada podría separarnos

-¿Lo prometes?

-Lo prometo Eli, lo prometo.

Cartas A Ella Where stories live. Discover now