03♣ Él vino a impresionarme

34.2K 2.8K 3.3K
                                    

EZRA.

Se manejan demasiado bien para ser principiantes, son aficionados con ambición o aun no bebieron una gota de nuestro alcohol mágico, me inclino por la segunda opción así que lo voy a arreglar yo mismo. Sin apartar la vista de mis cartas, me reclino en la silla hacia uno de los trabajadores pidiéndole que nos traiga suficiente para que podamos continuar.

Sigo sorprendido por la nueva cara dentro de mi jaula, nunca había visto alguien tan exótico, a diferencia de lo que suelo ver en mis dibujos japoneses, es una rara mezcla entre rasgos asiáticos, pecas y cuerpo grande. No es lo que se esperaría en un hombre con esa nacionalidad.

Pero no importa, un plato nuevo no viene mal a mi dieta.

Le hablo con la mirada a Alek toda la ronda, la mesa está silenciosa, las respiraciones me hacen eco, mucha calma esta para estar jugando conmigo. Sospechoso.

—No los había visto antes, espero se sientan bienvenidos. —corto el silencio.

—Quizás no nos recuerde, venimos cuando tenemos tiempo. —responde la mujer de pelo rosa.

—Si los hubiera visto, —fijo mi mirada él—. estoy seguro que los recordaría.

—De todas formas —se mete en la conversación levantando la cabeza lo suficiente para mirarme a los ojos—. un placer, señor Galanterie.

Mierda, qué linda voz.

—Déjese de formalidades, puede llamarme Ezra, o cuando desee.

—Kaan.

El chico que reconozco con el nombre de Dan gana la primera partida, se sabe que es un buen jugador, normalmente uso a uno de mis expertos en las mesas para que no deje a nadie avanzar más que nosotros, pero esta noche Orslok puede descansar. Incluso mi mejor amigo se ve en confianza, no voy a arruinarlo.

Examino la limpieza de las copas mientras que el mozo que trae bocadillos se para a mi lado por más tiempo del requerido, nadie hace eso y menos una persona con años de experiencia, algo pasa fuera de visión.

Me guiña el ojo, aunque lo importante en este momento es que lo combina con una inquietante mirada fija. Eso es una señal de alerta.

¿Nos están espiando?

No se puede ligar en paz, qué agonía.

Pongo mi mano en la parte superior de su espalda para que gire, caminamos hasta llegar a un sitio privado. Mis compañeros no pueden quedarse sin supervisión mía, espero que no sea malo. Es decir, espero no sea desfavorable, pues en ese caso se le diría bueno, los "malos" somos nosotros.

—Más le vale que sea importante. —refunfuño.

—Son policías. —informa en seco, no se molesta en bajar el tono o preparar el terreno.

Arrugo las cejas, mis labios susurran "¿Los de la mesa?". Él asiente con lentitud.

—¿Y? Ya sabemos —declaro aún confuso—, Dan no es una amenaza. Lo conocemos.

—No me refiero a él, tiene dos nuevos acompañantes.

—Una forense no puede siquiera perjudicarnos. —lo regaño irritado, detesto que me interrumpan sin razón.

—Lamento negarle la razón señor, pero no lo está captando. —hace énfasis en pronunciar la ultima palabra, abre en grande los ojos.

—¡¿Qué no estoy captando?! Ya te describí a dos personas y... Me falta el tercero. —caigo en cuenta.

Es más, no sé nada de ese, ni un solo dato.

Oh, claro.

—Gracias hombre —palmeo su espalda—, lo tengo todo bajo control.

As bajo la manga | RESUBIENDOWhere stories live. Discover now