La imprimación del Alpha |JACOB BLACK|

EPÍLOGO ;;1

Dos años más tarde:

Estaba atándome la corbata por cuarta vez, hoy era la graduación de Nala y la vería en el gimnasio porque ayer tuvo fiesta de pijamas con las demás improntas, no era la única que se graduaba hoy, también lo hacían Kim y Megan.

Me ponía nervioso que durmiese fuera de casa, pero se habían aficionado a las fiestas de pijama y no podía decirle a Nala que no fuese, a ella le gustaba estar con sus amigas. Aunque decidí no decirla nada sobre esas fiestas después de la discusión que tuvimos cuando volvió a las clases.

Flashback.

Estaba sentado en la camioneta, Nala salía en unos minutos de clase y la venía a buscar para luego irnos a casa de mi padre, Rachel me había pedido que llevase a Nala de nuevo, y yo no podía negarme. Además, Nala había trabajado duro para controlar tanto su temperamento como a su loba, y después de casi un mes destrozando ropa, lo había conseguido pudiendo volver a las clases.

El timbre sonó y al minuto vi a Nala salir del edificio junto a Megan, Kim, Sophie y Kiara, se habían hecho muy amigas, y Embry, Jared, Collin, Brady y yo estábamos encantados, porque cada vez que ellas quedaban sabíamos que ningún tipo se les acercaría.

O eso creía.

Junto a mi chica había un imbécil haciéndola reír mientras bajaban las escaleras, y no pude evitar salir del coche rápidamente y caminar hacia Nala, quien, al verme, sonrió como si no estuviese coqueteando con ese tipo, y se lanzó a mis brazos para que la cogiera en el aire. Aproveché que ese tipo estaba mirándonos y la besé tan duro como pude, ella era una chica lobo, no tendría problema con la rudeza con la que la besaba.

—Adiós. —Se despidió Nala de la mano de todos y bajó de mi cuerpo para andar al coche ignorándome, notaba su gruñido creciendo en su pecho.

—Nala. —Suspiré mientras me sentaba en el asiento del conductor, Nala simplemente miró por la ventana. —Suéltalo.

—¿Por qué demonios me has besado de esa forma? —Gruñó, me miró de reojo y luego siguió mirando por la ventana.

—Estabas coqueteando con ese tipo, Nala. —Contesté con el ceño fruncido. —Solo quería que viese que eras mía.

—Jacob, ese chico es Drake, y es gay, me estaba contando la cita que tuvo ayer con un chico de Seattle. —Contestó Nala al mismo tiempo que suspiraba derrotada. —Y no estaba coqueteando con él, sólo hablaba, pensé que confiabas en mí, pero veo que me equivocaba, mi loba y yo te queremos muchísimo, nunca haría eso.

—Nala, lo siento... Yo no pensaba en...

—Exacto, no piensas. —Gruñó Nala antes de bajarse de la camioneta, ya habíamos llegado a casa de mi padre.

Fin flashback

Para que me perdonase tuve que prepararle una cita especial donde la llevé a una de las montañas que tenían cascadas escondidas, con comida, pero Nala me perdonó con un puñetazo en el brazo y un dulce beso en los labios.

—Tío, mueve el culo. —Dijo Embry entrando en mi cuarto, él ya llevaba el traje, pero mi corbata se negaba a colaborar, pero hoy era un día especial y tenía que vestirme así. Después de otros quince minutos, Embry y yo nos montamos en mi camioneta y conduje hacia el instituto de la Reserva, Nala por fin se graduaría y abriría su librería, dijo que quería ir a la universidad, pero que no tenía prisa por ir, y yo internamente me alegré de que esperase para ir a la universidad.

Al llegar, pude ver que la manada ya estaba ahí, rápidamente nos sentamos con ellos y pude oler el aroma de mi impronta en las filas de los graduados, parecía nerviosa. La ceremonia fue rápida y cuando vi a Nala con su toga negra no pude evitar ponerme de pie y aplaudir con todas mis fuerzas a mi preciosa chica. Pero no me esperé el vestido que llevaba, al quitarse la toga me quedé con una cara de estúpido, lo sé porque Paul fue tan amable de decírmelo mientras se reía. El vestido de Nala era simplemente maravilloso, y tenía ganas de comerme a mi impronta, y mi lobo también.

En la fiesta que preparó Emily para las graduadas estuve todo el rato tocando la espalda de Nala, era increíble notar el cambio de su suave piel y el encaje del vestido, estaba deseando arrancarle ese vestido, pero teníamos que ser educados y estar en la puñetera fiesta, además de que había preparado una sorpresa para Nala. Quil me hizo una señal para decirme que todo estaba listo y cogí la mano de Nala para sacarla al bosque, estaba muy nervioso y no sabía que esperar.

—¿A dónde vamos? —Preguntó Nala quitándose los zapatos de tacón, le gustaba andar descalza por el bosque, mi pequeña loba era demasiado salvaje, y me encantaba.

—Es una sorpresa, cariño. —Susurré con una sonrisa nerviosa, seguimos caminando hasta que llegamos a los acantilados, la luz de la luna era perfecta y Nala y yo nos veíamos perfectamente.

Nala se adelantó un poco y se quedó observando el mar, era el momento decisivo, así que aprovechando que estaba de espaldas a mí, hinqué la rodilla y esperé a que Nala se girase y me respondiese a la pregunta más importante de mi vida.

—Jake, ¿qué haces? —Preguntó tapándose la boca totalmente asombrada, estaba preciosa con esa carita.

—¿Quieres casarte conmigo?