Capítulo 7

35.2K 2.7K 312
                                    

Sorprendentemente, Leah Clearwater es muy simpática para ser una mujer lobo, por lo que no tengo problema cuando me acompaña no solo a mi casa, sino también a Forks a por mi coche.

—Ha sido un placer pasar el día contigo, Lee. —Digo con una sonrisa sincera que iguala la de Leah cuando escucha el mote que la he puesto. Leah deja un beso en mi mejilla y sale corriendo por el bosque, transformándose de un salto.

El resto de la tarde, lo paso comiendo palomitas y teniendo un maratón de películas hasta que, a las dos de la mañana, unos golpes son dados contra mi cristal, pero no me asusto porque sé perfectamente que es el lobo de Jacob, quien ha tomado el control del cuerpo para venir a verme. Suspiro y dejo que el lobo con el cuerpo de Jacob pase a mi cuarto, rápidamente me abraza y mete su nariz entre mi cabello, aspirando rápidamente mi aroma.

—Manada, oler a manada. —Ronronea con una pequeña sonrisa y se queda sobre mí, con sus brazos rodeándome la cintura suavemente, saca su rostro del hueco de mi cuello y hombro, y de forma lenta junta sus labios con los míos en un casto y suave beso. —Jacob ser testarudo, pero amar a Amelia también.

No puedo moverme mucho, puesto que creo que estoy demasiado sorprendida ahora mismo, y no sé si es por el beso o por las palabras del lobo que ahora mismo me está guiando hacia mi cama, se tumba a mi lado y apoya su cabeza suavemente sobre mi estómago, quedándose dormido casi al instante.

¿Por qué demonios estoy permitiendo esto?

Ni si quiera debería haberlo dejado pasar en un principio, debería haberlo dejado fuera, como cada noche he estado haciendo, pero no, en cambio, he dejado que me besase, y lo peor es que me ha gustado el beso, maldita sea. Despierto unas horas más tarde, pero el lobo sigue aferrado a mí, como si me fuese a ir en sueños pero, es mi cuarto, el que tendría que irse debería ser él.

—Mierda. —Escucho la voz de Jacob susurrando, se separa de mí y por su mirada sé que no es el lobo, pero parece no darse cuenta que sigo despierta, porque parece debatirse algo internamente, luego besa mi frente con suavidad, niega levemente su cabeza, y sale por la ventana. Sólo se me viene una cosa a la cabeza, ¿Jacob, el de verdad y no su lobo tomando las riendas, acaba de besar mi frente sin ningún tipo de coacción para hacerlo?

Los deseos del lobo  |JACOB BLACK|Where stories live. Discover now