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A pesar de sus mil años de experiencia, Khaleesi no era alguien que supiera con exactitud lo que era el autocontrol. Puede que en todos aquellos siglos debería de haber aprendido, pero era más complicado. Su apetito era más insaciable que el de otros vampiros, por eso aquel día había conseguido demostrarse a sí misma que podía autocontrolarse.
Pero fue un alivio aguantar su insaciable apetito hasta que llegó a casa. Donde, literalmente, arrasó con todas las reservas de sangre que tenía. A pesar de que eso sería un problema, en aquellos momentos Khaleesi no pensó en ello, además, había muchas formas de obtener sangre y salir de caza no era algo que la desagradaba, a pesar de ser alguien que pensaba con frialdad muchas veces, salir de caza la hacía recordar que ella era una depredadora, no una persona normal. Ella jamás había sido normal.
—¿Por qué no me dijiste de tu poco autocontrol?— Preguntó Derek haciendo que la híbrida se girase y le mirase de mala forma.
—No es algo que tú tengas que saber.— Respondió la vampira mientras tiraba todas las bolsas de sangre.
—¿Seguro? Creo que en el momento en el que decidiste ayudarnos a Aria y a mi nos deberías de haber dicho esto.— Afirmó Derek con un tono de preocupación.
—Como si te importará.— Respondió la Original mientras salía de la cocina con una botella de bourbon en su mano. Se dirigió al salón y prendió la chimenea, para después quitarse la cazadora de cuero y tirarla dejando que fuera envuelta por las llamas.
—¿Por qué no debería?— Preguntó Derek completamente confundido, lo que hizo que Khaleesi pusiera, también, una expresión que él no vio.
—Deberías de hablar con Aria de lo sucedido.— Le aconsejó la vampira mientras comenzaba a beber.
—¿Para qué? No ha pasado nada, no he muerto ni nadie ha salido herido.— Comento Derek con obviedad mientras se sentaba al lado de la chica.
—Por que si se entera por su cuenta, la tendrás que tener más miedo a ella que al Alfa.— Advirtió Khaleesi mientras observaba embobada las llamas.
—Siento lo de tu cazadora.— La vampira se encogió de hombros.
—No importa.— Respondió ella mientras le ofrecía la botella de bourbon. —¿Quieres?
—Soy un hombre lobo, beber alcohol no servirá de nada. Es de una de las desventajas.— Respondió Derek mientras Khaleesi alejaba la botella. —Pero no he dicho que no quisiera.— Afirmó arrebatándola la botella.
—¿Y para que bebés?— Preguntó confundida.
—¿Y por qué no?— Derek miró a Khaleesi, la cual le miraba esperando una respuesta.
—Sabes perfectamente que no te servirá de nada. Así que o bien lo haces esperando un milagro o bien para acabar con mis reservas. Y el buen bourbon es caro.— Afirmó ella mientras seguía bebiendo.
