25. Más allá de la NYU hay vida

61 4 0
                                    

Sophia

13:50

Estaba nerviosa por Harry, no podía meterse en problemas en la universidad y menos por mí, pero no sabía qué hacer para evitarlo.

Mientras esperábamos al Playboy fuimos a dar un paseo y recogimos la comida, la pedimos para llevar, así que le mandé un mensaje a Harry diciéndole donde estaríamos.

14:20

Mi móvil empezó a sonar, mi madre llamándome por video llamada. Hacía mucho que no hablaba bien del todo con ellos porque mi vida estaba siendo de lo más inestable y ocupada y apenas sacaba tiempo, pero aquella vez me separé del grupo y cogí la llamada. Les iba a contar qué pasaba con Harry.

—Hola mamá, hola papá —dije sonriéndoles y saludando con la mano a la maldita pantalla—

—Hola cariño —saludaron los dos a la vez—

— ¿Qué tal va todo hija? —preguntó mi madre sonriente—

—Muy bien mamá, súper bien, de verdad. Tengo mucho que contaros.

—Bueno, pues adelántanos algo muñequita —dijo mi padre llamándome como lo hacía cuando era pequeña—

—Ay papá no me llames así —dije poniendo los ojos en blanco mientras nos reíamos los tres—. No sé por dónde empezar... Los estudios me van muy bien y estoy súper contenta de estar aquí, ah, y... Tengo novio. —dije rápido—

— ¿¡QUÉ?! —se sorprendieron los dos a la vez—

—Pues eso, que tengo novio —repetí con risa nerviosa—. Se llama Harry y es mi compañero de habitación.

— ¡¡¡NECESITO CONOCERLO POR FAVOR!!! —gritó mi madre histérica de contenta haciéndonos a mi padre y a mí reír—

—Esperad, creo que acaba de llegar, que vamos a comer en este sitio tan bonito al aire libre para aprovechar el sol que hace hoy, que últimamente está lloviendo. —Les conté mientras buscaba a Harry con la mirada, porque le había escuchado decir mi nombre mientras yo les enseñaba a mis padres el lago

— ¿Estás sola con chicos Sophia? —preguntó mi padre un poco más serio—

—Sí papá son amigos de Harry, bueno y mis amigos también. Un segundo. ¡Harry ven que te quiero presentar a alguien! —pedí haciéndole un gesto con la mano. Aún no se me olvidaba que tenía una conversación pendiente con él—

—Dime amor —dijo abrazándome por la espalda y dejando un beso en mi mejilla—

—Mira, estos son mis padres, te querían conocer —levanté mi móvil y qué vergüenza pasé—

—Ah, ¡hola! —les dijo él nervioso—

—Hola guapo —le saludó mi madre—

—Mamá, Papá os presento a Harry, y Harry, ellos son Emma y Nolan

—Encantado

—Igualmente Harry —contestaron mis padres a la vez—

—¿Qué tal se está portando nuestra hija? —preguntó mi padre en tono gracioso—

—Genial señor Jonhson, es un ángel caído del cielo —se rieron los tres y yo decidí acabar con aquella batalla en la que tenía tres contrincantes—

—Bueno, os tengo que colgar que tenemos que comer ¿vale? Mañana os llamo más tranquila

—Vale cariño, hasta mañana —se despidió mi madre lanzándome un beso—

—Adiós muñequita —dijo mi padre colgando—

—Así que muñequita eh... —susurró Harry en mi oído—

—Odio que siga llamándome así —confesé sonrojándome—

—Pues a mí me encanta —me dijo dándome con el dedo índice en la nariz mientras pasaba el otro brazo por encima de mis hombros y me acercaba a él—.

Al volver con los chicos nos pusimos a comer y después nos tumbamos en el césped para dormir la siesta; yo no conseguía dormirme porque notaba a Harry raro desde la llamada, no estaba mal conmigo, pero había algo raro en él.

22:30

Acababa de salir de la ducha, ya habíamos cenado y estaba muerta de cansancio. Al salir de la ducha vi el corazón que Harry dibujó con el vapor del espejo días atrás después de hacer el amor allí, tras suspirar me puse una de sus camisetas y volví a la habitación.

—Amor —dije sentándome en la cama haciendo que me mirase de reojo mientras él leía—

—Dime

— ¿Qué te pasa? —le pregunté con un poco de miedo en el fondo, no sabía que le pasaba—

—No me pasa nada Sophia

—Ya sé que me vas a decir que no te pasa nada, pero sé que te pasa algo, llevas distante toda la tarde, no soy tonta.

—Es verdad Sophia, no me pasa nada —dijo esta vez más cariñoso poniendo una de sus manos en mi pierna y cerrando el libro—

—Es porque te he presentado a mis padres ¿verdad? Sé que es eso, tiene que ser eso —suspiró—. Lo sabía y lo siento, de verdad, pero les conté que estaba con alguien y ellos ya me lo habían notado y tú estabas allí y

—Y nada amor, me encanta que me presentes a tu familia, quiero conocerla toda enterita, quiero conocer todo de ti, tu casa, el colegio al que ibas cuando eras pequeña... Todo, pero a veces necesito un poco de espacio, ya sabes cómo soy, además no me lo esperaba y me estoy concienciando de que estar juntos no solo somos tú yo y nuestros amigos, tengo que entender que más allá de la NYU hay vida, tenemos nuestras vidas y agh no sé, llevo dándole muchas vueltas a todo hoy, así que no te preocupes solo es un paso más en mi cambio, me ha encantado conocer a tus padres, en serio Sophia.

—Me alegro muchísimo Harry, no sabes cuánto, estaba preocupada porque te sintieras agobiado o no sé. Pero ten claro que, aunque ahí fuera los dos tengamos nuestras vidas y sean polos opuestos, ya nos las apañaremos para que sean una, ya verás, y no te preocupes, que solo estás dejando de ser un Playboy.

—No sabes cómo te quiero, amor —dijo levantándome y poniéndome encima suya mientras me abrazaba y apoyaba su cabeza en mi pecho—

—Y otra cosa, no quiero más líos con Lucas por favor, pero ni con Lucas ni con Noah—Harry suspiró— en serio Harry, es mi profesor y solo me quiere ayudar, así que, por favor, no sé lo que habréis hablado, pero no me lo pongas difícil.

Tras una breve discusión la cual gané, aunque él estaba convencido de que yo le gustaba a Noah, el juego empezó. Empezó a dejar besos calientes por mi cuello y automáticamente me apreté más contra él; sus manos se movieron a mi culo y las mías a su nuca. Unos minutos después ya no quedaba ropa entre nosotros, mi pecho subía y bajaba rápido de la excitación, amaba ver los labios de Harry hinchados por la pasión de los besos. En un abrir y cerrar de ojos el Playboy me levantó y tumbó para ponerse él encima de mí; siempre queriendo controlarlo todo, y eso me encanta.

—Harry por el amor de Dios como sigas moviéndote así voy a explotar —dije clavando mis uñas en su espalda—.

Entró sin esperármelo regalándome los mejores segundos del día. No estaba siendo nada delicado, pero tampoco quería eso, necesitaba fuerza, pasión y descontrol. Y eso tuve.

Al acabar estábamos los dos sudando y muy acalorados, mis piernas aún seguían temblando y Harry sólo sabía mirarme y reírse.

Cuando nos relajamos un poco y se acabó la efusividad se echó a un lado y puso el aire acondicionado suave porque seguía haciendo calor, después me pidió que me tumbase a su lado y acabé como casi todas las noches con la cabeza en su pecho.

Su corazón aún iba a 1000 por hora.

Empezamos a hablar de la vida y nos quedamos dormidos.

Mi primer amor, el Playboy.   |TERMINADA|Where stories live. Discover now