I Want To... Kill You. ꞋꞌꞋꞌSatzuꞋꞌꞋꞌ |G!P|

VII

Pov Sana

Estaba confundida sin duda alguna, ¿qué rayos le pasaba a los gorilas que tenía en frente?, ¿a caso no me reconocen?, algo irritada les comencé a reclamar en un tono que mostrara que estaba comenzando a impacientarme.

—¿Se puede saber qué hacen?, ¿quieren que le hable a su jefe y los despida? —Amenacé, hoy no estaba para juegos, tenía cosas que hacer, reuniones a las que asistir, no podía perder tiempo en éstas tonterías, y más si se trataba de Daniel.

—¿Se habrán comido un payaso o acaso el gato les comió la lengua? —Preguntó Momo viendo a los guardias con una ceja alzada, sin duda era extraño el comportamiento de aquellos sujetos con traje.

Volví mi vista a ellos viendo sus reacciones, pero aparentemente era como si estuvieran dormidos, ya que parecía que no reaccionaban a nada, solo si intentaba acercarme a la puerta es cuando se movían para bloquearme el paso, solté un suspiro, tenía que relajarme, cuando me estresaba no pensaba con claridad, así que cerré los ojos por unos breves segundos y en un movimiento rápido saqué el paralizador que tenía en mi pequeña cartera, veía como el de la izquierda comenzaba a retorcerse por las corrientes de electricidad que pasaban del aparato a su cuerpo, cuando decidí que era suficiente lo alejé del guardia que ahora yacía en el pavimento de la calle desmayado por posiblemente el dolor y los choques eléctricos, después fue el turno del de la derecha, al que le pasó lo mismo, lo raro aquí es que ninguno trató de defenderse... Era bastante extraño ésto.

Pero decidí ignorarlo y entrar de una vez a aquella empresa sin darme la molestia de esconder el cuerpo de los guardias, después de todo solo estaría en este lugar por unos minutos, me daba igual si algún transeúnte llamaba a la policía o ambulancia por los cuerpos, ya que cuando llegaran yo ya no estaría ahí, más grata fue mi sorpresa ver una infinidad de cuerpos tirados en el piso, todos eran trabajadores, en definitiva no me esperaba algo así, ¿qué demonios ocurrió aquí?.

—Momo... —Dije en apenas un susurro que había escapado por mis labios al ver lo que tenía en frente.

—Lo sé, lo estoy viendo... —Respondió, dimos unos cuantos pasos para llegar a la recepción y así observar mejor nuestro panorama, no sabría decir si estaban muertos o no, esto cada vez iba de mal en peor.

Noté como la japonesa se acercaba a uno de los cuerpos para tomarle el pulso y después me miró asintiendo, dando a entender que estaban vivos, al menos éso era lo único bueno de todo ésto, pero, la pregunta no es cómo pasó ésto si no... ¿Quién lo hizo?, ¿y por qué?. Di unos pasos más para estar cara a cara con el elevador, estaba a punto de picarle al botón cuando siento una mano encima de la mía frenando dicha acción.

—No creo que sea buena idea, quizás la persona, o los que hicieron ésto sigan aquí, es mejor ir precavidas —Explicó mientras sacaba la pistola que llevaba en el bolsillo interior de su saco, yo la miré por unos segundos y de mi cartera saqué otra, creo que tenía razón, lo mejor era ir con cuidado, así que nos encaminamos hacia las escaleras para poder subir, pero antes de siquiera poner un pie en el primer escalón dos globos llenos de agua impactaron en nuestras caras.

Ante la sorpresa cerré los ojos, sintiendo así toda el agua explotar en mi rostro, ¿pero qué mierda?, solo tardé dos segundos en reaccionar, abrí mis ojos para poder cerciorarme de que Momo estuviera bien, ella me miró con muy mala cara, estaba totalmente empapada del rostro al igual que yo, más no pasaron ni cinco segundos cuando sentí como otro globo impactaba en mi cuerpo, solo que esta vez en el estómago, bastante enojada y confundida dirigí mi mirada a las escaleras, arriba del todo había una catapulta algo improvisada, y dos chicas mucho más jovenes que yo estaban detrás de ella, al ver como colocaban otros dos globos en ella no dudé ni un segundo en moverme de mi lugar para poder esconderme en la pared más cercana, cuando estuve a salvo pude ver como ambos globos salían disparados, en esta ocasión su destino fue el suelo y para mi sorpresa, en vez de contener agua ahora contenían pintura, busqué a Momo con la mirada, la encontré escondida detrás de una pared al igual que yo, ella enseguida me interrogó con la mirada como si yo supiera lo que estaba pasando, por lo que fruncí el ceño un poco indignada antes de negar con la cabeza, dando a entender que no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo. La japonesa no tardó en sacar su celular para comenzar a teclear en el, no se hizo tardar el sonido de una notificación nueva en mi móvil, por lo que rápidamente lo saqué sabiendo de qué se trataba, era un mensaje de ella.

"¿Qué hacemos?, ¿quiénes son esas niñas y porqué nos disparan globos?"

"No lo sé, estoy igual de confundida que tú... pero si siguen aquí es porque aún no terminan con lo que vinieron a hacer" le respondí.

"¿Y para qué vinieron?, ¿a por ti o a por Daniel?", esa era una buena pregunta sin duda alguna.

"Quizás por los dos, pero, nosotras venimos a por Daniel y su dinero, si él aún sigue vivo no dejaré que lo maten, así que tendremos que subir".

"Bueno, son dos adolescentes, podemos contra ellas, ¿yo la de la izquierda?", mandé un corto "sí" como respuesta antes de guardar mi celular en mi bolsa.

Tomé mi pistola con ambas manos para levantarla a la altura de mi cabeza, estaba más que dispuesta para tirar a matar, no dejaría que nadie se burlara de mi de aquella manera, "¿era enserio?, ¿globos de agua?", pensé con bastante molestia, asomé la parte superior de mi cuerpo y empecé a disparar al final de las escaleras.