El Chinito de la cafetería [ J•JK ]

04.

Después de terminar de almorzar casi explotamos quedamos muy llenos y el bruto de Elías casi se viene en vomito por andar mariqueando.

ㅡ Bueno ¿Cuál es la siguiente parada? ㅡ mi papá se montó al igual que nosotros.

ㅡ Centro comercial ㅡ gritamos al unísono mis hermanos y yo.

Mi mamá empezó a reír y puso la ubicación en el mapa, arrancamos a nuestro destino.

ㅡ Su madre, ya quiero ver la ropa y comprarla ㅡ dije emocionada dando saltitos.

ㅡ El marico de Santiago no para de preguntarme por ti, es una ladilla en el culo de pana ㅡ Elías me mostró el chat que tenía con él.

Hice un puchero, lo extraño vale.

Mi papá miró a Elías con mala cara por el retrovisor.

ㅡ La palabrita Elías Andrés ㅡ lo regañó mi mamá negando con la cabeza.

ㅡ Ah pues mamá, tú también dices ese verguero de groserías y uno no te dice un coño ㅡ mi mamá lo miro asombrada y le metió su coñazo.

ㅡ ¡Tomaa! Por guebón ㅡ Gabriela y yo reímos como locas.

ㅡ Ya tú vas a ver cuando lleguemos a la casa Elías Andrés ㅡ Lo amenazo mi mamá mirándolo mal.

ㅡ Bueno ya, cual es la risa mamaguevas ㅡ se cruzó de brazos mirándonos con cara de culo.

ㅡ Ah no vale, ya va a llorar ㅡ lo jodio Gabriela echándose a reír.

ㅡ No aguantas chalequeo, picado ㅡ él nos miró con mala cara y se nos lanzó encima y que para pegarnos.

ㅡ Ya llegamos, animales ㅡ hablo mi papá y con eso bastó para que nos bajaramos de coñazo.

ㅡ Cariño, que te dije de decirles así a los niños ㅡ reprochó mi mamá.

Mi papá torció sus ojos con diversión.

ㅡ Lo digo en forma de cariño, no te preocupes.

ㅡ Coño esta verga es burda de grande, el Mille y el Sambil se quedaron pendejos ㅡ Gabriela asintió dándole la razón a Elías.

ㅡ Ni que el Mille y el Sambil fueran la gran vaina ㅡ me reí ㅡ Bueno ¿Que esperamos? ㅡ todos reaccionamos y entramos, había gente por coñazo, los coreanitos que pasaban por ahí se nos quedaban viendo a mí y a Gabriela con sorpresa.

ㅡ ¿No quieren una foto mejor? Les dura más ㅡ Elías nos abrazó por lo hombros, pero él tampoco se quedaba atrás las chinas cada vez que veían al marico este les daba un soponcio ahí.

Si supieran como es, ni lo voltean a mirar.

Entramos a varias tiendas y también compramos ropa que jode, luego fuimos a varios lugares de Seúl, Elías nos tomó varias fotos la pasamos de pinga hasta que el sol se escondió y empezó a oscurecer.

ㅡ ¿Y ese poco de gentío qué? ㅡ mi mamá entrecerró sus ojos para lograr ver porque habían un poco de chicas gritando y chillando.

Me levanté de puntas logrando ver a un grupito siendo fotografiado por las chamas locas de allí.

ㅡ Deben ser famosos ㅡ Gabriela se iba a acercar a ver quiénes eran pero Elías la logró agarrar del cuello de su camisa.

ㅡ ¡Ay coño, yo quiero ver quiénes son!.

ㅡ No te vayas a meter en ese poco de gentío Gabriela ㅡ la regaño y ambos empezaron a discutir.

Torcí mis ojos empezando el camino en donde dejamos el carro estacionado, estaba cansada y quería llegar a casa.