Capítulo 29: El reino trol

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Pese a los cambios que acontezcan en la historia, las tradiciones y costumbres arraigadas en nuestro ser prevalecen tanto como el polvo.

— Anónimo

— ¿El reino trol? —preguntó Marco visiblemente confundido.

— Así es —respondió Globgor—. Aquel sobre el cual alguna vez goberné. Creo que sería un buen sitio en donde asentarse no solo porque es un lugar alejado del reino de Mewni, y al cual los mewmanos nunca irían, sino porque es mi reino —bajó un poco los ojos y los clavó en sus manos—, o al menos alguna vez lo fue. —No pudo evitar pensar en el hecho de que había dejado a su pueblo para ir con su amada. Sí, en aquella noche tenía la idea de regresar junto con ella, pues los suyos habían aceptado su deseo, o "capricho" según la opinión de algunos. Sin embargo, después de lo ocurrido, trescientos años sin dar señales de vida, temía que todo hubiese acabado en ruinas debido a su ausencia, así que también lo empujaba la curiosidad por ver cómo se encontraba el reino—. He dejado mi reino sin un líder que los guíe. Probablemente haya otro rey gobernando —cerró los puños apretando los dedos con fuerza—, pero eso no quiere decir que no pueda volver —volvió a mirar a Marco y Eclipsa—. Creo que esta puede ser una buena opción.

Tanto el hombre como la mujer intercambiaron miradas y luego sopesaron la idea.

— ¿Qué más opciones tenemos a parte de ir al reino trol? —le preguntó Marco a Eclipsa.

— Bueno, creo que está más que claro que volver a Mewni no es una opción. —Marco hizo un gesto de obviedad ante lo que dijo la mujer—. Vivir en la cueva en donde Star hizo la fiesta también parece ser poco seguro. —Esta vez Marco solo hizo un gesto de concordancia—. Y la otra opción sería vivir aislados en los bosques.

Marco se agachó un momento y tocó la tierra.

— Eso sería posible, pues yo ya estoy curtido en el tema de la supervivencia. Y parece que Globgor no se queda atrás en ese sentido tampoco —comentó, señalando con un trozo de hueso al jabalí aún sobre las llamas—. Pero no creo que sea buena idea vivir recluidos. O sea, podríamos hacerlo, pero creo que la integración en la sociedad es algo importante, aunque no sea la nuestra —aclaró, mirando a Eclipsa.

— ¿Y qué hay de la tierra? —dijo Eclipsa.

— No creo que sea una opción viable. Para ir allí deberíamos utilizar un portal. Como casi nadie va a la tierra, Hekapoo iría tras el portal abierto como si se tratase del criminal más buscado del reino —se quedó callado un momento—, y según ellos puede que así sea. Aunque fuéramos con Nachos no es seguro que logremos evadirla. Conseguí engañarla esta vez, pero dudo que sirva de nuevo. Y si lo conseguimos... pues tendríamos que buscar algún sitio en donde Globgor no sea visto de mala forma, lo cual será complicado. Solo sé que no puedo volver a donde antes —dijo, mirando su pálida mano que reposaba en su rodilla mientras estaba sentado—, ya no soy el Marco que ellos recuerdan. Tal vez, para ellos ya ni siquiera sea Marco.

Globgor no sabía lo que ocurría, pero podía ver un pesar similar al suyo en el rostro falto de vida del humano. Eclipsa se aceró a él y le apoyó una mano en el hombro.

— No, ya no hay Tierra que valga. Globgor, creo que ir al reino trol es la mejor opción que tenemos.

El monstruo no pudo evitar sonreír al escuchar las palabras del humano. Quiso contagiarle algo de su buen humor, así que se acercó a este y lo rodeó con el brazo, pasándolo por encima de su hombro.

— No te preocupes, Marco, en el reino trol habrá muchas cosas por hacer, no te aburrirás. El camino será largo, pero valdrá la pena. Tenemos carne en abundancia, pieles a montón y, te lo creas o no, sabemos hacer cerveza.

Marclipsa - La era de la oscuridadWhere stories live. Discover now