67- Noche de película (con Eric Brittingham)

2.8K 45 3
                                    

Nota de autora al final así que si pueden leerla, se los agradecería

Mientras recorría el local, iba desilucionándome porque al parecer no iba a ser la noche que había planeado. Pensaba en que debería haber ido más temprano porque no quedaba casi ninguna película de buen título para alquilar. Recorría todo una y otra vez, ni siquiera las infantiles quedaban como para pasar el rato.

Ni siquiera me percaté de su presencia hasta que atinó a saludarme. Muy contenta de verlo, lo abracé. Hacía tiempo que no nos veíamos ni conversamos por teléfono. Charlamos un poco y luego de tanto que miraba a mis costados, dijo:

-Veo que estas distraída...

-Algo... estaba buscando alguna buena película, pero, creo que llegué tarde.
El sonreía y vi que agitaba levemente sus manos con una caja de VHS.
-Ah. Veo que encontraste una película interesante.
-Si. Me la recomendaron y vine a buscarla.
-¿Y cuál es?
-Poltergeist. Dicen que es genial- justo uno de los títulos que tenía pensado en alquilar si había, y no, ahora la tenía él en sus lindas manos.
-Vaya, eso es tener suerte. Yo creo que deberé irme a otro vídeo club, quizás allí encuentre algo que si quiera ver.
No sabía porqué nos quedamos mirando. Si bien hacía un tiempo que no nos frecuentábamos, me parecía que era una buena idea conversar un poco más en lo que me ayudaba a buscar una película para mi, pero nada de eso ocurría. Ni yo atinaba a pedírselo ni él a sugerirmelo.
-Si quieres, puedes venir a casa a ver la película conmigo. No me molesta. Además, no estás encontrando ninguna película que te agrade y es tarde para que vayas hasta otro video club.Su invitación me parecía de lo más acertado, además podríamos ponernos al tanto en un lugar menos concurrido estorbando en el pasillo donde otra gente nos esquivaba para buscar algo para ver.
-O puedes venir a casa. Quería una película para estrenar mi video, porque mi madre me regaló una por mudarme sola. Si no te molesta...
Sonrió y aceptó mi invitación. Aprovechamos ir en su auto a mi apartamento y mientras conducía tranquilo, conversábamos un poco.Cuando llegamos, olvidé por completo que en casa tenía pocos muebles. Mi mudanza no estaba terminada y tenía algunas cosas en casa de mi madre, pero al menos lo escencial como donde sentarme, cocinar, dormir y poder ver televisión, si tenía.
—Este siempre me pareció un lindo vecindario.
—Si, a mi también. Por suerte se liberó este apartamento. El alquiler sigue a buen precio, deberías mudarte aquí. Además es una muy buena ubicación, ya viste lo cerca que queda el videoclub, tenemos el paseo de compras cerca y el supermercado.
—Lo haré. Solo que tendrás que avisarme —sonrió y puso la película en lo que yo preparaba palomitas.
—Lo irónico es que compré el maíz antes de alquilarme la película. Iba a alquilarla esta mañana pero se me hizo tarde con varias cosas, asi que... creo que fue una casualidad de que nos hayamos encontrado. ¿Hace cuanto no nos vemos? ¿2 años?
—Creo que si —dijo mientras intentaba conectar la videocassetera—. Antes estábamos casi todo el día juntos —dijo con un tono de queja que percibí en su voz— pero es bueno volver a vernos. Nos pondremos al día.
Eric siempre me había atraído, pero apagaba yo misma todas esas esperanzas porque me parecía que como amigo era mejor.
—¿Sigues con tu banda?
—No. Hace meses la dejé. Tenía que ocuparme de trabajar. Mi padre estuvo enfermo un tiempo y pues, ya sabes como es cuando eres el único hijo más a mano que hay. Tienes que dejar muchas cosas y ocuparte del negocio.
—Es una pena. Eran muy buenos. ¿Y tu padre como sigue?
—Mucho mejor —respondió mientras hacia ruidos en la sala, no podía verlo bien— pero me hizo prometerle que iré a la universidad, pero le dije que que bueno que no estaba allá porque tendría que abandonar la carrera por unos meses para venir a trabajar por él.
—Eso se me hizo raro —dije llevando palomitas a mi boca— estás aquí, tú, con tus excelentes notas, y no en una universidad.
—En Julliard son muy exigentes —dijo riendo y tomando palomitas del bowl— pero si recibí aceptación de otra, solo tendría que enviar unos papeles de nuevo. Eso es todo. Y creo que una promesa, no debe romperse —guiño.
Nos sentamos a ver la película. Por momentos me pareció algo cómica, pero que la niña desapareciera de la nada, fue tremendo.En un momento, Eric pasó su brazo por encima de mis hombros y me acercó despacio contra su cuerpo. Me pareció extraño, lo miré y él dejaba escapar una leve sonrisa, que ni sabía porqué sonreía, estábamos viendo una película de miedo no una de humor.Cuando me miró, en ese instante sentí que me derretiría. Me besó despacio hasta abrazarme y continuar con ese beso que se hizo largo. Teníamos una manta encima de nosotros, la cual corrió hasta dejarla caer para ambos subir nuestras piernas al sofá.No estaba segura de si realmente terminaríamos desnudos en mi pequeña sala, intentaba no pensar en ello, pero hasta él parecía dudar, hasta que decidí por ambos que lo que él había comenzado, tenía que terminar.Llevé mis manos debajo de su ropa y apreté su espalda casi enterrándole mis cortas uñas. Él a penas mordió mi labio inferior y soltó un jadeo ronco que me hizo soltar una pequeña risa. Sonrió y me besó para luego arrodillarse y sacarse, al menos, la ropa que cubría su torso. Hacía años que no lo veía sin camisa, desde que para intentar conquistar chicas, lo hacía mientras tocaba en lugares prácticamente helados, pero siempre decía que allí arriba podía sentir el calor de la gente.Me relamí los labios y él llevó sus exploradoras manos debajo de mi blusa, hasta no llegar a mis senos no se detuvo. Los masajeó con fuerza que me hizo retorcerme pero del placer que me provocaba. Bajó con sus dedos muy lentamente hasta llegar a la cintura de mi pantalón donde desprendió el botón sin dejar de mirarnos a los ojos, bajó el cierre y se puso a jugar, que si, me lo sacaba, que no, me lo dejaba y tiraba a penas de mis bragas haciéndome casi desesperar. ¿Acaso lo único que quería era probarme?, ¿ver hasta donde podía llegar con todo lo que estaba generando en mi cabeza, en mi cuerpo?. Decidí ir hasta él y tomarlo, besar su preciosa boca pero él parecía desmotivado, quizás no había entendido y él quería tener el control de la situación pero a mi estaba volviéndome loca.Hizo que me diera la vuelta despacio y me quedara recostada boca abajo, y para ser sincera, el sofá no era lo más cómodo del mundo para estar en esa posición, pero cuando sentí sus manos masajearme y luego sus dientes clavarse en mi carne, apreté el apoyabrazos con todas mis fuerzas y dejé escapar todos mis gemidos contenidos.No sabía como hacía para tocarme y besarme en el punto justo, pero me retorcía bajo su boca. Me quitó el pantalón despacio y luego corrió mi braga. Sentí como su duro falo se posicionaba entre mis nalgas y sentí que podía explotar de placer. Mis pezones estaban de punta y él los acariciaba mientras mordía despacio mi cuello y se frotaba contra mi. Tras eso, me dejó un instante sin sentir su calor sobre mi, a penas me moví para intentar ver que hacía y allí estaba con un pequeño paquete en una de sus manos y entendí. Llevé mi mano hasta mi sexo y busqué no apagar el fuego de la lujuria que se había encargado de encender masajeando mi clítoris muy despacio, llevando a penas la punta de mi dedo hasta mi entrada cuando lo sentí a él pidiéndome permiso.

—Apuesto a que me quieres a mi antes que a tus dedos —lo escuché muy cerca de mi oído y jadeé.
—Si, Eric... te deseo —susurré y me lamió detrás de mi oreja.
Mientras comenzaba a metérmela despacio, mordía despacio mi omóplato y el placer era doble. Sentía que mi cuerpo temblaba y él me sujetaba fuerte con sus brazos. Escuchaba claros sus gemidos y eso me ponía al máximo.Se movía suave y con mucho cuidado. Mis pezones endurecidos estaban entre sus dedos y los masajeaba despacio. Sentía la necesidad de besarlo o apretarlo mejor porque mis manos torcidas intentando alcanzar algo más que sus antebrazos, dolían.Salió de mi un instante para darme la vuelta e introducirse tan profundo en mi como pudo. Lo enrollé con las piernas y lo apreté contra mi cuerpo. Me gustaba sentir su calor.
—Dios, Eric... eres... eres genial... —dije como pude porque no podía ni respirar, sus embestidas me cortaban la respiración.
—Estoy duro por ti, preciosa. ¿Puedes sentirlo? Esto está así hace horas —me encantaba saber que había generado una erección increíble en él y más aún, que buscara relajarse conmigo.Jadeabamos juntos. Verlo a penas con su boca abierta me hacía sentir una diosa. Me parecía una gran coincidencia que lo que quise tener con él tiempo atrás, estaba sucediendo, ¡y de qué manera!.
Besaba mi cuello mientras apretaba mis muslos y yo me aferraba a su cuerpo. Iba subiendo la velocidad de sus embestidas y mis gemidos ya eran gritos. A pesar de que afuera hacía frío, dentro de mi apartamento estaba tan jodidamente caliente todo.Sus movimientos eran cada vez más rápidos, golpeaba duro contra mi sexo con su falo endurecido. Respiraba contra mi cuello y entre segundos lo escuchaba jadear. En un momento sentó que sus golpes daban justo en donde comenzaba a gustarme y cada movimiento, me generaba un pequeño placer intenso. Comencé a gritarle que siguiera de esa manera, mientras me aferraba a su cuerpo.
—Acabaré como sigas gritándo de esa manera —le di una palmada en su trasero y le solo le dije que no dejara de moverse.
Apretaba mis párpados con fuerza, clavé mis uñas en su espalda, lo apreté tan fuerte como pude con mis piernas y me liberé. Solté un jadeo inmenso intentando ahogar cualquier grito. Él cayó sobre mi cuerpo respirando con dificultad, lo abracé hasta que se incorporó como pudo y yo solo sentía que estaba sobre un colchón relleno de plumas.Me recosté sobre su pecho acomodándome como podía y volví a tomar la manta que había caido para cubrirnos. No terminaba de creer lo que había sucedido pero si sabía que había sido algo increíble.Ni siquiera recuerdo si habíamos hablado o algo, me quedé dormida en minutos.Al día siguiente mientras se vestía y yo preparaba el desayuno, coincidimos en todas esas veces que podríamos haber disfrutado de una noche como la anterior. Nos regañábamos un poco pero supuse que los años anteriores no habían sido los indicados para nosotros, si no que por fin había llegado y ahora era cuando teníamos que disfrutarlo.
***Hola!!Tanto tiempo! Se que dije que con la cuarentena iba a publicar más o sumar capítulos a historias y no lo hice pero, hacen unas dos semanas que tengo muchas notificaciones y gente que ha empezado a seguirme, entonces pensé que sería ideal actualizar al menos esta obra (que es la más leída, ya casi llega a los 100 mil leídos o vistos o como sea) y pues, aquí está la historia 68 y espero que les guste.Pensé que con la cuarentena no iba a estar tan ocupada, que me iba a relajar mucho, pero no, de hecho estoy con noticias todo el día y pues, me va bien (y para quienes no saben, en Argentina ya no es tan cuarentena si no más bien aislamiento social, pero tampoco se respeta demasiado, no hay clases ni discotecas, antos, como les digan en sus países, abiertos, tampoco se permiten las fiestas pero igual las hacen) así que un poco de eso y un poco de que hago otras cosas como dormir xDLlegué a la conclusión también que como no cobro por leer ninguna de mis historias (que bastante cara rota tendría que ser por hacerlo, eso es más para quien ya tiene libros editados y más de 100 mil seguidores aquí) pues, le digan a sus amigas que vengan a leer (inclusive hay mucha fan de k-pop que viene a leer y me sorprende pero no porque "ay no les puede gustar el rock y el k-pop a la vez" si no porque Wattpad se llenó de fics de los artistas coreanos pero alguna que otra pasa por aquí y deja un like, muchas gracias, así que es sería el pedido que les hago: manden a sus amigas a leer mis obras =) Muchas GraciasHasta que termine otra historia.Saludos!

Dentro de Mi (Erotic Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora