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—Jaden que demonios te pasa

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—Jaden que demonios te pasa... —me separé tras unos minutos ahí.

—Yo... perdón. —se sentó en la cama.

—Estoy estudiando, ¿Puedes retirarte? —dije tratando de mantener la calma. ¿Cómo le decía a mi cerebro que dejara de exigirme que volviera a besarlo?

—No, quiero quedarme aquí. —murmuró y ahora ya no estaba sentado, estaba acostado.

—No vuelvas a besarme, gracias. —murmuré escribiendo algo en un documento de Word.

—¿Por qué? —preguntó con inocencia.

—Jaden yo... —inventa algo, Emma Taylor, inventa algo— Yo estoy saliendo con alguien. —dije sin pensar.

—¿Ah? —se sentó rápidamente y me miró.

—Si pensabas que podías llegar en cualquier momento para recuperarme, lo siento pero no es así. —bajé la pantalla de mi computadora y la agarré, después salí al cuarto de Jessabelle. Agarré su bolsa con sus cosas y la cargué con cuidado de no despertarla.

—¿Dónde vas? —me preguntó.

—Con el chico con el que salgo, si llega Josh dile que me llame. —con cuidado salí y me dirigí al carro. Senté a Jessabelle en la sillita de bebé y me senté en el asiento del conductor— Que tonta, que tonta, que tonta. —murmuré dándome repetidos golpes en la frente.

Agarré mi celular y llamé a Ryland, era el único que podía ayudarme. Nos habíamos hecho muy cercanos los últimos tres meses, Jessabelle lo quería demasiado y la verdad es que se veían muy tiernos juntos.

—¿Emma? Hola, ¿Cómo estás? —me preguntó Ryland al otro lado.

—Yo... Ah bien, ¿Dónde estás?

—Donde siempre, ¿Por qué? —rió.

—Voy en camino, te veo al rato.

—¿¡Y te besó!? —dijo emocionado, yo asentí— Sugiero que se casen y tengan más hijos. 

—No, gracias Ryland eres muy amable.—sonreí falsamente.

—¿Y entonces? ¿Volviste a besarlo? 

—Nada de eso, me vine hacia aquí y le dije que estaba saliendo con alguien. —me tiré en la cama y me puse a ver el techo.

—Que tonta que eres, Emma. —negó y comió más palomitas— Yo de Jaden te vuelvo a conquistar.

—Ya pero, ¿Y si solo me quiere usar? Me refiero a que estuve pensando en perdonarlo pero mis inseguridades me detienen. —suspiré y cerré mis ojos— Además, cuando salimos a comer el otro día me preguntaron que que pensaba acerca de la supuesta nueva novia de Jaden.

—¿Qué dijiste? —me preguntó con la boca llena.

—Nada, entré al restaurante.

—¿Quién entró al restaurante? —dijo Nick entrando— ¡Emma! ¡Hola! —me saludó eufórico.

—Hola Nick. —lo abracé un poco.

—¿Entonces? ¿Qué vas a hacer? —sonó mi celular— Te llegó un mensaje. —me lo entró Nick.

—Revisen ustedes, no quiero vivir ahora mismo. —dije sin ganas de nada.

—Es de Jaden. —me avisaron— Dice que si puede verte.

—Dile que no y que se vaya con su novia, gracias.

—¿Celosa? —ellos rieron— Mensaje enviado.

—No estoy celosa, ¿Por qué debería estarlo? —Jessabelle comenzó a llorar.

—Oh oh, ¿Quién la calma? —dijo Ryland mirando a Nick y luego a mi.

—Yo voy. —me levanté de la cama y cargué a la niña que estaba en una esquina del cuarto dormida en su silla de carro— Shh.

—¿Cómo es él de padre? —preguntó Nick, lo miré confundida— Jaden.

—Ah, supongo que hace lo mejor que puede. —le sonreí y calmé a Jess.

—¿Amy ya conoce a Jessabelle? —negué.

Me quedé un rato más allí en la Hype House. Iban dando las seis cuando decidí irme.

—¿Ya te vas? —asentí sentando a Jess en su silla— Bien, vuelve pronto. —me despedí de los chicos y salí de allí. Manejé a casa en un período de veinte minutos, parqueé y me encontré con la puerta abierta.

—¿Hola? —dije al entrar a la casa.

—¡Anthony dame mi control! —le gritó Jaden al ya mencionado— ¡Vas a romper el mando! 

—¿Qué está pasando? —me posicioné en medio de todos.

—Él agarró mi control. —Jaden hizo un puchero, miré a Anthony.

—Él no me quiere dejar jugar. —dijo el susodicho con otro puchero.

—Ven, dame eso. —le pedí el control a Anthony y este me lo dió— Gracias. —le sonreí— Tú vas a dejarlo jugar un rato, ¿Bien? —le dije con calma a Jaden, este asintió y me recibió el control— Bien. —le susurré y pasé mi mano por su mejilla. Al instante abrí mis ojos como platos al ver lo que estaba haciendo— Perdón yo... —negué— Jessabelle, hora de comer. 

—¿Qué mierda fue eso, Emma? ¿Ya están saliendo de nuevo? —me dijo Bryce una vez estábamos en la cocina.

—No, no se que fue y tratemos de olvidarlo. Gracias. —sonreí y terminé de prepararle la comida a Jessa.

—¿Van a volver? —preguntó.

—No. —él me miró serio— Bueno no sé, no creo.

—¿Y si vuelve a romper tu corazón? Eres mi hermana, Emma y... —se acercó a mi y yo lo abracé.

—Voy a estar bien, siempre lo he estado. —me separé y salí de la cocina con el plato de Jess.

 —me separé y salí de la cocina con el plato de Jess

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𝐃𝐈𝐅𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐓𝐒 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃𝐒¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora