CAPÍTULO X

1.5K 137 5
                                    

POV ALBA

Echaba de menos a esa niñata como a nadie en mi vida y enviarle una caja me pareció la única salida. Intentaba y deseaba con todo mi corazón la oportunidad de dejarme explicárselo todo. Independientemente de lo que fuese a ocurrir entre nosotras, a lo mejor no quería que volviésemos a ser amigas, o sí, pero se merecía al menos la verdad.

El tiempo que habíamos estado sin hablar se me había pasado tan lento y tortuoso que necesitaba con todo mi corazón contactar con ella de alguna manera y decírselo todo.

Para empezar, llevarla a un entorno en el que se sintiese cómoda, segura y rodeada de seres queridos me parecía lo más apropiado, además de que sabía que echaba de menos a su familia, también intentaba ablandarla un poquito, para que mentirnos.

De vez en cuando ojeaba las redes sociales de Natalia, pero no había subido absolutamente nada que delatase donde se encontraba aquel miércoles que debía coger el avión hacia Pamplona. Íbamos a llegar casi a la misma hora, yo, junto a mi equipo y en este caso mi mejor amiga y hermana Marina, pero en furgo.

El jueves por la mañana, después de una entrevista súper me decidí a subir una historia en instagram, llevaba unos días sin dar señales de vida y me parecía justo.

Tenía un montón de cosas que hacer durante toda la tarde, además de probarme el vestuario y toda la movida, habíamos decidido incluir un tema que próximamente saldría de estudio, 'Morena mía'

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tenía un montón de cosas que hacer durante toda la tarde, además de probarme el vestuario y toda la movida, habíamos decidido incluir un tema que próximamente saldría de estudio, 'Morena mía'.

Llevába semanas dedicándole mi tiempo a versionar el tema de Miguel Bosé que me recordaba tantísimo a ella, sí, por que evidentemente era para Natalia. En teoría iba a ser una sorpresa para todo el mundo cuando a finales de mes lo anunciase. Pero se me había ocurrido la flamante idea de destaparme con ella, al fin y al cabo, se lo debía.

.

.

-¿Vas a contarme ya por qué tiemblas? -murmuraba Marina mientras terminaba de hacer los rulitos que llevaba en mi pelo para que pareciese aún más moldeado- No lo entiendo, nunca te pones tan nerviosa. ¡Además es mi debut, debería estarlo más yo!

-Ufft, tenía que habértelo contado antes, la verdad. -dije mirándola a través del espejo, mientras ella dejaba el utensilio sobre la mesa y lo desenchufaba, girándome la silla para sentarse en la de enfrente y quedar cara a cara-. A ver como te lo explico... -escondí mi cara entre las manos, realmente debería haberle contado todo a Marina desde el principio. Pero con la gira y estar a tope en el estudio, además de que no nos habíamos visto casi en un montón de meses, se me había atragantado el tema-.

-¿Qué pasa nena? -cogió mi mano, y yo lo agradecí infinitamente- Sabes que puedes contarme absolutamente todo y jamás, jamás, voy a juzgarte. Soy tu hermana ¿no? -su sonrisa iluminaba toda la habitación-.

-¿Recuerdas cuando leía en Wattpad las historias de Louis, Harry y eso? -asintió con un rodeo de ojos, se lo veía venir- Toni me convenció para que leyese una historia que escribía alguien sobre mi. -asintió de nuevo, esperando a que continuase, tragué saliva- Era distinta a las demás ¿sabes? En esa historia soy una heroina feminista que lucha contra todas las injusticias del mundo, está súper guay escrita y pffft, no sé por qué cojones decidí comentarle.

-¿A quien escribía? -la miré con carita de 'chi' y mordió sus labios-. Sigue.

-Me contestó, le contesté y asi unas cuantas veces hasta que me escribió por privado. -soltó una de mis manos y la llegó a su frente, acariciándola antes de ponerse bien el pelo detrás de la oreja y volver a mirarme- Nos dimos los Whatsapp y sí, sé lo que me vas a decir, pero ella aún no sabe quien soy ¿vale?

-Y ese es el problema, ¿no? -asentí a punto de echarme a llorar, menos mal que aún no estaba maquillada- Sara me comentó que el equipo llevaba un tiempo encontrándote más mustia de lo normal, podrías habérmelo contado antes, pero agradezco que lo hagas ahora.

-Verás... -suspiré y me recoloqué en el asiento, soltando sus manos, necesitaba moverlas un poco- La convencí para que me mandase una foto de su outfit para el concierto de Sevilla... -tragué saliva recordando el momento en que la ví entre la multitud- Es tan guapa Marina, de verdad, es preciosa, desde entonces la tengo en redes sociales bien localizada, he visto mil y una de sus fotos, me muero con lo preciosa que es.

-Dios, que encoñada. ¿Y qué pasó, la conociste en Sevilla? -negué con la cabeza y la bajé, mirando mis pies, me sentía realmente mal-.

-Eso le dije, que íbamos a vernos pero... no fui capaz y decidí que dejarla seguir con su vida era lo mejor. -ahora sí, las lágrimas recorrían mis mejillas hasta la comisura de mis labios, el sabor salado inundó mi boca- Y he visto estas semanas como subía canciones, historias y cosas en las redes sociales y me moría de pena. Cada día la echaba más y más de menos y ya me da igual en qué nivel de relación podamos estar, simplemente la quiero en mi vida ¿sabes mini?

-Sí cariño. ¿Y está aquí hoy? -asentí- ¿Vas a conocerla hoy? -me encogí de hombros-.

-Es la intención, la he traído a ver a su familia por que vive aquí aunque está estudiando en Sevilla y siempre me decía que la echaba mucho de menos y... la he invitado a concierto, pero creo que no se huele nada de nada-.


Marina no dijo nada más y me abrazó, sabía que me entendía y que nada de lo que dijera podría cambiar mi situación o influir en mis pensamientos aunque contárselo sí que me había quitado una carga emocional importante de encima. Apenas quedaban unas horas para el concierto, ya estaba hecha la prueba de sonido y sólo necesitabamos el rato para picotear algo, arreglarnos y preparar todo lo demás. En apenas media hora, la gente empezaría a entrar para ir ocupando sus asientos y yo, sudaba por zonas que no tenía ni idea que era capaz de sudar.

.

.

-¡Buenas noches Pamplona! -saludé con todas las ganas que tenía, secundada por el increíble público que me acompañaba aquella noche- ¡¿Como estamos?! -me dí un momento para localizar a Natalia, estaba a un lado del escenario entre las personas de la primera fila con Ici, quien habiá descubierto gracias a Instagram que era su mejor amiga-. Bien, gracias, muchas muchas gracias a todos por venir. A los de aquí y los que vienen de lejos sólo para verme a mí. -mire a Natalia, que tenía una carita de ilusión que me iba a dejar caer de espalda, no pillaba nada como era lógico-.

Durante la siguiente canción no podía parar de observarla, cantaba conmigo, con Ici y saltaba al ritmo de los acordes, haciéndome disfrutar mucho más, la veía tan bien que no sabía si iba a ser capaz de declararme, pero estaba ahí. ¿No era acaso la oportunidad que estaba esperando desde que envié aquella caja? Su pelo estaba exactamente igual, por los hombros, liso y negro, su flequillo ligeramente albortado. Llevaba una camisa negra de cadenas doradas remangada, demasiado ancha quizá que le quedaba de miedo y no podía ver más allá del cinturón de su pitillo vaquero.

A mí me había costado la misma vida decidirme sobre qué ponerme aquella noche, pero al final, había ganado un conjunto blanco y precioso con el que me sentía cómoda y liviana, al público parecía haberle gustado un montón y con eso, me contentaba, aunque realmente me importaba una opinión concreta más que ninguna, una que no tenía posibilidad de conocer aún, la de Natalia.

Era el primer bis, había llegado el momento. Casi cierro el concierto con otra canción que no fuese Aura, pero me había decidido por mi tradición no escrita finalmente. El grupo gritaba con fuerza 'OTRA, OTRA, OTRA' y yo, estaba a punto de echar el corazón por la boca mientras saltaba de camino al centro del escenario, poniéndole mi mayor cara de circunstancia y de 'deseame suerte' a mi hermana, que estaba a un lado para hacerme los coros.

-¡Tranquilos, tranquilos, aún queda un poquito! -agarré el micro y aparté el pié, decidiendo sentarme en el borde del escenario con las piernas hacia afuera, desde esa posición veía a Natalia perfectamente, tenía la mano entrelazada con su mejor amiga y me miraba, simplemente esperando a que su ídola dijese algo, y no tenía ni idea de lo que iba a pasar a continuación, se me encogía el corazón sólo de pensarlo-. 

Continento.Where stories live. Discover now