08 ━━ ❛YODA❜

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Hay varias formas en las que Lance Marshall podría describir sus eventos de crisis: Cuando sientes que el mundo se te viene abajo en todos y cada uno de tus aspectos; o cuando se entraba en esa etapa crucial en la que el ser humano detesta su propia existencia por el solo hecho de vivir de tal forma. Si había algo en común entre estas dos tipos de crisis, era que las afrontaba casi de la misma forma.

Agonizando en silencio y evitando que el resto del mundo lo notase.

Ese solía ser su escudo personal a las preguntas incómodas de las personas o los cuestionamientos estúpidos que suelen tener las personas. Le molestaba escuchar al palabrebrio de las personas que le decían "¿Por qué estas mal si lo tienes todo para ser feliz?" o "¿De dónde vienen tus cambios de ánimos repentinos?". Preguntas que ni siquiera él mismo podía dar por respondidas pero tampoco le podía dar una razón de ser. Cada vez que caía en una de estas, el ojo público solía enfocarse en la primera mala imagen de él que pudiesen incluso antes de pensar en las otras cosas buenas que hubiera hecho antes.

¿Por qué al ser humano le gustaba actuar de esta manera? Pensar en solo lo malo pero no en el proceso de cambio.

¿Por qué a él le gustaba autojuzgarse cuando caía en alguna de estas crisis?

Lo primero con lo que se topó al abrir los ojos, fue la mirada alegre e inocente de su amigo canino a tan solo unos centímetros de su cara.

Yoda era un perrito juguetón que había encontrado en las calles volviendo a casa en plena madrugada. Un perrito pequeño de enormes orejas que fácilmente podían duplicar el tamaño de su pequeña cabeza (Cosa que dio origen a tan curioso nombre). Había tenido ese canino siguiéndole el paso tres calles atras desde el departamento, y una vez que llegó a casa, no podía optar por la idea de dejarlo varado en la calle.

Quizás fue que esa vez se vio reflejado en el perrito de mirada bicolor. Sintió que ese callejero abandonado estaba pasando por una vida difícil y quizás lo único que necesitaba en su vida era toparse con la persona correcta en el momento ideal, alguien que tuviese la oportunidad de cambiar el rumbo de tu vida. Y eso es lo que Lance quiso ser para ese perrito.

Un amigo.

Pasados dos años del evento, Yoda creció y dejó de ser un perro orejudo por lo que el nombre ya no tenía tanto sentido. Pero era demasiado tarde como para cambiarlo por otro que se ajustara más a este. Su amigo canino incluso se había acostumbrado a dormir por encima de los sillones de la sala o esperar impaciente a una hora exacta para recibirlo en la puerta de entrada cuando llegaba o justo a la hora de un buen paseo por el parque.

Sin embargo, por más tiempo y cambios que el perrito hubiese pasado, seguía siendo el mismo temeroso que conoció en las calles. Un asustadizo que gimoteaba en una de las esquinas de la habitación cuando alguien elevaba su tono de voz o agachaba la cabeza asustado de que lo golpearan cuando alguien pasaba por su lado.

Yoda era ese mismo que alguna vez pudo escapar de su pasado y crecer para mejor, pero que de vez en cuando caía nuevamente en el mismo punto de partida del cual había iniciado. Y quizás eso, era lo que Lance tomaba como el punto más en común entre los dos.

─ ¡Hey, Yoda! ─Con el cuerpo apenas despertándose, estiró su mano izquierda justo al encuentro del can. Acarició la cabeza de este con suavidad y le sonrió. ─ ¿Tan temprano estas pidiendo un paseo ya?

El amistoso animal acostado sobre su pecho únicamente se limitó a hundir la cabeza y recostarla contra la manta que le cubría el cuerpo a su dueño. Acción que logró subirle un tanto los ánimos al castaño.

Haber despertado y encontrado a Yoda encima suyo era casi una rutina diaria que tenía con la mascota. Una de las cosas más sencillas y tranquilas de su día que podían ponerle de buenas en tan solo un pequeño instante.

WATERMELON SUGAR ━━ harry stylesWhere stories live. Discover now