Capítulo 8

219 15 9
                                    


Los días pasaron con rapidez mientras pintaba tratando de dejar en cada parte de los cuadros todos mis sentimientos, quizás invisibles para el mundo, pero cargados de tanta vida vivida en un corto tiempo y que hoy me parece haber experimentado la eternidad. Me detuve a pensar en que día estaba y fue en ese momento que miré el calendario y me di cuenta de que era 1 de junio, quedaban dos meses para la exposición y aún me faltaban tres cuadros por pintar, tenía los bocetos, pero había que pasarlos al lienzo.

Uno de ellos era "Invierno" situado en el río a la salida de Acacias, aquel lugar que nos dejó llenas de dolor porque nos separó en un hasta pronto que no tenía ni tiempo ni espacio. Para quien lo viera solo encontraría un río en invierno con sus árboles al costado sin hojas, como inertes, la escarcha de la mañana con esa neblina que te hace caminar con cuidado ya que no se puede ver a la distancia. Para mí era el reflejo de mi corazón y cómo se había sentido desde aquel entonces; sombrío, frío, escarchado y como muerto.

El otro cuadro era la "Primavera" en los jardines del Príncipe, también pasaría a los ojos del espectador como cualquier jardín ya que quien no ha estado en Acacias no lo reconocería jamás. Representaba lo que significó para mí encontrar a Camino, un despertar de nuevo a la vida, un florecer que me devolvió la esperanza y el deseo de volver a soñar que aquello que deseamos profundamente puede suceder, solo hay que darle el espacio, preparar la tierra para la semilla. Ella fue para mí la lluvia primaveral que hace que todo lo que está en la tierra latente comience a crecer sin miedos, sin trabas y con una fuerza indescriptible.

Y como una brisa suave se coló en mis días, en mis horas y en mis pensamientos sin que me diera cuenta. Cuando me sentí invadida por el perfume de las flores fue cuando comprendí que Camino había llegado y no solamente para ser mi alumna (brillante y con un talento natural) sino para ser la luz de mis días, el agua que daba vida a mi jardín y la estrella que iluminaba mi noche, que dejo de ser totalmente oscura para ser una noche estrellada.

Y el ultimo cuadro representaba el verano, nuestro verano, el tiempo en que entre sus brazos y con sus besos perdí el miedo y me permití amarla y sobre todo dejarme amar por ella. Casi había olvidado lo que significaba tener a alguien en tu vida y que ese alguien te cuidara, te acompañara y comprendiera. Ella logró derretir la frialdad de mi corazón y volverlo a lo que había sido, o mejor dicho a lo que era, un corazón capaz de amar. Este cuadro era un bosque con muchos senderos para poder caminar por en medio de él. Los colores de la tierra, de los árboles, de las hierbas y flores eran intensos, el sol que brillaba como a medio día era de un amarillo-naranja, con el cielo totalmente despejado y de un turquesa fascinante. Con esa intensidad de los colores experimenté el entregarme al amor, a su amor. Descubrirme suya para siempre y sentirla mía.

En cada uno de ellos seguía estando esa mujer de espalda al espectador, mimetizada con el paisaje, pero al mismo tiempo contemplándolo. Los tres meses que faltaban para la exposición era el tiempo justo para terminarlos. Estos tres cuadros expresaban todo lo que significaba en mi vida la llegada de Camino, en un momento de mi vida donde ya no esperaba nada.

Mientras continuaba con mi trabajo recibí varias visitas de mi gran amigo Roberto para seguir definiendo detalles de la exposición que al principio era pequeña, pero con la incorporación de estos cuadros de paisajes y estaciones creció bastante. Estaba muy contento con las pinturas y me manifestó que sentía que eran más que pinturas.

-Mí muy querida Maite, estos cuadros siendo paisajes parecen una parte de ti, de lo que en silencio alberga tu corazón. Por lo que tendrán mucho éxito ya que tocarán de una forma profunda a quienes visiten la exposición.

-Así es, mi estimado amigo, dicen mucho más de lo que se ve a simple vista, pero creo que ese lenguaje no es perceptible para todos y solamente lo pueden leer aquellos que son sensibles a la vida y a sus vaivenes, aquellos que se dejan tocar por el dolor, por la alegría, por el AMOR...

-Sin duda que tendremos un gran éxito y tu obra no pasara desapercibida para los grandes amantes del arte de esta ciudad y fuera de ella.

-Eso espero, que sea del agrado de quienes visiten la galería y que les ayude a conectarse con lo que sienten y salgan de allí siendo un poco más sensibles a lo que los rodea, a quienes los rodean y a sí mismos.

"Algo que recién está empezando"...Where stories live. Discover now