"Algo que recién está empezando"...

Capítulo 15

Estaba terminando de ordenar los materiales de pintura ya que era un poco tarde y había trabajado todo el día, solo paré para almorzar. Cuando llegaba la inspiración no podía dejarla ir, tenía que aprovechar al máximo. Mientras miraba como habían quedado las últimas pinceladas en el cuadro sonó el timbre, lo cual me pareció muy extraño ya que no era tan tarde, pero tampoco eran horas para visita sin previo aviso.

Me saqué la bata y antes de abrir pregunté:

-¿Quién es?

-Querida Maite, soy yo Roberto.

Al saber que era él me apresuré a abrir la puerta, estaba ahí parado casi sin aliento y con un sobre en la mano que tenía el sello real de España.

-Perdón por venir a estas horas fuera de lugar, pero no podía dejar pasar más tiempo para darte las últimas nuevas.

-Veo que es algo que no podía esperar, si te falta hasta la respiración ¿Viniste corriendo?

-El último trecho lo corrí ya que me temía que te fueras a dormir pronto.

-Cuéntame de qué se trata, veo que el sobre viene de la Casa Real y me sorprende verlo en tus manos y en la puerta de mi casa. Pasa por favor, y mientras recobras el aliento te preparo un té y me cuentas las buenas nuevas, ¿Te parece?

-Acepto el té ya que me viene muy bien y así podemos hablar tranquilos.

-Entonces marcha té para dos ¿Con canela?

-Sí, por favor, con canela y dos de azúcar.

El rey quería abrir un museo en una de las zonas más populares de España para que quienes no pudieran pagarlo tuviera acceso al arte y la cultura. La convocatoria se extendía a los artistas más renombrados dentro y fuera de España solicitando que le ayudaran con el montaje y la selección de obras.

La verdad que era una idea muy novedosa y de mi total agrado, me fue imposible no pensar en Camino y su deseo de que el arte estuviera a la mano de todos y no fuera algo exclusivo de las personas con riqueza o amistades influyentes.

-Y cómo te ha llegado a ti esta invitación para mí, si el Rey no conoce mi arte. Quizás le suene mi nombre, pero creo que nunca ha visto mis obras.

-¡Para que veas el gran amigo y representante que tienes que te consigue semejante oportunidad! "Uno de mis mejores amigos de la escuela es el actual secretario del rey y sin duda pensó en mí y en tu inmenso talento, ya que sabe que trabajamos juntos. ¿Estás dispuesta a volver a la madre patria?".

Por unos instantes me dejo sin palabras y sentí como una avalancha de sentimientos encontrados. Por un lado, era una oportunidad única; estar entre los artistas nombrados por el rey te abría muchas puertas y posibilidades, pero por el otro, estaba el recuerdo vivo de mi última estancia en España. Mi amada Camino tan cerca, la experiencia de la cárcel y mi salida en silencio como una delincuente. Quizás lo demás podría sobrellevarlo, pero estar tan cerca y no verla era algo que quizás no podría resistir.

-Querida amiga, ¿Estás aquí conmigo o ya viajaste?

-Perdón, me quedé pensando en los pros y los contras de mi viaje con la exposición tan cerca, me debería apurar con los últimos dos cuadros que me faltan y por tu lado dejar todo arreglado y acordado en la galería. Porque viajaríamos los dos, ¿Verdad?

-Así es, iríamos los dos. Por lo de la galería no te preocupes ya que tengo bastante avanzados los trabajos y detalles después de tu visita, y solo serían 5 días los que estaríamos en Madrid. La pregunta es si tú quieres hacerlo y si hay alguna otra cosa que te preocupa.

Roberto no sabía nada de lo acontecido en Acacias, aunque era un amigo muy cercano y de mi absoluta confianza no había podido contarle. Al pensar y querer hacerlo no me salían las palabras. Así habían pasado los días y los meses desde que volví de la playa, pero sin pensarlo demasiado le dije:

-Querido amigo, es una gran oportunidad que no podemos dejar pasar, así que ponte manos a la obra y yo aquí seguiré trabajando duro en los cuadros que me quedan.

-Entonces sin más que hablar me retiro y te dejo descansar, ya que veo que has tenido un día ajetreado. Por lo referente al viaje no te preocupes, queda todo en mis manos.

-Gracias, Roberto, por pensar en mí. Te pido me mantengas al corriente con lo del viaje y nos vemos pronto. Ve tú también a descansar ya que no estás para estas corridas.

-Gracias por la parte que me toca, siempre es un placer verte, Maite, y hasta pronto. Buenas noches.

El día terminaba, en vísperas de mi exposición, con un viaje a Madrid para visitar al rey y ayudarle a montar un museo de arte que sería para todos, y con el amor de mi vida a una distancia tan cercana que mis pies, sin permiso, caminarían solos hacia ella.

Mañana me espera un día de mucho trabajo y con estas últimas nuevas no sé si pueda conciliar el sueño.

A comer algo rápido, huevos fritos, y a intentar dormir.

* Queridas chicuelas, gracias por seguir leyendo y acompañando esta historia que lucha con todas sus fuerzas para que sea realidad su amor. Un abrazo a cada una y hasta el domingo que viene.