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Me desperté temprano, cuando salí de la habitación, mi abuela ya estaba despierta.

—Buenos días —le dije. Ella no contestó, igual no me interesa, mis razones para estar en este lugar ya habían cambiado.

Me asomé por la ventana y el auto de mis padres ya no estaba.

—¿Y mis padres? —pregunté.

—Discutimos y se fueron —respondió desinteresada.

¿Nos dejaron solos aquí?

—¿Usted cree que regresen?

—No sé y no quiero saberlo —tragué saliva. Todo estaba mal, si habían discutido lo más seguro es que quieren que regresemos todos. No quiero.

Corrí hasta el cuarto y levanté a mi hermano. Él se removió y frunció el ceño sin abrir los ojos.

—Mierda, ya deja de molestar —se quejó.

—Nuestros padres se fueron.

Hoseok me miró sorprendido y rápido tomó su celular.

—Increíble, ahora mis vacaciones no pueden ser peores. Les voy a llamar.

—Hyung no quiero irme, hice un amigo y si nos vamos no volveré a verlo.

Hoseok se detuvo, miró su celular con el número de mamá en pantalla y después a mí. Pensé que no llamaría, pero le llamó.

—Mamá —dijo en cuanto la llamada fue respondida—. ¿Van a regresar?... ¿Cómo que las vacaciones se cancelan?... ¿Qué pasó?... A papá le picó algo... —claro que era mentira, seguro se pelearon con la abuela por el terreno—. Aquí los esperamos...

—No iré con ellos hasta que las vacaciones terminen —dije triste asi apunto de llorar, primera vez que me sentía así y ellos lo arruinaban. Hoseok me miró y regresó a la llamada.

Mamá... n-no queremos volver... Bueno, sí dije todas esas cosas feas del lugar, pero me retracto —las palabras de mi hermano me tienen sorprendido. Estoy seguro que querrá algo a cambio—. Nosotros, estamos bien, podemos cuidar de la abuela, adiós los amamos.

Colgó y me miró serio.

—¿Qué fue eso?

—Es verdad, eres un asco para tener amigos y es la primera vez que no puedo callarte por hablar de alguien. Pero quiero conocerlo, quiero saber lo que lo hace tan especial para ti.

—Sí —dije con una enorme sonrisa—, apenas llevamos menos de una semana y nuestros padres ya huyeron. Sabía que pasaría algo así.

—Seguro es su obsesión por el terreno, ni siquiera guardan luto por el abuelo —dijo Hoseok molesto. A veces me gustaba hablar con Hoseok. En verdad, nos podemos entender muy bien, por eso había confiado en él, sólo que no sabe parar con sus bromas—. Hay que ayudar a la abuela.

[...]

Taehyung se mantiene serio y Hoseok sólo observa alrededor. Muchas cosas deben pasar por sus cabezas. Sólo me da miedo que Hoseok comience con sus bromas y me deje en vergüenza delante de Taehyung.

—¿Qué es este lugar? —preguntó Hoseok y se maravilló de lo hermoso que se veía todo. Incluso yo, Taehyung no me había mostrado este lugar. Un montón de naranjos habían bajando por la colina y más hacia atrás había un bosque. Taehyung me sujetó de la mano.

—Síganme —dijo entusiasmado y pasamos entre los árboles. Hoseok tomó una naranja en el camino. Taehyung se desvió, perdiendo de vista a Hoseok. Escuché a mi hermano preguntar por nosotros. Iba a contestarle, pero me tapó la boca con su mano—. ¿Qué hace él aquí? —susutró.

Me destapó para escucharme.

—Él estaba aburrido.

—No creo que sea eso.

—La verdad es que mis padres se fueron y querían llevarme, pero Hoseok me ayudó a quedarme y quiso venir con nosotros.

—¿Tus padres también se fueron? —me preguntó con sus ojos sorprendidos. ¿También? ¿por qué? ¿no vive con sus padres? Iba a preguntarle, pero acarició mi rostro. Se estaba poniendo muy extraño e incómodo, quise ignorar que estaba demasiado cerca de mí.

—¿A qué te refieres con también?

—Los encon- —Hoseok llegó, su rostro de alegría cambió a uno sorprendido y después sonrió pícaro—. Cielos, ya salió el peine, estaban de tortolitos. Por eso estaban tan callados, buscaban el momento exacto para alejarse de mí para estar solos.

—Hoseok, no es eso —dije, seguro estaba hecho un tomate.

—¿Peine? —preguntó Taehyung—. ¿De qué habla?

—¿Te gusta mi hermano? —preguntó Hoseok con una sonrisa. Yo me quería morir, no era necesario, pero de pronto me entró la curiosidad.

—Sí —respondió y me abrazó haciendo que me pusiera más rojo. Hoseok soltó una carcajada—. ¿A ti no?

Hubo un silencio repentino. Claro, le gusto como amigo, como compañero, nada amoroso entre nosotros.

—No, me refería a algo más —dijo Hoseok intentando explicarse.

—Dios, Hoseok déjalo —dije al fin.

Esta incómoda conversación llegó a su fin. Gracias a que Taehyung quiso jugar a las escondidas. Jugamos un rato y casi al anochecer Taehyung me invitó a subirme a un árbol para ver la puesta de Sol. Hoseok se quedó abajo porque le dio miedo. Miramos el atardecer. Taehyung miraba fijamente al sol que se escondía entre los cerros, yo no pude evitar verlo a él, se miraba triste, tengo muchas preguntas sobre Taehyung, quiero saber más de él.

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Para el siguiente cap sigue el pov tae ;D

Orange [VMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora