Capítulo V. 🌹

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- Rose, ¿Puedes cerrar la boca cinco segundos?- dijo el pelinegro suspirando fastidiado.

- ¿A caso me llamaste "Rose"?

- Sólo para que te calles.- Christian tenía razón, llevaba hablando hace como una hora seguido. Estaba nerviosa. Después de casi un mes volveré a ver a Adrián. ¿Me habrá olvidado? ¿Vendrá con alguien?- gracias Van...- estaba a punto de llamarme como siempre.

- No sigas o volveré a hablar.

- Bien.- dijo sonriendo con suficiencia. De pronto su mirada se desvió y me di cuenta que su atención se dirigió a mi amiga.

- Ya era hora, Liss. Creí que ya no querías arreglarte.

- Hola.- saludó la rubia, pude ver como Christian parecía incómodo, lo que era algo raro en él.

Estábamos todos en el lobby del club. Y al decir todos, me refiero a Mase, Eddie, Jill, Chris y yo. Los únicos que faltaban eran Adrián y Mía que venía acompañada.- ya estoy lista, Rose.- rió.- Vamos.

Me sentía mal por Chris, quizás su comportamiento extraño se debía a que enserio le molestaba escucharme hablar demasiado, aunque decidí que su comodidad no era asunto mío. El pelinegro se apartó un poco luego de recibir una llamada.

- Adrián nos encontrará directamente en el evento, como no necesita arreglarse el cabello.- dijo mirando a nadie en particular.- entonces decidió no acompañarnos.- y ahí me miro y sonrió fugazmente, dándome a entender que yo era la verdadera razón de su ausencia.

No tenía mucha comunicación con él, realmente lo detestaba, siempre fue un insoportable, un inadaptado social con una gran fama por los músculos en sus brazos y sus ojos azules.

No voy a negar que era uh... un tanto lindo, pero eso él no tenía porqué saberlo, sólo aumentaría su ego. Es lo último que necesitamos ahora.

Nadie más dijo nada, quizás Christian no quiso decirlo así, o tal vez si, pero logró que un silencio total nos invadiera. Nadie quería romperlo, al parecer no encontraban las palabras. Así que, en vista de que yo estaba involucrada, me tragué mis ganas de llorar y sonreí.

- Creo que voy a necesitar una caja de donuts.- Lissa me dio una de esas miradas maternales, tratando de transmitirme paz. Negué.- Estoy bien, solo necesito chocolate en mi cuerpo antes de seguir.- le dije a Liss.

- ¿Te esperamos?- pregunta y su rostro está impreso con un "lo siento" en cada parte. Agarré su mano, tratando de demostrar la seguridad que no tenía.

- Tranquila, yo... uh... me arreglaré en el Spa el club, además me duele un poco la garganta.- y era enserio, podía sentir mi voz un poco afónica.

- Debe ser por el clima.- supuso sonriéndome.- eres más de bronceados, mar y playas.- termina guiñandome. Ya no podía. Estaba a punto de derrumbarme "entonces decidió no acompañarnos" sentía como las lágrimas se formaban en mis ojos.

- Exactamente, por eso eres mi mejor amiga.- dije con el último hilo de voz que me quedaba. Liss se despidió de mi y los otros también.

Apenas pusieron un pie afuera y las lágrimas salieron disparadas. "Entonces decidió no acompañarnos"... giré sobre mis talones para ir a mi cuarto y llorar tranquila un buen rato.

- Lo siento, Rose...- la voz de Chris hizo que me detuviera en mi lugar casi al instante. Me di la vuelta y lo vi parado cerca de la puerta, por un segundo su característica máscara de chico rebelde se borró para dejar paso a verdadera culpabilidad.

El chico era sensible después de todo. Sin saber exactamente qué decir, le di una sonrisa amable, haciéndole saber que estaba bien. No dijo nada, solo asintió y finalmente, se marchó.

Don't Stop Loving Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora