Historia de un amor

Felices para siempre

Después de ese día, pasaron muchos días más donde sentía que me moría poco a poco. Ese día mi padre me convenció de ir a televisa con él y así lo hice. Cuando llegamos me llevó al foro donde le tocaría grabar, pero cuando llegamos estaba solo.

Mija voy a ver que pasa, esperame aquí por favor

Si pa tranquilo, aquí me quedo

Mi padre se fue y comenzó a sonar una música romántica, era me cambiaste la vida de Rio Roma. En ese momento entró Cesar con un hermoso ramo de rosas rojas, se puso de rodillas frente a mí, sacó una cajita de su chaleco y comenzó a hablar.

Monse mi monse, con estas flores y este anillo quiero pedirte que me hagas el hombre más feliz de este mundo, aceptas casarte conmigo mi osita.

Pero qué dices Cesar, tu vas a ser papa y tienes que responderle a Leticia

No mi amor, ese dia cuando Leticia se puso mal, en el hospital le tuvieron que hacer varios exámenes para ver lo que tenía y se dieron cuenta de que no estaba embarazada, me mintió mi amor

En serio mi osito, no me estas mintiendo

No mi osita para nada, por eso estoy aqui pidiendote que seas mi esposa, porque no quiero que nada ni nadie nos separe jamás.

Entonces si acepto mi osito, mil veces si.

En ese momento Cesar se levantó y se adueñó de mis labios en un beso tierno pero lleno de deseo. Cuando nos faltó el aire, nos separamos y aprovecho para ponerme el anillo. En ese momento lo único que podía decir fue << gracias virgencita>> . De momento entraron los amigos de Cesar, amigos de mi papa y algunos conocidos, todos aplaudían y nos felicitaban.

Dos meses después, en la iglesia más hermosa de la ciudad de México, mi sueño se hacía realidad, unía mi vida al hombre que amaba. Después de una hermosa ceremonia y muchos aplausos por fin el padre nos declaro marido y mujer, en ese momento Cesar me beso con mucho amor.

La recepción la hicimos en un salón que estaba decorado hermoso. Los invitados llegaron al lugar y comenzó la celebración. Cesar no dejo de decirme lo mucho que me amaba en toda la noche, después de tomarnos fotos con todos, del baile de casados y demás cosas, César me robo de la fiesta para darle comienzo a nuestra noche de bodas. Para esa noche él reservó la habitación nupcial en el hotel más lujoso de la ciudad de México.

Cuando llegamos él me cargó en sus brazos y así me entró a la habitación. Cuando entramos había pétalos de rosas por todos lados, en la cama había un corazón hecho de pétalos de rosas. Esa noche me convertí en mujer en sus brazos, lo ame en cuerpo y alma y él hizo lo mismo. Nos amamos hasta quedarnos dormidos uno en brazos del otro.

Al otro día cuando abrí los ojos, ya Cesar había pedido el desayuno para nosotros. Después de amarnos nuevamente y de un delicioso baño, desayunamos entre besos y apapachos. Una vez desayunamos salimos camino al aeropuerto para tomar el avión que nos llevaría a nuestra luna de miel, esa donde nos disfrutaremos mutuamente y quien sabe y hasta hagamos un Cesarito.

Fueron dos semanas espléndidas, estuvimos por toda Europa celebrando nuestro amor.

Después de ese día nos volvimos inseparables, apenas nos separábamos para lo necesario y nada más. No fue sorpresa cuando nueve meses después llegaron los mellizos Alejandro y Diana Evora, los cuales nos alegraron la vida desde ese día. Y bueno que mas les puedo decir, desde ese dia soy la mujer mas feliz del mundo al lado de mi familia, y al hombre que amo y amare por siempre. Y como dicen todas las historia los dos vivieron felices para siempre.

FIN!!!