14: ¡Una tonta, Erin Keller!

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Apenas abrí los ojos me encontré con los rostros preocupados de mis padres y Andrea.

—¿Qué pasó?— pregunté sosteniéndome la cabeza mientras me incorporaba en la cama. Nada más recordaba que estaba por seguir con un cuadro cuando todo se volvió negro.

—Te desmayaste.— respondió mamá. —¿Has comido algo hoy?

Asentí. —en el desayuno, supongo que me cansó haber ido a caminar.— dije dudosa, no era muy creíble pero no se me ocurría nada más.

—Probablemente, pero el doctor vendrá a examinarte para asegurarse que todo esté bien.— habló papá. —por los momentos quédate descansando.— él se acercó y besó mi frente, luego salió de mi habitación.

—Cualquier cosa solo avísame, estaré pendiente.— mamá se levantó de la cama y siguió el mismo camino que papá.

Observé a Andrea quien me miraba de manera extraña y con los brazos cruzados.

—¿Y a ti que te pasa?— pregunté.

—¿Desmayos? ¿Náuseas como el día de la fiesta en la casa de Manu? ¿Mareos? A ver qué más...— contó con sus dedos e hizo una cara pensativa. —y seguramente tu período no ha llegado, ¿a qué te suena eso, hermana?

Abrí los ojos de par en par y le lancé una almohada.

—¿Qué dices?— chillé con terror.

—¡Pues lo que parece!— respondió de igual forma. —La última vez que me contaste que estuviste con Leon, ¿se cuidaron?

Abrí la boca para replicar hasta que recordé que no lo habíamos hecho, no nos habíamos cuidado, me había dejado llevar por el momento. Andrea elevó ambas cejas fingiendo estar sorprendida.

—¿Ya lo ves?— se puso una mano en su cadera. —por el amor de Dios, Erin.

—Eso no significa que esté embarazada.— murmuré y ni siquiera yo creía lo que decía.

Ella rodó los ojos.

—Eres tonta hermana, ¿le dirás a Leon?— interrogó sentándose en mi cama.

—¡Cállate Andrea!— tomé otra almohada y la golpeé con ella haciéndola levantarse de la cama. —sabes que siempre he sido irregular, seguramente mi período no tarda en llegar.— jugué con mis dedos visiblemente nerviosa.

—Ni tú te crees eso.— bufó. —volveré más tarde, quédate pensando en lo que hablamos.— me dio una última mirada y luego salió de mi habitación.

Apenas salió presioné una almohada en mi rostro y ahogué un grito.

¿Embarazada? No podía ser, yo no podía tener un hijo justo ahora que comenzaba a avanzar en mi sueño de ser pintora, ademas; ¿un hijo de Leon? nosotros habíamos terminado, y por lo que parecía o había leído en redes él salía con alguien más, y ese alguien más era Camila Reyna, sí, la hermanastra de Alexandra. Supe que el día de la fiesta de Manu ellos se fueron juntos porque Mathea se había ido antes, ya que Leon no le había hecho mucho caso, y desde ahí ellos habían estado saliendo.

Debía admitir que al principio me había sentado mal, después me resigné, ¿Qué más podía hacer? aceptarlo y dejarlo ir, de igual forma no podía aparecerme nuevamente y decirle que estaba embarazada.

Volviendo al tema importante de mi posible embarazo, si resultaba estarlo no tenía idea de qué haría con eso. Que pensarían mis padres, y sobretodo que pensaría Frenkie, aún nos estábamos conociendo y dudaba si querría seguir haciéndolo si en verdad estuviera embarazada.

WE BELONG | Leon Goretzka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora