29: ¡Me encantaría!

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06 de noviembre, 2020.

—Mamá, saldré con Serge, vuelvo en unas horas

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—Mamá, saldré con Serge, vuelvo en unas horas.— avisé en lo que entraba a la cocina donde la miré haciendo lo que parecía ser un pastel, mamá y su afición por la repostería. Ella se detuvo y me volteó a ver con una ceja alzada.

—¿Cuánto es unas horas, Erin? ¿Tengo que recordarte que los abuelos vienen hoy desde Francia?— se puso las manos en la cadera y me vio con reproche.

Abrí los ojos con sorpresa.

—¿Qué? ¿Cómo que los abuelos nos visitan?— fruncí el ceño. —Alto, ¿cómo que tienes que recordarme?— chillé. —ni siquiera lo sabía, por Dios mamá hubiera preparado algo para ellos.— bufé.

—Claro que te dije Grease.— me apuntó con un cucharón y yo negué rápidamente.

—Mamá no me dijiste nada.

Mamá hizo una cara pensativa y luego habló.

—Ups, creo que solo le dije a Andrea.— sonrió mostrando sus dientes. —lo siento cielo, igual sabes que los abuelos aman escucharte tocar, puedes prepararles eso.— dijo restándole importancia.

Eso era cierto, desde los diez había aprendido a tocar el piano, y los abuelos eran mis mayores fans, cuando estaban aquí yo tocaba algo para ellos, siempre. Mientras Andrea era toda una estrella del ballet, gimnasia y estaba de intercambio por los estudios yo me enfocaba en la pintura, los instrumentos, los idiomas e incluso los deportes, sí, a nuestros padres les gustaba mantenernos con la mente ocupada.

—Está bien, volveré rápido porque ya quedé con Serge.— suspiré.

—Otra cosa cielo, Leon también vendrá sabes que los abuelos lo aman querían verlo, pero...

—Oh genial mamá, ¿no invitaste también a su novia?— pregunté con ironía.

—De hecho eso te iba a decir, ella también viene.

—Tienes que estar bromeando.— murmuré. Me di la vuelta y comencé a caminar hasta la puerta.

Tener que ver a Leon con Camila incluso en mi casa es algo que en definitiva no me ayudaría a superarlo.

•••

—¿Entonces tú y Frenkie rompieron?— Serge preguntó y luego dio un sorbo a su taza de café. —¿Es definitivo?

Habíamos venido a conversar a una cafetería que habíamos descubierto hace poco, quedaba cerca de la ciudad deportiva.

—Sí, rompimos, bueno, yo rompí con él.— me encogí de hombros. — traté de contactarlo, pero no me responde, no me gustaría quedar en malos términos con él.— solté un suspiro. Moví el popote en mi batido mientras apoyaba el mentón en mi mano.

WE BELONG | Leon Goretzka Where stories live. Discover now