No salgo con mi jefe【Jikook】

『CAPITULO 3』

POV. JUNGKOOK

– ¿Cómo quiere que empiece? – pregunte, emocionado por enseñar lo que por varios años había aprendido.

Después de aquello Jimin se levantó de su lugar con una sonrisa seductora y a paso lento llegó hasta estar al frente de un muy nervioso Jungkook –  Entonces coloca el seguro de la puerta – su cuerpo lentamente se había inclinado para poder susurrarle al oido.

Jungkook tenía mostró un rostro lleno de confusión hasta que algo hizo click en su cerebro haciendo que un leve rubor apareciera en sus mejillas – ¿Que? – tan solo segundos bastaron para que se diera cuenta que era lo que había aceptado.

– Quiero saber que tan bien trabajas – volvió a murmurar pero está vez cuando intento colocar su mano en la cintura de Jungkook fue empujado con algo de brusquedad dejándolo desconcertado.

Jungkook estaba nervioso, camino hacia atrás cuidando no caerse, su sonrisa era temblorosa y su mente era un revoltijo que le recriminaba no haberse dado cuenta antes de las insinuaciones.

– N-no es lo que parece – le dijo sintiendo el repiqueteo de su corazón – es un mal entendido, no me di cuenta de...de eso –

Jimin formó una O con la boca al darse cuenta de lo que había hecho. Tonto, ¿Porque no se dió cuenta?, Ahora Jungkook pensaría que era un degenerado que daba trabajo solo por un buen polvo – E-es decir...– su cuello tenía un leve color carmín signo de lo avergonzado que estaba.

No sabía por dónde comenzar, antes había tenido insinuaciones de sus jefes pero todas las había podido esquivar, pero, con el señor Park, era difícil no fijarse en su atractivo rostro ni en su bien formado cuerpo.

– No es por usted...quiero decir no es que sea feo ni nada de eso porque realmente es muy caliente y podría tener a quien quisiera pero es mi jefe y yo un empleado, creo que no está bien además...– su balbuceo fue detenido por la risa melodiosa de su Jefe haciéndolo sentir más avergonzado.

– Eres demasiado lindo cuando estás nervioso – le dijo con algunos rastros de risa en su tono – pero lamento no darme cuenta antes. Eres hermoso pero al parecer no quieres nada conmigo – la seriedad en su voz hizo que por alguna razón los nervios de Jungkook se calmarán.

– Lo siento, es una regla. No debo salir con mis jefes y usted lo es – respondió – claro, si me da el trabajo –

– Si, uhm...creo que entonces mi secretaria llamará mañana para que sepas quién tiene el trabajo – el ambiente se había vuelto algo tenso e incómodo y lo único que quería hacer era salir corriendo del edificio y quedarse en su cama para siempre.

– Lo entiendo, entonces, me voy. – se acercó para tomar su portafolio pero no esperaba que el señor Park se acercará dejando un papel en su mano, debía controlar sus pensamientos.

– Por si cambias de idea – le dijo antes de alejarse y caminar hacia su escritorio.

No respondió y solo salió de la oficina lo más rápido posible, quería disimular el fuerte sonrojo en sus mejillas y el bulto que había empezado a crecer entre sus piernas.

Dios...esto sería una tortura.

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Las horas pasaban tan rápido que ninguno se daba cuenta, ambos perdidos en el recuerdo del contrario, uno en una oficina en lo alto del edificio más prestigioso tratando de concentrarse y el otro en su cómoda casa tratando duramente de olvidar su día.

Mientras tomaba el café de la tarde Jungkook no dejaba de recriminarse por su inmadurez y su nerviosismo. Jamás llegó a pensar que se pondría caliente por su jefe, y menos, que se tendría que hacer una paja pensando en el Ceo Park, porque el agua fría no sirvió.