NIÑERO DE UN MAFIOSO (YAOI)

CAPITULO 35

~KIRA-SAN~

Mi costado dolía demasiado, pero solo podía esperar sentado, tomando whisky para mitigar el dolor.

-Todo por meterme con esa loca, maldición, baje la guardia más de la cuenta.

~FLASH BACK~

Con todo lo que estaba pasando, había tenido que mandar a Kasukabe y Okazaki a ayudar, estaba por entrar al edificio donde tenía uno de mis tantos departamentos cuando una pelinegra se acercó a mi.

-¿Necesitas compañía?

Su voz me resultaba conocida, más no le tomé importancia la mire de arriba a abajo, era algo atractiva pero no me sentí atraído.

-No, así que vete- dije girandome sin prestarle más atención.

Los hombres que estaban haciendo guardia se acercaron a nosotros con la intención de sacarla de mi vista pero todo sucedió tan rápido que ni yo reaccione a tiempo.

-Entonces, ¡VETE AL INFIERNO!

La loca saco una navaja e intento enterrarla en mi costado, no logro matarme pero no alcance a esquivar el ataque.

-¡TE VAS A ARREPENTIR POR HABERME RECHAZADO MALDITO MALNACIDO!

-¡JEFE!

No tengo por costumbre lastimar a mujeres, niños o ancianos inocentes, pero ya que esa loca no entraba dentro de esa categoría le di un golpe haciéndola caer, mis hombres la sujetaron y pude ver mejor su cara.

-La gritona del otro día- dije recordando cómo me habían fastidiado sus gritos falsos al hacerme perder una erección- llevensela.

-No, no, sueltenme, ¡Kira!

No era la primera vez que alguna mujer que había usado y desechado intentaba lastimarme creyendo que por serlo tendría consideración con ellas.

Pensé que solo había sido un rozon leve pero al sentir como mi costado comenzaba a humedecerse y punzar presenti que habría problemas.

Entre al edificio y en el elevador marqué uno de los números directos, timbró un par de veces antes que de me contestaran.

-¿Qué es lo que quiere?- pude escuchar la voz irritada del otro lado.

-Necesito verte, ahora.

-No estoy para sus juegos, tengo cosas más importantes que hacer.

-Gatito, de verdad necesito verte... con urgencia, necesito que me ayudes.

Trataba de mantener la voz normal y no demostrarle que estaba comenzando a sentir dolor.

-Esta bien, pero si es otro de sus trucos sucios me iré de inmediato.

-Enviare a alguien, mándame tu ubicación.

~ FIN DEL FLASH BACK~

Escuché pasos en el pasillo y la puerta se abrió dejando pasar a la persona que más quería ver en esos momentos.

-¡Por fin llegas!, ¡¿porqué demonios tardaste tanto en llegar gatito?!- me vio algo sorprendido y después hablo.

-¡En primera no me grite!, en segunda deje de llamarme así y en tercera no es culpa mía que usted esté en ese estado así no se desquite conmigo, ¡¿quedó claro?!

-Ya, ya, deja el sermón y ayúdame que esto comienza a ser molesto- dije mostrando la herida de arma blanca que tenía en el costado.

-¿Pero qué demonios hace aquí en vez de ir a un hospital?, ¿ese vaso tiene alcohol?- asentí- sueltelo.