Biblioteca. (bokuaka)

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— ¿Ahora qué hacemos.? -preguntó cuando salimos del gimnasio y me encogí de hombros.-

— Por lo tarde que es deberíamos ir a comer. ¿No? ¿Tenés hambre?

— Sí, pero debería darme una ducha no puedo ir a ningún lado vestido así. - lo miré de arriba a abajo y puse una mano en mí barbilla.-

— Para mí te ves bien. - murmuré.-

— Akaashi, acabamos de jugar al voley durante más de tres horas, necesito ducharme y vestirme bien.  Mí casa está bastante cerca de acá, podemos ir si querés. Puedo cocinarte. Soy bastante bueno. O podemos ir a comer fuera.

— Temo por mí vida si llego a comer algo preparado por vos. Así que prefiero ir a un restaurante.- mentí y sentí que se detuvo por lo que me giré, se encontraba con ambos brazos en sus caderas.-

— Soy muy bueno cocinando. Leí muchos libros e hice un curso de cocina.

— Bueno, eso vas a tener que probarlo entonces. - me acerqué a él y tomé una de sus manos para que comencemos a caminar.- Vamos, vamos que tengo hambre, señor cocinero.

Al llegar a su casa me quité mí abrigo y lo colgué.

— Podes ir a ducharte si querés, puedo prestarte algo de mí ropa, otro día me lo devolves.

— Mmh. Okey. ¿Dónde es el baño?

Cuando salí de bañarme Bokuto me prestó alguna de sus prendas y seguido se fue a duchar él. Al salir se puso a cocinar mientras yo le ayudaba.

— ¿Sos de cocinar vos también?

— Normalmente tengo que hacerlo ya que vivo solo, no es algo que me guste pero lo hago con la diferencia de que yo no estudié cocina. - le respondí.-

— ¿Acaso estás burlándote de mí? - reí y negué con mí cabeza.-

— ¿Yo? Jamás. Nunca podría hacer algo así. - se giró a mirarme con los ojos entrecerrados y sonreí.-

— No juegues conmigo, Keiji. - me advirtió con tono serio y levanté ambas manos.- Como sea, ¿Podrías poner la mesa que yo llevo esto?

— A sus órdenes, mí cocinero. Me puse a pensar que podrías ir a vivir conmigo así tendría un chef personal y comida rica. - murmuré mientras acomodaba los platos.-

— ¿Acaso estás tratando de hacer que trabaje para vos? - preguntó al mismo tiempo que depositaba la comida sobre la mesa y tomábamos asiento.-

— Si, bueno. No, porque viviríamos juntos y vos cocinarías, yo haría lo demás. Quiero decir, compartíamos tareas.

— Pero una vez me dijiste que no te gustaba vivir con otras personas y que por eso te mudaste solo.

— Tal vez ahora cambie de opinión.

Bajo la atenta mirada de Koutaro, probé un poco de su comida y tardé unos segundos en dar mí opinión.

— Dale, Akaashi. ¿Cuánto más me vas a tener esperando? - pregunto fastidiado y reí.-

— Está muy bueno, Bokuto. En verdad, delicioso. - respondí finalmente y él levanto ambas manos en modo de victoria.-

— Sabía que te iba a gustar. Es una de mis especialidades. - dijo y seguido guiño uno de sus ojos.-