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Al despertarme sentí el delicioso aroma de la comida pero al sentarme en la cama me desoriente. Tuve el sentimiento de que estaba en casa de Osamu, pero no era así, no era mí casa ni la del antes mencionado.
Estaba por ponerme de pie cuando alguien toca la puerta.

— ¿Akaashi? ¿Puedo pasar? - la voz de Bokuto me hizo entrar en la realidad.-

— S-si. Pasa. - su cabeza se asomó por la puerta, luego paso todo su cuerpo dentro de la habitación y tomó asiento en la cama.- Buen día.

— Buen día a vos también, hice el desayuno. Venía a despertarte en caso de que estuvieras durmiendo pero no fue así. - comenzó a jugar con sus dedos.- Hice muchas cosas para comer porque no sabía que querías comer así que...

— Mmmh... Voy a cambiarme de ropa y bajo para que desayunemos. - respondí y él me miró con una sonrisa asintiendo.-

— No te tardes, Akaashi que sino se va a enfriar todo. - murmuré un sí, luego se fue, y yo me encaminé al baño.-

~~
— En verdad no hacía falta que hagas todo esto, simplemente unas tostadas y un café hubiesen sido suficientes. - murmuré y bebí un poco de café.-

Luego de haberme vestido y demás baje a la cocina y ahí se encontraba Bokuto con su celular y en la mesa mucha comida.

— Bueno, para la próxima vez lo voy a tener en cuenta. - respondió y lo miré.-

— ¿Próxima vez? ¿Por qué estás tan seguro que va a pasar de nuevo? -  pregunté con una ceja levantada y una sonrisa.-

— La verdad que me sorprendería si no volviera a pasar, estaría triste también. Muy triste. - repitió y me miró a lo que volví a sonreír.- Seguramente te vuelva a invitar a comer a mí casa y tengas que quedarte a dormir porque te insistiría otra vez aunque vos no quisieras, al final terminarías cediendo. Aunque sospecho que volveríamos a tener la misma discusión que tuvimos anoche. - respondió apoyando la barbilla sobre su mano.-

— Es que si vuelvo acá, no voy a dormir en tu cama otra vez. - me crucé de brazos y él rio.-

— De todas formas no te voy a dejar dormir en el sillón.

— No voy a quedarme entonces.

— No seas malo, Akaashi. -suspiro.- Yo velo por la comodidad y relajación de mis invitados. No puedo dejarte dormir en el sillón. - entrelazó sus manos.-

— ¿Invitados? ¿Viene mucha gente a dormir acá? - pregunté con el ceño fruncido y él tomó un poco de café.-

— Bueno, solos mis amigos y.... Vos. - sonreí, por alguna razón me sentí ¿aliviado?

— ¿Entonces a tus amigos los dejas dormir en tu cama también?

— La verdad es que no suelo dejarle mí cama a nadie, no me gusta la idea de que otra persona toque lo que es mío, incluyendo mis sábanas, mí almohada. - negó con la cabeza.- No me gusta.

— Entonces... ¿Por qué yo si?

— No sé, de alguna manera no sentí esa incomodidad al ofrecertela y verte ahí. Puede que suene raro pero me gustó. - se encogió de hombros y me miró.-

- Mmh... Ya veo. - sonreí y bebí más café.-

Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora