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[ Los Santos, 24 de Julio, 15:07 p.m]
[ Localización: Comisaría ]
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La velocidad de sus pasos iba aumentando a medida que se acercaba a aquella habitación,y el sonido de sus tacones golpeando el suelo resonaban en todas las paredes de aquel lugar.
Siguió pasando por diferentes pasillos e innumerables puertas acompañada de dos agentes de policía los cuales ella conocía muy bien; Moussa y Gordon. Ninguno había dicho palabra cuando la vieron llegar a comisaria con su bandana puesta ya que tenían órdenes explícitas de que la dejasen entrar sin ningún tipo de cuestionamiento.
En su mente aún rondaban las palabras que el hombre el cual no veía hacia años,le había dicho en aquella llamada.
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—¿Hola?
—Muñeca..
Al escuchar aquella voz, supo que algo estaba mal, o más bien,que todo se había ido a la mierda.
Se giró hacia su pareja quien la miraba expectante,mientras que alejaba un poco su móvil de su rostro tapando el micrófono del mismo.
—Cielo. ¿Me dejas un momento?—Pregunto forzando una sonrisa la cual fue suficiente para que el pelinegro asintiera con su cabeza y se marchara,no sin antes dejar un dulce beso en la frente de su mujer.
Sara volvió a llevar el teléfono a su oreja con algo de temor y la voz del otro lado del móvil,volvió a hablar.
—¿Que sucede? ¿Te comieron la lengua los gatos?—Pregunto con un peculiar tono de diversión.
Aclaro su garganta tratando de camuflar su nerviosismo y rápidamente contesto.
—Soy una ratoncita escurridiza. ¿Recuerda?.—Contesto ella, sentándose en el borde de su cama.
—Claro..Por eso mismo fingiste tu muerte,¿A que si? Para escapar de algo..—Soltó haciendo que la muchacha se tensase por unos momentos.—Y mi pregunta es..¿Escapar de qué Sara..?
—Creo que eso no debería ser de su incumbencia Superintendente Conway. Mi presencia en Los Santos no es un inconveniente para usted.—Explicó brevemente.
—¿Ah si? Pues va a ser que si nena..—Murmuró el otro.
—Mantenga el respeto Superintendente. No sé lo que quiere,ni lo que pretende,pero le aseguro que esta pisando terrenos desconocidos y no se lo recomiendo.—Amenazó comenzando a golpear la uña de su dedo índice contra la funda de su móvil.
