Confía En Mí♥Yoontae♥

30 " Aquella persona"

Las luces de los postes de luz y las provenientes de los locales de su alrededor hacían que su recorrido fuera menos solitario y más seguro, después de la visita de Seokjin días atrás la paranoia había estado presente en varias ocasiones.

Al principio dudo.

Se dijo que no era verdad, que era una mentira que había hecho Seokjin para causarles miedo, o que se tratara de una broma, pero después de los últimos eventos que había vivido creía sinceramente que era verdad y que alguien lo estaba siguiendo.
Que lo vigilaba después de la Universidad, tenía la esperanza de que no se tratara de Hoseok, pero los sucesos apuntaban a él.

Hoseok sabía de memoria todo su agenda.

Sus pasatiempos.

Sus distracciones.

Los recorrido de todos los días.

Después de que pasó lo de la marca con Yoongi había estado mantenimiento la misma rutina que tenía, aunque ahora ya no hacía las compras del super, porque de eso se encargaba Yoongi, pero todo lo demás seguía igual.

Por las mañanas iba a la universidad, en la tarde al trabajo y en la noche de regreso al departamento, nada difícil de olvidar o concluir. Realmente monótono.

Y eso le estaba asustado mucho.

Ahora no sabía que hacer.

Tenía miedo.

Mucho miedo que sus pasos no le respondían como el quisiera, su corazón latía con fuerza contra su pecho y su respiración era errática.

Tenía miedo.

Sus pasos resonaban en sus oídos como bombas de tiempo activas, asustandolo y creando escenarios tenebrosos en su mente de lo que le pudiera suceder.

Creía confiar en lo que conocía de Hoseok, en lo que sabía de él y en lo que había hecho que se enamora de él hace tiempo, pero con lo que estaba viviendo le era difícil hacerlo.

¿Realmente era Hoseok el que estaba detrás de todo eso?

¿Por qué?

¿Por qué a él?

Sabía que era a consecuencia de lo que había hecho Yoongi y él pero había tratado, en varias ocasiones de hablar con él, de explicarle cómo ocurrido las cosas, de hablar con él y arreglar su situación pero nunca le permitió hacerlo. No le dio la oportunidad de explicarse ni de disculparse. De nada.

¿Era está su venganza?

¿La forma de arreglar las cosas?

No lo era, juraba que no lo era, que nunca lo iba hacer.

Atemorizar lo no era la solución.

Sus pasos cada vez eran más rápidos, al igual que su respiración y el pánico en su corazón, todo el miedo estaba a flor de piel, en su cuerpo y parecía que entre más caminaba aquella persona que lo estaba siguiendo se acercaba más a el.

Más rápido.

Más cerca.

Las bolsas que traía en sus manos hacían ruidos desesperados al compás de sus pasos y el movimiento de su cuerpo al caminar rápidamente, casi correr. La mochila en su espalda rebotaba con cada paso.

Aquella persona parecía ser demasiado rápido, demasiado ágil, demasiado veloz acomparacion suya...

Quién quiera que fuera tenía la intención de alcanzarlo y hacerle daño, lo podía sentir.