❝ Lo que hacen mamá y papá ❞ || MiChaeng

𓏲 Abrazos

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Era su primera vez jugando a ser madres, hacer todo lo que observaban de sus progenitoras. ¡Les emocionaba!

Ser madre tampoco se veía muy fácil, así que ese reto hacía el juego más divertido.

— Chaeyoungie, ¿qué haremos primero? — preguntó adorablemente la pequeña Mina, sus grandes ojos miel brillando curiosos.

Chaeyoung terminó de guardar las hojas blancas y los lápices de colores, como la niña grande y responsable que era, poniéndose nerviosa al no saber qué contestarle a la pelinegra.

— Ehm... — pensó rápidamente. ¿Qué hacían sus mamás? ¿Qué hacían? ¿Qué hacían...? — ¡Oh! Mamá y mami se abrazan mucho y se dicen muchas cosas bonitas cuando llegan a casita.

— Pero, Chaeyoungie, ¡yo siempre te abrazo muchito y te digo que eres la mejor unnie cuando te veo! — hizo un pucherito, ¿no harían algo diferente después de todo?

Chaeyoung negó —. Es diferente, Minari — aclaró.

— Uhm, ¿de qué forma? — se acercó más a su unnie, su curiosidad resplandeciendo tiernamente en sus ojos.

— Pues... mami Tiffany se sienta en las piernas de mamá para acurrucarse en su pecho. Luego se empiezan a decir cosas bonitas hasta que las dos tienen los cachetes rosas... — dijo, observando inocentemente a Mina.

Ésta se puso de pie, solo para sentarse de lado en las delgadas y pálidas piernas de Chaeyoung, recargando su cabecita en el pecho de esta y abrazándose de la cintura de la misma. Al instante unos brazos la envolvieron cómoda y cálidamente, haciéndola sentir aún más pequeña de lo que ya era, pero también satisfecha y, por alguna razón, tímida.

— ¿De esta forma? — preguntó, alzando un poco su vista para mirar a la mayor, quien asintió en respuesta, apretando un poco más el cuerpo de Mina al suyo posesivamente.
Una pequeño celosa que quería cuidar de su bonita dongsaeng.

Mina se acomodó mejor, abrazando el torso de Chaeyoung y acomodando su cabeza en el hombro de la misma. Su gran cachetito canela contra el pequeño hombro de Chaeyoung, sus labios rojizos abultados en un pucherito por la presión en el lateral de su cara.

— Me gusta abrazar a mi Minari — dijo de repente la mayor, recargando su cabecita en la de la pequeña nipona. Mina solo sonrió feliz y sonrojadita.

— A mí también me gusta abrazar a Chaeyoungie — escondió su carita en el pecho de la mayor, y sólo dejó su rostro a la vista una vez que ese extraño y bochornoso (pero también lindo y emocionante) calor desapareció de sus mejillas — ¿Qué cosas lindas se dicen tus mamis?

— Uhm, siempre las susurran y no puedo escuchar bien... pero dicen cosas como "eres muy linda" y "estoy feliz de estar contigo" y así — se alzó de hombros.

— Oh — entonces Mina se acomodó para estar a horcajadas sobre Chaeyoung, aplastando sus mejillas suavemente para sonriente decirle —. Chaeyoungie es una niña muy guapa y talentosa.

Chaeyoung sonrió, sus mejillas espolvoreándose levemente de rosa al recibir aquel cumplido. Tomó las manos de Mina que estaban en sus mejillas, entrelazando sus deditos juntos.

— Minari es la pequeñita más tierna y bonita del mundo — le dijo con una gran sonrisa, la mencionada sonriendo tímidamente con sus cachetitos nuevamente rojos.

— Chaeyoungie tiene la voz más bonita del mundo cuando canta.

— Minari será tan guapa cuando crezca, que ¡se convertirá en la modelo más guapa de Corea y del mundo! — Mina rió por eso, encantada de lo dicho.

— Chaeyoungie será... Uhm, Chaeyoungie será — pensó por unos momentos, mirando a la mayor que esperaba emocionada por lo que diría — ¡Chaeyoungie será mi esposa!

— ¿Oh? — abrió sus ojos sorprendida — ¿Quieres que sea tu esposa? — la pelinegra asintió avergonzada, su labio inferior preso y su carita víctima de un fuerte sonrojo.

Chaeyoung parpadeó un par de veces hasta finalmente sonreír con un feliz sonrojo.

— Minari será la esposa más tierna y bonita del mundo — dijo, emocionando a la menor, quien la abrazó fuertemente escondiendo su carita otra vez.

Chaeyoung reía por lo tímida que era su menor, dedicándose a acariciar su espalda y su sedoso cabello pelinegro. Pasaron minutos de esa forma, hasta que se percató de que el agarre de Mina se debilitaba, víctima del sueño.

— Minari, ¿tienes sueño? — acarició suavemente su mejilla. Mina bostezó, sus ojitos llenándose de pequeñas lágrimas antes de asentir y volverse a arrucar en Chaeyoung.

Chaeyoung bostezó igualmente, viéndose contagiada por la pereza también. Aún así, siguió acariciando la espalda y masajeando el cuero cabelludo de su menor.

Cuidándola, consintiéndola, amándola.

Después de todo la quería mucho, y como unnie debía cuidarla muy bien.

Minutos después, ambas menores quedaron profundamente dormidas en su inseparable y tierno abrazo. Tiffany fue quien las descubrió dormidas, abrazaditas en la alfombra.

Una tierna escena que sin dudas debía capturar, por lo que buscó su cámara y el mejor ángulo. El flash despertando solamente a Chaeyoung, quien miró con confusión a su mamá, que le sonrió a forma de disculpa.

— Chaeyoung, voy a llevar a Mina al cuarto para que duerma más cómodo — avisó, estirando sus brazos hacia la menor.

Estaba por alzar a la nipona, las alarmas de Chaeyoung se encendieron en ese instante, sus brazos reaccionando por sí solos y apretando a Mina más fuerte, para que su mamá no se la quitara, para no dejarla ir.

— ¿Chaeyoung...?

— ¡No! — Tiffany se sorprendió, alejando sus delicadas manos de Mina, quien seguía cómodamente dormida en los brazos de Chaeyoung — No te la lleves, no me la quites — pidió.

— Pero, Chaeng...

— ¡No! — se refugió en el cuello de la japonesa.

Tiffany se sintió conmovida, así que dejó que su hijita siguiera abrazando a la somnolienta Mina, dejándolas solas.

Y Chaeyoung volvió a dormir tranquila, junto con Mina, en una burbuja rosa pastel de cariño y afecto, que las envolvía en un sueño animado lleno de golosinas y juguetes de acción.

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Quería aclarar que Chaeyoung va a tener dos mamás y Mina va a tener dos papás los cuales los sabrán más adelante 🤍