❝ Lo que hacen mamá y papá ❞ || MiChaeng

𓏲 Desconfianza pt.1

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Una salida al parque siempre resultaba divertida.

Empujar a su Minari para ayudarla a balancearse en el columpio, cuidar que no se cayera del pasamanos, jugar en la caja de arena a hacer castillos. Ah, sería una tarde muy divertida.

Claro, de no ser por la molesta rubia que le robó a su Minari.

Ella y Mina estaban tranquilamente jugando en los caballitos de resorte, cuando Lisa simplemente llegó y la japonesa se bajó del caballito púrpura para correr a abrazarla.

Con confusión solo observó como hablaban animadamente, esperando por que Mina regresara con ella. Cuando la pequeñita nipona estaba a punto de darse la vuelta, Lisa la tomó de la mano y la guió a la caja de arena.

Chaeyoung estaba muy ofendida, ¡Mina había venido con ella, no con Lisa! Ahora se había quedado solita en el caballito de resorte, con su mirada de odio clavada en la pálida mientras se mecía de atrás a adelante en el juguete.

¿No que Minari sólo quería a Chaeyoungie?

Deseaba hacerle lo mismo que con el Sr. Oso, pero la última vez que golpeó a un niño su mamá Tiffany le había dado cinco nalgadas, y no quería que su traserito doliera otra vez.

Con lagrimitas en los ojos se bajó del caballo azul ya un poco decolorado y fue a sentarse en la banca junto a su mamá, con su carita de niña berrinchuda.

•••

— ¿No vas a jugar con tus amigas? — preguntó la mujer de cabellos rubios, apartando su atención de su teléfono.

— Lisa no es mi amiga — respondió, con sus bracitos cruzados de forma tensa, sus cejas hacia abajo mostrando su enojo y un pequeño pucherito que trataba de deshacer.

— ¿Y que hay de Minari? — miró espectante a su celosa y berrinchuda hijita.

— Mina dejó de jugar conmigo para jugar con ella... — dijo, esta vez con su voz amenazando con romperse y convertirse en llanto.

— Chaeng, Mina tiene más amiguitas. No sólo va a jugar contigo todo el tiempo — decía la madre, tratando de que la rubia con tiernos cachetitos no llorara.

— P-Pero M-Minari dijo que sólo me quería a mí... — las lagrimitas se deslizaban por sus cachetitos, dejando un rastro húmedo — ¿Mina ya no me quiere?

— No es eso, Chaeng, Minari te sigue queriendo mucho — acariciaba los rebeldes mechones de cabello rubio, tratando de calmarla. A Taeyeon no se le daba muy bien el tranquilizar a su hija, para esos casos recurría a su esposa Tiffany. Pero ahora ella estaba en casa, seguramente viendo alguna película o serie.

Sin poder evitarlo pequeñas lágrimas se deslizaron por las rosaditas mejillas de Chaeyoung, el pequeño llanto intensificándose de a poco.

— ¿Qué tiene Chaeyoung, unnie? — preguntó Nayeon, sus amigas Jihyo y Jeongyeon tras ellas —. ¿Qué tienes Chang? ¡No llores! — le dijo, sus ojitos haciéndose acuosos por ver a su querida amiga llorando.

— ¡Minari ya no me quiere! — hipó, sorbiendo su naricita — ¡Me dejó por Lisa!

Las tres pequeñas niñas y su madre trataban de animarla, sin embargo siendo muy poco lo que lograban.

Y aunque la japonesa la amase de verdad, y no la estaba cambiando por nadie, ya no sentía tanta confianza ni credibilidad a las palabras dichas el día que la celó con los peluches de animalitos.

Ya no creía en su Minari.

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