01

30.3K 2.4K 702
                                    


-¿Necesita ayuda jovencito?

Jimin bufó mientras hacía mohín con sus labios.

Odiaba que las personas lo vieran débil e indefenso, el sabía que no era un chico muy varonil porqué su cuerpo era delgado llegando a considerarse afeminado pero, ¡eso no era su culpa! el había nacido así, excepto por sus piernas inservibles.

Aunque ya habían pasado casi 2 años todavíano no se acostumbraba a la estúpida silla de ruedas y recibir ayuda cada vez que salía. El tenía la espera de volver a caminar y ya no necesitar de nadie.

-Por favor

El amable señor ayudó a que el objeto de dudosa precedencia, el cual estaba atorado a las ruedas de mi silla saliera y pudiera seguir con mi camino.

-Muchas gracias señor.

Le sonreí y avancé como pude para llegar a mi escuela.

Mi madre puede llevarme diario al colegio, sin embargo estoy cansado de parecer un estorbo.

-¡Por dios Minnie! ¿que haces aquí?

Preguntó muy exaltada mi amiga Momo mientras se acercaba a toda velocidad.

-Vengo a estudiar y lo mejor es que llegué yo solo.

Dije orgulloso mientras sonreía.

-Eso es muy bueno Minnie pero te puede pasar algo.

Ella es una gran persona que siempre se preocupa y me procura, pero algunas ocasiones exagera un poquito.

-Llegué solo a la escuela pero, se me olvidaron mis guantes y mis manitos duelen.

Hice un puchero y levanté mis dos manos para que las viera.

-Ay Minnie, en este momento vamos a la enfermería y te curamos esas heridas.

-¡No, estoy bien!—la detuve— toca danza y sabes que me gusta mucho verlos bailar.

-Lo se pero, tus manos dolerán más.

Puse mis ojitos tristes y miré a mi Noona

-No me vengas con esos ojitos de cachorro

Negó tapándose los ojos con sus manos

-Por favor~ sabes que es mi momento favorito del día.

-Esta bien-suspiró- pero no creas que con esa carita tierna vas a lograr convencerme con todo.

Me advirtió mientras se ponía detrás mío y con ayudaba de sus manos me empujaba en dirección al interior de la escuela.

Muy pronto voy a graduarme e iré a la universidad junto a mi Noona, ya no podré asistir a la clase de danza y eso me pone triste.

Podría pero en la universidad necesito bailar para estar ahí y pues evidentemente no puedo hacerlo.

Antes de mi accidente amaba bailar, estaba en el club de danza y casi siempre me la pasaba en el salón de baile, ahí conocí a mi Noona como ella es unos meses mayor el profesor le pidió que me explicara todo para pudiera incorporarme.

Ahora solo estoy ahí para poner la música y ver a mis compañeros bailar mientras yo estoy atado a esta silla de ruedas.

Extraños demasiado mi anterior vida y muchas veces he pensando terminar con esto, se escucha muy sencillo, solo unos cortes en la zona adecuada y adiós vida, pero no lo es así de fácil.

A veces no tengo las fuerzas para seguir así y muchas veces mi tristeza me a llevado a atentar contra mi cuerpos, pero gracias mi mamá no ha pasado nada, se que ella se pondría muy triste si me sucediera algo y por eso intenta apoyarme en todo lo que puede.

Aquí recibo toda la ayuda y comodidad que pueda necesitar, mi mamá es muy buena amiga de la directora y podría decirse que son amigas de toda la vida ya que se conocen desde que eran pequeñas, por eso mandaron a construir rampas en todos los lugares para permitir mi acceso, sin embargo para ser sincero eso no me hizo sentir mejor.

Todos al principio mi miraban con ojos de lástima y eso me ponía demasiado triste.

Desde ese momento odié que todos me vieran como un chiste o algo inservible.

Todos me ayudaban, pero no porque fuera amables, si no por simple lastima, era como un bicho raro que nadie quiere por su condición.

Este es el primero capítulo de la historia, algo cortito pero espero que les haya gustado.

Quiero preguntarles...

¿Que es lo que comen y que los demás consideran raro?

¡Nos leemos en el próximo capítulo!

"SILLA DE RUEDAS" [KOOKMIN] Where stories live. Discover now