Fetiches❤

Coreofilia #3

Coreofilia: Excitación a través del baile erótico.

Avisos:

》 Sexo heterosexual.
》 Posible lenguaje soez y vulgar.
》 Descripciones precisas - en la medida de lo posible - sobre escenas +18.
》 Ficción.
》 Bailes eróticos.
》 Personajes completamente diferentes a los anteriores.
》 Si no te gustan este tipo de relatos, simplemente salte de la historia. Intenten ahorrarse comentarios negativos o críticas, todas ellas serán ignoradas.

¡Disfruten!

《~♤~》

Desde que cumplí los dieciocho años empecé a buscarme la vida solita. No fue fácil pero era lo que necesitaba si quería salir de ese agujero sin fondo que era la casa de mi padre y mi antigua ciudad.

No era buena en los estudios, nunca lo había sido y tampoco había puesto mucho esfuerzo para enmendarlo.
Trabajar en algún bar, cafetería o restaurante tampoco era de mi interés, lo único que llenaba mi corazón era el baile.

Todo tipo de tensiones abandonaban mi cuerpo cuando la música empezaba a sonar y mis caderas a moverse. Mis brazos y piernas siguiendo el ritmo de mis caderas mientras mi mente se quedaba en blanco, sacando de ella todas las preocupaciones.

Mi cuerpo era bonito, me sentía muy orgullosa de como había conseguido trabajarlo y cambiarlo con todas las horas que había pasado bailando. Mis piernas definidas y estómago plato, glúteos redondos y firmes acompañados de un pecho de tamaño proporcionado.
Entonces lo decidí.

¿Qué mejor idea que sacarle provecho a este cuerpo?

— Espabílate Sabrina, nos quedan veinticinco minutos para salir al escenario. — escuché la voz de Caroline nada más entrar por la puerta del local, la oscuridad de su interior haciendo contraste con la luz del atardecer que había fuera.

Striper, esa había sido la solución que más me había gustado tomar.

— Relájate Carol. — le regalé una sonrisa cuando se paró delante de mi sujetando una bandeja llena de copas vacías con una mano. — Solo me falta cambiarme la ropa, el maquillaje ya lo traigo de casa.

Ella era compañera de baile y camarera a tiempo parcial, por lo que en el tiempo que no meneaba el culo en el escenario, se dedicaba a servir copa a aquellos clientes que disfrutaban de los espectáculos. Básicamente igual que yo. En él tiempo que no me encontraba en el escenario — el cual era bastante poco. —, me situaba en la barra ayudando a los camareros.

— Simplemente muévete. — murmuró y fue en ese momento cuando pude fijarme bien en la ronquez de su voz junto con las ojeras que tenía.

— ¿Alguien ha pasado una mala noche o qué? — pregunté con diversión mientras la acompaña hasta la barra para que dejara allí la bandeja. Saludé a Jane, quien se encontraba preparando unos cócteles mientras me devolvía la sonrisa.

— Dos ron con coca cola para la cinco, tres margaritas para la siete y tres orgasmos para la tres. — le indicó Carol antes de enfocarse en mi para responder. — Tuve movida ayer con Kevin por su celos de mierda. Ya sabes como se pone siempre, enloqueció cuando le enseñé lo que llevaría para la función especial de esta semana.

Además de compañera de trabajo era una buena amiga, por lo que yo era como su válvula de escape tras discutir con el estúpido de su novio.

— Y por lo chupetones que veo en tu cuello, ¿lo arreglasteis como siempre, no?

— Básicamente. — chasqueó la lengua.— Lo único bueno que le queda ya a Kevin es la polla, porque sabe usarla a diferencia de su cerebro.

Ambas reímos y yo me paré un momento sujetando mejor mi bolsa en mi hombro.