Capitulo VI Oportunidad

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- Son más de las 7:00 ¿Porque no llega?

Deambulaba de un lado a otro como león enjaulado, frente a la puerta del café, viendo constantemente su reloj, como si este fuera a apresurar la aparición de Valentine.

Frotando sus manos con sus brazo para intentar conciliar calor que dada la época del año se podía comenzar a sentir el frío del otoño, pues ya por esos días el verano llegaba a su fin y los tiempos de bufandas y chamarras eran palpables en el ambiente.

- Carajo ¿Porque no llega? - revisó una vez más su reloj, el desesperado rubio, dirigió una vez más su vista a su reloj, 7:38 era la hora que marcaba, sacó su celular para verificar la hora 7:38, por más largo que le hubiera parecido el tiempo entre sacar su celular y ver su reloj, el tiempo no había pasado mucho. Su atención se dirigió entonces a mirar ambos aparatos como esperando que juntos hicieran más rápido el surgimiento de Valentine-

Pasaron los minutos. De ser las 7:38, pasaron a ser 7:48. vio su perfil de redes sociales, no había ninguna novedad, una que otra nueva foto de Minos con su flamante esposo, otra  de Aiacos y su prometida Violatte; malos y tontos chistes, paso las notificaciones rápidamente producto de su desinterés y ansiedad.

7:58, abrió un videojuego para intentar pasar el rato, pero su mente ansiosa no le permitió terminar ninguna partida correctamente.

- 8:08 - dijo en voz alta, quizo volver a mirar su reloj, hasta que un clic y el flash de una cámara robaron su atención-

- Aún con esa cara, creo que tengo una buena foto, la llamaré "las noches de los inicios de otoño" un título adecuado dada la época ¿No crees? Radamantys

Esa voz, ese diálogo y ese momento no hizo más que alterar su ya ansiosa mente. Aquella voz le había caído como balde de agua fría, era como si sus errores le pisaran los pasos.

- ¿Que haces aquí, Kanon? -  replicó-

- Tranquilo, vine por trabajo. Dicen que el otoño es particularmente hermoso aquí, la caída de las hojas, el viento que juega con ellas, el atardecer, la sutileza  con la que el frío se hace presente - medio sonrió y bajo su cámara, al mismo tiempo que su cabello azul  era alborotado por ese juguetón viento casi otoñal- No sabia que estabas aquí. Te fuiste y no dijiste nada.

- ... - Calló al recordar que realmente nunca le dijo su país de origen, pues su relación era más sexual, tenían sexo en silencio no emitían sonido más allá del provocado por la libidinosa actividad, gemidos y gritos de placer acompañados del nombre del otro, era lo único emitido en ese momento. Y después del sexo nada, pocas palabras sin algo realmente revelador- No tenia porque decirte nada, no teníamos una relación real más allá del sexo

-  ... - Asintió, desviando su mirada y perdiendo un poco de su atención al interior del café para así evitar que su dolor se viera, mordió sus labios para controlar su ira, para evitar golpearlo ahí mismo. Se perdió un segundo deseando ser esa linda pareja que tenía ante sus ojos y que compartían esa taza de café- La verdad no me puedo enojar, ni siquiera te puedo pedir una explicación, esa me la diste el día que te conocí - regresó su mirada al rubio- Sabia que estabas comprometido, y aún así ... - soltó aire pesado- ¿En que lió me metí?

- Nos metimos - lo corrigió- Esto también me afectó a mi

- Era de espera, tu prometido debe estar muy molesto

- Es peor que eso, mucho peor - soltó aire- me trata como si no me conociera, como si jamás hubiera sido parte de su vida ... es peor de lo que puedes llegar a creer

- ¿Es por eso que te fuiste sin decir nada?

- ... - el rubio solo asintió, desaviando la mirada hacia la calle -

Con la misma moneda Where stories live. Discover now