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¿Que es lo que tienes? Puedes decírmelo si quieres,no hay nadie alrededor.

-Legoshi yo... -lo miró con detenimiento y valor -Legoshi creo que... Estoy embarazada... No puedo asegurar nada, por eso necesito tu ayuda, yo no puedo salir de la escuela, y menos desde lo que pasó la última vez.

Sus ojos estaban casi en las lágrimas, aún cuando sus palabras eran claras ___ no sabía cómo reaccionaría Legoshi ante esa noticia, sin embargo, fuera malo o bueno lo afrontaria, fue su error después de todo.

No lo veía a los ojos, de hecho ni siquiera lo miraba, no quería ver su expresión.

—___... Yo —las palmas de Legoshi sostuvieron el rostro de la chica y lo alzaron para poder verla a los ojos —yo... lo siento —bajo sus manos a sus hombros, el sentimiento en su interior era indescriptible casi al igual que el de la chica que por su parte no comprendía las palabras del lobo, ella era responsable de su cuerpo y no se cuido, ella sabía que algo como eso podía llegar a pasar y aún así no tuvo cuidado.

"La culpa es mia no tuya" pensaba ___ al borde de las lágrimas sin darse cuenta que pensar en la culpa no era algo que tuviera importancia, lo hecho hecho está, debían buscar comprobar y solucionar.

—De verdad lo siento ___ —le brindo un abrazo mientras susurraba lo mismo logrando que ___ llorará.

Durante los meses que llevaba en ese lugar sin duda había llorado más que en toda su vida, sin embargo ese era un momento en el que realmente lo necesitaba y más en los brazos de Legoshi.

Se había sentido tan sola toda su vida, se había sentido sola en ese lugar aún rodeada de tantos, pero Legoshi la hacía sentir el ser más querido en el planeta.

Oculto su rostro en el estómago de Legoshi (que era a dónde alcanzaba cuando lo abrazaba, Legoshi era muy alto) y este la abrazo con más fuerza.

—Es culpa de los dos —dijo por fin ___.

—Pero soy mayor que tú, debería haber sido más responsable y sin embargo te perjudique.

—Aun no lo sabemos y fue decisión de los dos, sin embargo e verdad necesitamos verificarlo.

—Pero ___, yo soy un lobo y tú una humana, creo que sería mejor llevarte al doctor.

—Eso es cierto, pero no puedo salir de la escuela, después de lo de la última vez fue un milagro que pudiera asistir al festival del meteorito. Pero gracias a lo que pasó ya no tengo permitido salir de estás instalaciones.

—Tienes razón, pero no puedo permitir que algo malo te pase. Aunque conozco a alguien que podría ayudarnos.

—Gracias Legoshi.

—No tienes que agradecer me, esto también es mi culpa.

Ambos se miraron mientras sostenían sus manos, el mundo parecía haberse detenido en ese instante. Tal vez estaban en un grabé aprieto, pero estaban juntos y se apoyarían mutuamente.

El mundo seguía girando, el tiempo avanzaba sin detenerse pero en ese momento sus corazones simplemente no evitaban sentirse en el borde del abismo, sus rostros se acercaron.

___ tubo que ponerse de puntillas para alcanzarlo y Legoshi se agachó de manera casi cómica, pero de verlos así jamás dudarias que estaban tontamente enamorados.

Sus labios casi se rosaban mientras el viento les causaba escalofríos, eran adolescentes al fin y al cabo un susto no les quitaba la tenacidad a sus hormonas aún cuando no estuviera siquiera resuelto.

Y era verdad que Legoshi no había percibido su olor desde que comenzó a perder el olfato.

Pero con tan solo pensar en tocar su suave cuerpo todo su pelaje se erizaba.

___ por su parte se sentía mucho mejor después de haberle dicho a Legoshi su preocupación.

Las campanas aún no sonaban pero ambos sintieron un extraño tintineo en sus entrañas.

No estaban en uno de los caminos más usados, así que no tenían tanto por ser vistos.

Sus labios por fin se unieron.
Hacía tanto que no se besaban por las preocupaciones y ocupaciones que tenían así que ese beso se sintió como el primero.

Las manos de Legoshi recorrieron la espalda de ___ causándole fuertes escalofríos aún encima de la ropa.

—Legoshi —dijo ___ entre cortado por los besos del lobo —no deberíamos. Por lo menos no aquí. Alguien podría vernos.

—No tengo problema con eso, de esa manera verían que no deben acercarte a ti con otras intenciones.

—¿De que hablas Legoshi? —habló ___ parando en seco el beso.

Legoshi no le contestó, al contrario la llevo dentro del edificio de los club, a esa hora difícilmente habría alguien.

Sostenía su muñeca fuerte pero cuidadosamente mientras al guiaba casi al último piso topando se solo con un animal al que ambos ignoraron.

—Legoshi.

—Ya casi llegamos ___, solo espera un poco.

Ambos caminaron un poco más hasta llegar al club de jardinería.

Cómo ambos sabían solo tenía un miembro así que era muy probable que estuviera vacío.

Pero ___ no sabía cuáles eran las inyecciones del lobo, más bien no creía que fuera lo que ella estaba pensando.

Legoshi tenía una llave del pequeño cuarto en medio del jardín, algo que a ___ le causó una gran incógnita pero Legoshi pareció leerle la mente porque le menciono que Haru se la había dado para que pudiera pasar por los arreglos del club cuando quisiera.

Aunque eso no la termino de convencer y tenía varias preguntas prefirió no sacarlas en ese momento.

No cuando Legoshi se veía más sensual que nunca con su rostro decidido y marcando sus sesiones de ejercicio en sus brazos aún cuando traía la camisa puesta.

Definitivamente no tenía la fuerza mental suficiente para objetar en su contra en ese momento.

Legoshi dejo suavemente a ___ en la cama de es lugar sentada mientras caminaba a la puerta de este y la cerraba.

Se quitó su chaleco tan descuidadamente dejándolo en el suelo que uno no pensaría que aquel lobo fuera Legoshi.

Caminaba hacía ___ haciendo temblar sus piernas, mientras el lobo desabotonaba su propia camisa. Con cuidado de no romper los botones con las garras y al mismo tiempo de una manera feroz.

—Tu no lo notas —habló por fin  —pero vuelves locos a la mayoría de los machos en este lugar.

—¿Qué? —dijo ___ pero fue interrumpida gentilmente por Legoshi.

—Ya no se si es por tu olor que los traes detrás de ti como mamá pato a sus patitos porque yo ya no puedo percibirlo.

—Yo... —su rostro estaba cada vez más rojo ¿cómo habían pasado de estar tan sentimentales a esto?

—Pero hay algo que si se... A ninguno de ellos los vuelves tan locos como a mi...

Muchas gracias por todo el apoyo que le han dado a la historia y no se preocupen aunque tarde no pienso dejar está historia inconclusa.
¿Que rayos haces Legoshi? Eres todo un loquillo.

UN POCO DE NOSOTROS (Legoshi  X Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora