UN POCO DE NOSOTROS (Legoshi X Lectora)

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La sangre corría por el cuerpo de ambos, las venas se les marcaban en la cara como consecuencia del dolor que sus cuerpos experimentaban.

Las lágrimas corrían por la cara de la chica "¿Por qué estaba pasando esto?" Pensaba mientras se retorcía de dolor.

Por su parte Legoshi temía por su vida, pero lo que estaba haciendo era por el bien de todos  ¿no?

Ambos creían que el mundo pronto se les acabaría, ambos tenían miedo y dolor extremo... Pero estaban sólos, no estaban sosteniéndose de las manos para poder soportarlo juntos.

Ninguno sabía que las manos del otro estaban cubiertas de sangre.

___ corría, sabía que debía llegar a tiempo, sino Legoshi podría dejarla sola para siempre.

La gente en la calle la miraba, pero solo se alejaba de ella ¿Dónde habían quedado los policías que la encontraron? ¿Y la gente que la rodeaba en un segundo cuando la veían?  Los animales en ese lugar eran tan horribles como los humanos, eran igual de hipócritas y se hacían de la vista gorda sumamente fácil.

Al fin y al cabo parecían más humanos que animales.

¿Por qué pensó que en ese lugar podría se más feliz? ¿qué se le metió a la cabeza cuando se sintió aliviada y feliz de estar en ese lugar? ¿Para que quería un nuevo comienzo donde tuviese que cuidarse de todos los que pasaban a su lado?

Ese mundo era horrible.

Pero luego recordó el motivo del porque estaba corriendo, del porque no se detenía aún cuando sus piernas estaban llenas de sangre.

Recordó a Legoshi, pero no sólo lo recordó a él, si bien si era extremadamente importante para ella llegando a ser la segunda cosa más importante para ella.

Corría, lloraba y se motivaba porque quería una vida feliz, quería ser feliz. ¿Y qué si el mundo era horrible? El mundo del que ella venía era igual o tal vez peor que ese.

La única manera de ser feliz era buscando la felicidad, no se conseguía sin hacer nada. No se consigue sin esforzarse en buscarla.

Por eso, aún cuando cayó de rodillas causando que la piel de sus rodillas se despegará y la de sus codos se pelara, siguió corriendo.

Ella buscaría la felicidad, aún cuando esta fuera relativa y estuviera corriendo en la misma dirección que ella haciendo casi imposible que la alcanzará.

Era un humano al fin y al cabo, son egoístas así que ella también lo sería, sería egoísta porque buscaría su propia felicidad aún si eso fuera estar en peligro, aún si eso fuera querer estar con una persona a la que amaba, aún si eso fuera ponerse en primer lugar para poder ponerlo a él a salvo. Si, sería egoísta, pero con ella misma.

Llegó a la gran casa a la que jamás pensó regresar.

Tocó la puerta con una mano sin hacer ruido revisando si estaba abierta, para después entrar sin esperar respuesta, sosteniendo su abdomen con un brazo en todo momento para intentar calmar un poco el dolor.

El cielo comenzaba a oscurecer, dando así la muestra de que era la hora de la cena por lo que no se están encontrando con nadie.

Se puso de rodillas, el dolor era insoportable y más el mental al saber que su pequeño están en peligro por completo gracias a ella. Pero tan pronto como sus rodillas tocaron el suelo se levantó de este dejando unas pequeñas mancha de sangre en el, sin contar las gotas que la seguían desde que el dolor comenzó.

Subió las escaleras, las marcas de garras la ayudaban un poco a que su mano no se resbalara.

Unas voces se escuchaban a través de la delgada puerta que la separaba de su objetivo.