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─Llora por el picante y no por otra cosa.

─ N-Ni siquiera son tan picantes...─balbuceó, mientras abría el paquete y metía un par en su boca, sin dejar de llorar.

🐾

Lo más tétrico de los centros de trata quizás era su apariencia, puesto que eran a la vista, casas totalmente normales, y daban a pensar que en infierno podía estar en cualquier lugar.

Y tal como esperaba Jimin al aceptar ser voluntario en uno de los nuevos refugios para híbridos, un ex-centro de trata, la casa que vió delante de él hasta parecía agradable, tenía un lindo jardín en el frente, al cual le faltaban flores, según Jungkook, era de un limpio color blanco, bastante espaciosa y con dos plantas.

El gran secreto del lugar era el sótano, donde había jaulas que en su momento eran para encerrar híbridos, la cantidad de dormitorios que no eran precisamente para dormir y todos los papeles o archivos del lugar, los cuales se habían llevado.

Ahora parecía un poco más como una casa, las camas matrimoniales se habían cambiado a literas y el sótano estaba cerrado con llave, y había lugar para albergar hasta quince híbridos cómodamente, veinte si se apretaban un poco, pero seguirían siendo bien atendidos, seguirían estando cómodos.

Cuidar de los híbridos requeriría estar presente todo el tiempo, por lo que Jungkook y Jimin no tuvieron otra que mudarse a aquel refugio, así que en la planta alta estaba el cuarto que compartían, junto con un par de habitaciones pensadas para los más jóvenes híbridos que necesitaban más cuidados y atención.

─ Todos los gastos de la casa serán cubiertos por la Organización─explicó el hombre de cabello blanco, por lo que entendía, el jefe de la ciudad de la Organización─. En realidad, lo paga el Estado, la Organización es pública por esa razón. Pueden buscar voluntarios por su cuenta si es para la atención de este refugio, están a cargo ahora─dijo, le extendió la llave de la casa a ambos, Jimin la tomó─. Tenemos un par de híbridos que están esperando un lugar para quedarse, algunos siguen recuperándose y vendrán después, pero la idea no es llenar todos los refugios a la primera, dejaremos un par de lugares para quienes vengan después.

Se detuvo un momento a pensar si ya había dicho todo, luego del tour y algunos detalles.

─ Creo que es todo─ dijo, asintiendo, los miró para saber si tenían alguna duda, pero Jimin negó─. Siempre es un gusto tener nuevos trabajando para la Organización─dijo, con una sonrisa─. Son muy buenos, gracias.

Ambos sonrieron cálidos al sentir la honestidad de aquel hombre.

Se despidieron y finalmente quedaron solos en
aquella casa, muchísimo más grande que su departamento, los ojos de Jungkook brillaban con curiosidad y Jimin sabía que quería correr por todo el lugar al ser tan grande.

─ Gatito~─canturreo Jimin, los ojos de Jungkook se enfocaron en él, el híbrido sonrió mínimamente y sus mejillas se pusieron rosas por la cercanía─¿Estás feliz, no?─asintió con gusto.

Jimin tomó sus mejillas, acariciándolas con sus pulgares, Jungkook ronroneó.

─Perdón por qué hayan pasado cosas tan feas, Kookie.

─Pero ya pasó─murmuró el híbrido.

─¿No estás mal? ¿Asustado? ¿Algo?

Tenía miedo que tantas cosas hayan traumatizado a su pequeño, tenía miedo de que tuviera pesadillas diarias o que no pudiera ser feliz de nuevo.

─ Jiminie... ─JungKook lo abrazó por el cuello, jugando con los cortos cabellos de su nuca─. Te tengo conmigo, no me pasó nada que no pueda curar... Y si a veces tengo miedo, tengo que recordar que ya pasó, y que ya estoy contigo... No seria la primera vez que pasa y me funciona, lo repito hasta que lo creo y sino, estás tú para recordarmelo.

Back Luck «JIKOOK»Where stories live. Discover now