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Cuando se trata de la cama, si dices "saltar", Azul respondería "¿qué tan alto?"
Así que cuando cerrastes la puerta de su oficina, te paseaste detrás de él y girastes su silla, no se iba a quejar. Especialmente no cuando se dio cuenta de lo que escondías debajo de tu ropa.
Mientras le quita la chaqueta y le desabotona la camisa, sus manos recorren el deshuesado de tu corset. Fue un regalo, comprado por usted después de que usted sugirió que haría las cosas más emocionantes para ambos. Mientras sus dedos rozan con cuidado a lo largo del pequeño detalle de encaje en el borde de la prenda, conjunto que se la habría comprado sin importar su propia "emoción". Te queda tan perfectamente que la tela plateada brilla como escamas iridiscentes cuando le quitas el sombrero de la cabeza y lo alcanzas para colocarlo en la mesa detrás de él. La cinta de seda que envuelve tu cintura roza su mejilla. Se muerde el labio.
Algo se le ocurre mientras te desabrochas los pantalones negros, "¿De dónde sacaste la llave de la puerta?"
Levantastes una ceja. ¿Es eso en todo lo que puede pensar mientras estás pasando por todo este esfuerzo? No, esa mirada en sus ojos ... está aturdido. Por una vez, estás un paso por delante de él (más como una docena, si su cerebro acaba de procesar tu entrada). "Tengo una copia de las cerraduras. ¿No te acuerdas?
La cara de Azul se sonroja en un tono rojo y sus labios se fruncen en una línea temblorosa. Oh, lo sabe.
"No tocar después de esto, ¿de acuerdo?" Le dices y te enderezas, dejando que tus pantalones caigan al suelo. Los ojos azules te miran lentamente de arriba abajo y, oh, siete, también estás usando ligas con medias . Él no te compró esos. ¿O si ? Le resultaba cada vez más difícil pensar en los últimos minutos.
"Sabía que te gustarían". Te vuelves hacia un lado, mostrando las medias lila a tu sub boquiabierto, "El corsé ya era lo suficientemente hermoso pero quería agregar una sorpresa para mi hermoso novio".
Hermoso novio. Las palabras bailan dentro de su mente como una concha atrapada en la corriente del mar profundo: "Yo... sí. Hago. Tienes razón ", las manos de Azul se sienten calientes dentro de sus guantes mientras se abrochan y sueltan sobre nada. ¡Ah, la forma en que enmarcan sus muslos! Quiero tocarlos, quiero besarlos, quiero lamer todo el camino hasta ella-
El pensamiento se interrumpe cuando lo agarras por los hombros de su camisa y lo levantas sobre sus pies. Azul tropieza, pero rápidamente se estabiliza, simplemente logrando no agarrarse a usted en busca de apoyo. Soltándolo, enderezas su camisa, usando la distracción para acercarlo a tu cara hasta que tus narices chocan entre sí.
Estais callados mientras os mirais intensamente. La tensión aumenta aún más cuando tus manos se posan en la cintura de Azul y él jadea cuando aprietas por un segundo, saboreando la sensibilidad del área.
"Alguien está siendo muy paciente". Tarareas, "A pesar de esto". Presionando aún más cerca, su cintura roza contra la erección escondida debajo de su ropa.
Azul traga, "Dijiste que no te toque, maestro". Lo que pudiera recibir a cambio de obedecerle valdría más que ir en contra de sus órdenes.
"¿Oh? Entonces, incluso si te arrojo sobre tu mesa y froto mi clítoris contra tu pene, ¿no intentarías tocarme, Azul? Él salta- ¡ Ella está tocando por ahí ! "¿Ni siquiera me alcanzarías cuando estás a punto de tener un orgasmo porque estás tan necesitada de mis besos? Hmm... ¿y si te hago arrodillarte en el suelo mientras yo me siento en tu asiento y me masturbo justo frente a tu cara? ¿No me estrañaría que 'accidentalmente' te inclinara hacia adelante y trataras de comerme ? "
Si le hubieras quitado los guantes, vería que las manos de Azul estarían blancas de agarrar sus piernas, tratando de evitar que él mismo se retorciera ante tu toque. ¡Aunque solo estés jugando con él, lo estás volviendo loco! Él puede sentir su polla temblar en respuesta a tus cuidados y es casi doloroso cómo empuja contra su ropa. ¡No lo haría! Maestro, no lo haría. Ja ja, lo prometo ".
Su moderación te ha impresionado más que nada, sin mencionar su dedicación que hace que tu corazón palpite. Por tal hazaña, se merece un alivio.
"Buen chico." Cierras la brecha entre los dos y lo besas, provocando un agradable gemido de Azul. Se derrite en el beso y cierra los ojos, con cuidado de no inclinar demasiado la cabeza, de lo contrario te arriesgarías a golpear sus gafas. ¿Cómo podría no ceder ante ti cuando tus labios son tan cálidos y suaves que se siente seguro cuando lo besas?
Cuando te alejas, lloriquea con la boca abierta, "A ~ ah ... por favor". Intenta seguir el rastro de tus labios solo para que tiemble cuando tu presencia lo abandona. Parpadeando, se da cuenta de os habeís dado la vuelta en algún momento, y ahora tu estás encorvada en su asiento debajo de él.
Azul se baja al piso con facilidad para arrodillarse frente a usted, con las manos extendidas en el piso frente a él. No lo suficiente como para que no pueda mirarte, pero lo suficiente como para que su ingle haga contacto con el suelo, frotándose contra él como si le hubieras ordenado que lo hiciera. Rápidamente corrige su posición para que no intente chocar contra el piso por accidente nuevamente. Ninguna orden le dijo que se abstenga de tocarse a sí mismo ha salido de tu boca, pero él se retiene de todos modos. Tu dedo presionando contra su pecho vale más que incluso su mano sobre su polla.
La sonrisa en tu rostro tiene una pizca de crueldad debajo del afecto mientras aplaudes ligeramente, "¡ Muy bien! Ni siquiera necesitas que te corrija ahora. ¿Te he entrenado bien,no ?
"Sí, amo," Azul asiente, "Tú... eres maravilloso..." Eres todo lo que necesito, todo lo que quiero, todo lo que amo, quiero. Solo tú me has hecho sentir alguna vez tan ligera, nerviosa o vulnerable, y me encanta, te amo, te amo ... Sus pensamientos nadan alrededor de su cabeza, siendo arrancados de su mente en una marejada de lujuria.
Tus labios besan la cabeza de Azul y él gime cuando siente tu mano acariciando su cabello suavemente.
"Te mereces algo bueno, Azul. Has trabajado tan duro ... "El brazo que estaba dando palmaditas en la cabeza se cuela lentamente entre su cuerpo. Azul gime cuando siente que tus uñas le rozan el pecho y se aleja cuando están cerca de la parte inferior del abdomen. El sonido de su cierre desabrochado es fuerte para sus oídos, pero la sensación de tu mano deslizándose en sus pantalones palmeando su polla rápidamente lo distrae de cualquier sonido.
Cualquier sonido menos tu voz.
"Todo esto por mí ~," Su corazón salta en su pecho porque puede escuchar la sonrisa en tu voz. Por favor, por favor, por favor , canta en su mente como un hechizo, la única palabra que puede conjurar en medio de la embriagadora bruma dentro de su mente. Apenas se da cuenta de que mueves tus labios contra su oído y ni siquiera lo habría notado si no fuera por tu voz.
