Capítulo 5. Yo no necesito la ayuda de nadie

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Narrado por Melissa

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Narrado por Melissa

Abro mis ojos lentamente, me siento agotada, fue una noche muy difícil. Miro mi reloj y marca las 8:00 AM, a mi lado Chloé descansa acostada boca abajo con su cabello negro desordenado cayendo sobre su espalda y en su almohada. Lo único que está cubriendo su cuerpo desnudo son esas sábanas blancas que caen dejando ver sus curvas, sus hombros y la mitad de su espalda. Tiene un hermoso lunar en su hombro derecho, me siento tentada a tocarlo, sé que está mal que lo haga, pero no quiero evitarlo. Llevo mi mano hacia su hombro y paso mi dedo índice suavemente por el lunar acariciándolo, mis pupilas se dilatan cuando veo que toda su piel se eriza y ella se mueve un poco en su lugar haciendo que las sábanas marquen aún más su cuerpo y su espectacular trasero. Muerdo mi labio inferior para reprimir las ganas, el deseo que acabo de sentir por verla completamente desnuda despierta un morbo en mí que me desconcierta.

¿Qué estás haciendo, Melissa? Tienes que parar...

Me levanto de la cama tratando de sacudir los lujuriosos pensamientos que me tenían realmente confundida. Observaba su habitación, con la luz de la mañana puedo ver mejor los detalles, era una habitación enorme, casi toda la decoración era blanca, soberbia como el estilo de Black o lo que ella aparentaba ser. Sé que valdría la pena descubrir qué hay detrás de su armadura, pero ese no es mi trabajo. Mi trabajo no era involucrarme con Chloé Black sino descubrir si lo que oculta vale el porcentaje que el señor Richard Van Ewen planea invertir, por lo tanto, esta situación no se puede volver a repetir.

Sigue dormida como un ángel, así que decidí salir de la habitación, tomar mis cosas e irme. Caminé hacia la cocina tomándome el atrevimiento de ir por un vaso con agua antes de marcharme. Me encontré con una mujer mayor que preparaba el desayuno, tenía la apariencia de ser una mujer muy dulce. Se da cuenta de mi presencia y me mira sorprendida.

—Buenos días, señorita. Discúlpeme, no sabía que la señorita Black estaba acompañada.

—Buenos días, por favor, no se preocupe. Chloé ni siquiera sabe que estoy aquí. Probablemente no recuerde nada de lo que pasó ayer. Anoche se pasó de copas, estaba muy mal y la traje aquí, en su estado tan deplorable me preocupaba dejarla sola, así que le hice compañía toda la noche, pero ya debo retirarme, solo venía por un vaso con agua. Mi nombre es Melissa Lexington, digamos que soy solo una compañera de trabajo.

—Oh, señorita Lexington, qué amable fue en tomarse la molestia de cuidar a mi niña, se lo agradezco mucho, déjeme servirle el vaso con agua. Si gusta el desayuno estará servido en diez minutos. Mi nombre es Nora.

—Es un placer conocerte, Nora. Por favor, solo llámame Melissa. Únicamente el vaso con agua estaría bien, ya debo retirarme —me senté en la barra y Nora me sirvió el vaso con agua, sentía mi garganta muy seca. Cuando terminé de tomarlo escucho la voz de Chloé.

Narrado por Chloé

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza. ¡Rayos! ¿Qué demonios pasó ayer? Me miro y estoy completamente desnuda y limpia, no recuerdo haberme bañado, ni siquiera recuerdo cómo llegué a mi casa. Me levanto de la cama y camino al closet para ponerme algo cómodo, un pantalón corto y una camiseta, no pienso ir a la oficina hoy. Salgo de mi habitación camino a la cocina para que Nora cure mi horrorosa resaca. Cuando llego no lo podía creer. ¡Qué carajos!

Todo lo que escondes.Where stories live. Discover now